Aún no ha amanecido detrás de mi ventana. En media hora la luz de la canícula lo invadirá todo. El Sol amanece cada día. Hay amaneceres menos frecuentes. El amanecer frecuente se desvirtúa. El amanecer ocasional siempre viene adornado con su rareza.
Decisiones inequívocas que ayer tomamos, hoy, quedan aparacadas en el cubo de reciclaje , entre jirones de papel.
En el horizonte clarea. Pero hay amaneceres que ya no serán.