sábado, 30 de junio de 2018
LOS POSOS DE CAFÉ
lunes, 25 de junio de 2018
DOS GOTAS DE AGUA.
domingo, 24 de junio de 2018
LA OLLA DE LOS DESEOS
viernes, 22 de junio de 2018
PUERTA DE SALIDA
La ventana se abre, pero la amarra no se suelta.La ventana comenzó a succionar libros, manteles, alfombras, las sillas, las lámparas los anaqueles, todo salió por la ventana, pero ella permaneció amarrada a la argolla en un mundo sin personas, un mundo silencioso sin objetos de un intenso color verde esmeralda, incluso la argolla, incluso la cadena, sólo el color de su piel, sólo el color de sus ropas. Un croma intenso que no sabía si alguien recubriría de color. La ventana, la puerta a la libertad quedó abierta. El mundo en silencio y quieto.
martes, 19 de junio de 2018
FANTASMA
lunes, 18 de junio de 2018
CUERVOS
sábado, 16 de junio de 2018
GOLPE DE CALOR
Todo iba bien. Trote. Muy lejos de su mejor día, pero la velocidad no era el objetivo sino el fondo, resistir con holgura distancias largas. Todo iba bien al principio, pero justo cunado se encontraba en el punto más alejado, se tocó los brazos. No había sudor. Se encontraba raro y débil. La piel estaba caliente y sentía frío. Ya le ocurrió una vez. Se recuperó pronto, pero no sabía comopodía resultar ahora. el mar. Refrescar la piel para bajar la temperatura del cuerpo. el mar podía salvarlo. Le costó unos minutos detenerse, el cerebro empezaba a estar lento. Se se detuvo y se giró. Comenzó a andar desde la orilla, pero no llegó a sumergirse. Miró al cielo. el sol. LO había atacado. Golpeaba para acabar con él. Se tambaleaba. Lo miró desafiando, citándolo como aun torero, pero como un torero con el corazón partido por el asta de un morlaco. Miró al sol. y el sol se agrandó más y más. El viento solar empujó el aire. La luz le cegó. el mas se volvió oro e hirvió. Borbotones de agua salada sustituyeron a las olas. Y el sol lo enguyó. Silencio. Frío. Oscuridad. Un pie sumergido en un agua en reposo. Vuelven las fuerzas. Se levanta y se pone en pie. Mira alrededor y todo está oscuro. Se toca la piel. Íntegra. No se ha abrasado. NO comprende. El calor ha desaparecido. Ya no tiene fiebre. Mira a un horizonte invisible. Todo lo que era luz es ahora oscuridad. en el cielo una bola negra con un anillo brillante. Un eclipse. todo ha sido consecuencia de un eclipse. ¿También el golpe de calor? Quizás algún fenómeno físico puede relacionarlos. Un eclipse por sorpresa no es posible. Los eclipses se predicen con décadas o quizás siglos de antelación. Y está solo. No hay nadie alrededor. Nadie corre. Nadie nada. Nadie toma el sol. No hay curiosos con cristales ahumados dispositivos electronicos mirando el sol extinguido temporalmente. Coge el agua del cinto y bebe. Movimiento. No sabe qué debe hacer pero debe moverse. Camina con el agua hasta los tobillos. Es agradable que el ruido del agua rompa con su tintineo el silencio. Le anima el sudor que brota de sus sienes cuando acelera el paso. Sigue bebiendo. En el costado la brisa. Se ondea la superficie del mar. Camina aun más deprisa. Más y más deprisa. A su espalda el bullicio de niños que chapotean. no se atreve a mirar atrás. SAbe que no debe mirar atrás, pero juraría que la luz aumenta en los pasos que ha dejado. Enfrente oscuridad, la playa desierta a su paso, a su espalda ruidos, el bullicio de cuando salió. Se acerca a su destino, sin mirar atrás pero está seguro, a su paso amanece. No es un sol. Mira el astro oscuro con anillo de luz. No es un sol. Más bien es un espejo que refleja la luz de ese nuvo astro que emergió con su golpe de calor. Está llegando a casa, a veinte metros junto al semáforo, junto a la heladería empezó a correr. Termina de amanecer de nuevo. Se encuentra bien. No quiere mirar el reloj. No sabe qué ha pasado con el tiempo ahora que vuelve a haber luz. No sabe y no quiere saber. Para qué saber si ya es de día. Es de día. Basta.Suficiente. Ha superado su golpe de calor. Ha vencido al sol. "Cariños has vuelto de correr" "sí" "¿Has disfrutado?" Sonríe.
miércoles, 13 de junio de 2018
HORCHATA
lunes, 11 de junio de 2018
TEFLON
domingo, 10 de junio de 2018
RED ROOM
Quedaba un mes para el plazo. Había gastado todos sus ahorros , y en dos meses encerrada había sido incapaz de cerrar una página coherente. La soledad no estaba funcionando, y mira que la vivienda era una vivienda vieja, los ruidos de dilatación o contracción de materiales menudeaban. El aislamiento acústico era perfecto, nadie diría que estaban en el centro acústico de una gran ciudad. Al principio intentó seguir un horario de oficina, después Aprovechó las horas de la noche y por último absolutamente al azar, si creía que venía la inspiración escribía. Nada. Paseaba. Recorría los rincones de la casa. Orinaba cuando se ponía nervioso y seguía dando vueltas por el pequeño universo en que había decidido enclaustrarse.Cada semana le traían los encargos, los repasaba y saboreaba la sorpresa que siempre le traían para no caer en el aburrimiento, pero inspiración nada. Pasó tres días sin comer. sólo alcohol. Los escritores alcohólicos aguzaban la imaginación, pero él no.DE madrugada recorrió el piso. Estaba borracho. golpeó la pared hasta hacerse daño en los nudillos. volvió a golpear. La madera se hundió y una parte de la pared desapareció. Una luz rojo azafrán se abrió al salón a oscuras. La música de una caja de música con un tiovivo encima llamó su atención. Frente al tiovivo un espejo, en el que habia, rodeado de vapor condensado, la sombra de una mano. Un ruido a su espalda- Un patín rodó hacia sus pies. Miró de donde había venido y escuchó una puerta cerrarse.. En una pared fotos de niños. Un ruido a su espalda. Se acercó. Nada. Volvió a ver las fotos. Ya no eran fotos de niños sino de jóvenes. Diez muchachos y muchachas. De nuevo el ruido, nada. Volvió a su espalda solo había diez jóvenes. No sabía quien podía faltar. un nuevo ruido . No cayó en la trampa pero giró la cabeza y al volver a mirar el cuadro , en él solo había plasmados dos ancianos con las mismas ropas y la misma expresión.El de la derecha lloraba. Lágrimas rojas se deslizaban por dentro del cristal . Un escritorio con una rudimentaria máquina de escribir. Escribió . De corrido cien páginas. Salió de la habitación que se cerró con su salida. Apoyó y no consiguió dar con el resorte. Dos semanas después lo rescataron. Había corregido lo escrito, corregido por decir algo. El edito se entusiasmó. Fue un éxito. Le pidieron una nueva obra. Compró el piso y encargó a los decoradores que descarnaran las paredes y que estuviesen atentos a cámaras ocultas. No apareció ninguna. No volvió a escribir
viernes, 8 de junio de 2018
LA CHIMENEA
miércoles, 6 de junio de 2018
TORMENTA
No os vais a creer lo que me ha pasado esta tarde. A mi también me cuesta creerlo, pero es lo que ha ocurrido. Hechos crudos. Cuando he ido a trabajar ya había algunas nubes negras que se oscurecían en el cielo. Siempre que veo desarrollarse esos cumulonimbos me acuerdo de historias de ranas que aparecían en los patios transportadas por la lluvia. Nunca las creí. Los sapos, las ranas, en los lugares secos esperan pacientes aletargadas ralentizando su ritmo vital a una vida que se parece mucho a una muerte, y a veces llega a serlo en algunos desiertos si el chaparrón se retrasa décadas. La rana o el sapo, simplemente se olvidan de vivir y mueren. Pero si llega el chaparrón retoman una actividad frenética que les lleva a reproducirse en horas hasta que la lluvia pare. Cuando el sol evapore los últimos charcos, los renacuajos tienen que haberse desarrollado lo suficiente como para poder enterrarse y esperar una nueva lluvia. Nunca creí la otra versión. Nunca. Hasta hoy. He salido de trabajar a buena hora. Desde la mañana ya andaba cansado y la nube negra había alcanzado unos tonos plomizos que parecía que iba a estallar. Un trueno. El coche cerca. Vendrá la lluvia pero estaré protegido. Al trueno le ha seguido un vendaval. Las nubes se han arremolinado, el chaparrón ha estallado contra el suelo y para cuando me he dado cuenta me ha separado del suelo. Me ha hecho ascender suavemente. Al principio, cuando he visto mi coche he sentido miedo. Cuando he visto desde lejos las terrazas de los edificios el miedo ha sido mayor, sin embargo cuando los flóculos blancos y grises de las nubes me han rodeado, cuando los rayos me rozaban , me he sentido tranquilo. Me he sentido muy bien. Apacible.Después de unas semanas de mucho estrés, viajar en una nube que te ha succionado se antoja algo agradable. Las vistas han sido sorprendentes, aunque el inconveninete en contemplarlas desde una nube es que está nublado. Ver los torrentes de agua, los remolinos de granizo descender al suelo algo grandioso. La nube seguía un trayecto anárquico buscando el calor del ambiente. Pero en su zigzagueo se veía que su destino era la costa del Mediterráneo. A mi espalda una luz. Un arcoiris visto desde arriba. Eso es imposible porque el arcoiris no existe, es un efecto óptico, pero os aseguro que lo he visto desde arriba. Me he asustado mucho. Era difícil calcular la altura a la que volaba, pero fácilmente mil metros o más. Había ascendido suavemente pero me temía que el descenso, si la nube se quedaba sin combustible, sería mucho más abrupto. Pero no. Los truenos han cesado. la nube se ha convertido en niebla y me ha posado en el suelo en una colina cerca del mar. Me he dado cuenta en ese momento de que con la agitación del ascenso iba completamente desnudo. La niebla se ha empezado a disipar y he sentido pudor. Más aun cuando a menos de dos metros había una mujer desnuda que me miraba. Yo la he mirado. Nos hemos entendido muy bien y ha quedado preñada. Su barriga ha crecido de forma portentosa y en menos de media hora a parido a cuatro de mis hijos preciosos. Los niños, nada más nacer han gateado hacia una charca. Donde se han juntado con otras docena de niños de otras parejas. Los niños han empezado a chapotear y a comerse. Los hemos tenido que separar. Una pareja de pelirrojos solo ha encontrado un brazo de su hijo. NO se han enfadado porque es la ley natural. Ha salido el sol. Los niños son ya mozalvetes que se miran entre sí con miradas torbas. Un viento terral ha disipado la humedad y ha comenzado a cuartear la tierra. Me ha dado sueño. Los niños se clavan en el barro. He puesto el culo desnudo en el suelo. Abanicando manos y piernas me he ido hundiendo yo tambien en el barro. De mi boca han salido babas que me han cubierto de un paño sedoso. Hace calor. Ha desaparecido la luz. No sé cuanto tiempo permaneceré dormido. Espero que mis niños estén bien. No sé lo que tardará en llover.
martes, 5 de junio de 2018
OXIGENO
"¿Puedes abrirnos esto?" "¿En qué sentido?" "A lo largo" "Tardo nada" "¿Qué tal?" "Teneis que explicarme cómo habéis conseguido meter un bosque de bonsais en el interior de la bala" "¿Qué?" "Robles, hierba, pinos y coscojas un bosque mediterráneo en miniatura"