domingo, 29 de julio de 2018
QUEMADA
Cicatrizó. Pero quemaduras profundas que llegaron al hueso no permitieron que los injertos prendieran. No se atrevió a mirarse, sólo con la máscara de silicona veía a una muñeca con sus ojos prestados. No se atrevió a salir a la calle. Recibía visitas, pero sólo aceptaba hablar desde una pequeña ventana detrás de una cortinilla donde cualquier conversación adquiría el tono místico de una confesión. Muchos no se atrevían a visitarla, por no molestar, por repugnancia, por miedo o por desidia. Cada vez recibía menos visitas. NO le importaba. Se acostumbró a una vida autónoma monacal en que se prohibía salir por necesidades básicas solo en las últimas horas de la tarde o las de la noche. Se consideraba un monstruo, una aberración de la naturaleza, una muerte incompleta, una mirada sin rostro. RAra y huraña. En meses se quedó sola. Tuvo que hacerse muy desagradable para desprenderse de dos o tres buenos amigos. Buscó sexo oculta en anuncios oscuros de la red, donde compañeros perversos aceptaban de buen grado la relación con una mujer con el rostro cubierto. Su cuerpo no había sido dañado. Al principio tuvo asco, pero poco a poco los contactos se le hicieron más tolerables e incluso los anhelaba. Alguno buscó una relación mayor, cambiaba su perfil, permanecía en silencio durante un tiempo y volvía con otro. Pero cortó. Sus actividades sexuales se hicieron cada vez más sádicas y en un encuentro a punto estuvo de matar a su pareja. NO le asustó el daño. No abandonó por miedo a haberlo matado, sino porque en los momentos en que estuvo tan cerca de acabar con su vida experimentó un placer que nunca antes, ni siquiera cuando tenía sus rostro, había sentido. Lo dejó. Dejó los contactos, supo que no habría podido seguir sin que fuesen una excusa para experimentar con la muerte ajena, el asesinato y la sensación de impunidad. Lo dejó. No habría podido contenerse. Estuvo deprimida. Se dejó unas semanas. Cuando recibió una visita de una de las amigas que más habían tardado en abandonarla. Le habló de una nueva terapia. No quería un trasplante de cara. No era un trasplante. Era algo más avanzado. Células madre que podrían regenerar su rostro. Tenía riesgos, un procedimiento nuevo, pero podía ponerla en contacto con los cirujanos plásticos del hospital pioneros a nivel mundial.
"Es un caso difícil. No le puedo prometer nada" "No necesito promesas. ¿Puede hacer algo?" "creo que sí" Y así pasó tres meses con pequeños injertos e inyecciones por los rincones de un cráneo pobremente cubierto de una piel atrofiada. " "Ya está" "¿Del todo?" "Sí" "¿Soy como antes?" "Como antes excactamente no , pero tiene el aspecto de una mujer hermosa. ¿Quiere un espejo?" "Un espejo. NO sé" "Mírese" "Sabe cuanto tiempo hace que no me miro" "Mírese. Le gustará" "No soy yo" "Es usted" "No soy yo doctor. No lo soy" "¿No está feliz?" "Sí. supongo que sí" "¿No se gusta?" "Me gusta mucho, pero no soy yo" "Lo siento" "No lo sienta doctor. Mi vida anterior no me gustaba" "¿Qué?" "No me gustaba. Lamenté no morir en el incendio, no sólo por haber perdido mi rostro Ahora no soy yo. Y eso doctor me gusta" "No sé si termino de comprenderla. Quizás nuestro equipo de psicólogos pueda ayudarla" "Se lo agradezco, pero ya no soy yo. Y eso me gusta. Me gusta mucho" "Adonde va" "No lo sé. Lejos. Haré algo distinto. Saldré a la calle y caminaré hacia donde se dirija el viento" "Y después" "Ya veré. Estreno una vida. No tengo prisa. Adiós."
viernes, 27 de julio de 2018
EL HOMBRE SIN SILENCIO.
martes, 24 de julio de 2018
GINTONIC
"¿Que va a tomar?" "Un gin tonic" "Seagram, Bloom, Beefeater, Puerto de Indias, Tanqueray, Martin Miller" "Martin Miller" "Aquí tiene la carta de tónicas, tenemos 40 referencias" "Scheweppes" "¿Para la Martin MIller?" "Para la Martin Mliller la Scweppes se queda un poco corta" "¿Qué me recomienda?" "Tome usted esta, tien un toque más sutil a mar" "¿Es mucho más cara?" "Normalmente dos euros más, pero hoy se la voy a cobrar al mismo precio" "Quiere cardamomo, limón , pétalos de rosa fresas, pimienta, nuez moscada, sandía, melón" "Pare pare sólo una rodaja de limón" "Me gustan las personas sobrias. ¿El hielo?" "Pequeño" "No me refiero a eso. ¿Aqué tipo de hielo?" "Normal" "NO se atreve con algún hielo ecológico" "¿Qué es eso?" "Hielo sostenible de glacial. Tenemos de los Alpes de un par de zonas, con algunos fragmentos que tienen cientos de años, y una esquisitez un glacial de Groenlandia con más de mil años" "Pero eso sí será caro" "Mucho más caro claro. el transporte, la seleccion, porque no todo vale, le exclusividad de la explotación sostenible ecológica. El precio es muy elevado. Pero los matices, y mas para una persona sobria como usted merecen la pena le dan un toque único. Viene en hielos grandes y para que vaya soltando su sabor" "Vaya cara pone usted cuando me lo cuenta" "ES que lo del hielo ha sido algo delicioso" "SE va a poner uno para usted y otro para mí" "Señor no. Se lo agradezco.No debe" "Se lo ruego. Dos" "NO tiene gente ahora disfrutemoslo juntos" "Voy a empezar un nuevo embalaje del hielo Groenlandia para nosotros. Ahora verá" "Si que está buena" "El Groenlandia es increíble , un hielo con toques a musgo y turberas, delicioso, sorbo corto y conversación" "Sí que está bueno" "Más despacio. Más despacio. No apuro la copa. Está bebiendo con un hielo tal vez de mil años. La época de las catedrales" "Está tan rico que me cuesta contenerme. Pero al final le ha echado algo más" "No. Martin Miller, tónica, una rodaja de limón y nada más" " En mi copa hay algo más" "Imposible" "Y en mi boca. Ah" Deja en la barra a media luz lo que se ha sacado de la boca parece un gusano de unos tres o cuatro centímetros y cinco milímetros de grosor. Junto a él un alga enrollada. No se mueve. Le reconforta que no se mueva. No sabe si legustará saber lo que es. Ya está lamentado no haber escupido en la paepelera. El camarero arrastra con una pajita al gusano debajo del foco de luz amarillenta. Los dos acercan la cabeza. Se miran y vuelven a mirar. El gusano parece un pequeño brazo, y el alga una vez desplegada es una manga. "Es un bracito" "Es imposible que sea un bracito" "¿Como ha llegado un trozo de un aborto a mi Ginegra? SE los sirven también para mejorar el sabor. Todavía con una ginegra rosda, pero con mi Martin" "Señor no le tolero que dude" "No dudo. Esto es un brazo minúsculo de un feto" "Un brazo parece, pero de un feto no. Los fetos no llevan manguitas" "Entonces de donde ha salido" "Como no sea del hielo" Sacaron el trozo que aun quedaba sin fundir del hielo milenario. En él se encontraba, sin su brazo casi todo el resto del hombrecito. Se fue al congelador y sacó la bolsa con el resto de hielo. Extendierpn los cubos por encima de la mesa y encontraron al menos diez hombrecitos más. Algunos iban armados. Vestían con pieles que parecían harapos "Como han mandado esto así" "La recolección ecológica tiene ocndiciones muy estrictas. No se pueden retirar los ressos. Es loque le da su valor" "Un Martini de enanito no debe tener precio" "Oiga. Quien podía sospechar que Liliput existiese y menos en un lugar tan apartado como Groenlandia" "¿Qué va a hacer. Llamar al juzgado que levante los cadáveres o a sanidad para control de plagas" "¿Usted que haría?" "Lo mismo que usted" "Quien va a reclamar a muertos de mil años y más tan pequeñitos" "Además esto cambiaría la historia" "A mis hijos ya les han cambiado la historia demasiadas veces" "Está claro que sí"
"Usted de nuevo por aquí" "He tenido mucho trabajo, pero hoy me apetece relajarme. Y he decidido volver" "Todo bien" "Afortunadamente no pero por lo menos los libros de historia no han cambiado"
sábado, 21 de julio de 2018
LUNA EN MENGUANTE
viernes, 20 de julio de 2018
LA ALMOHADA
La tela vieja se desgarró. Cientos de plumas blancas se dispersaron entorno a ellas semejando una nevada. Instintivamente alargaron las manos intentando atrapar unos objetos tan efímeros. Imposible al cerrar se impulsaban y ascendían aun más. Dejaron de intentarlo, el viento dispersó las plumas, la almohada destrozada quedó en el suelo. La mayor la removió con la punta del pie.La menor intentó agrupar las pocas que cayeron en el jardín de la casa.
"Toma. Ya no me interesa. Tú la has roto. Te la regalo" "No he sido yo, si la hubieses dejado en su sitio no habría pasado nada. Yo la arreglaré" Y lo hizo. Zurció el agujero. La rellenó de plumas de ave. y durante un tiempo la usó para dormir hasta que se cansó, redecoró la casa y la dejó en la basura. Cuando lo hizo, su hermana la vio y bajó al contenedor a recogerla. Aunque la escondió, en alguna noche melancólica recurrió a ella.
miércoles, 18 de julio de 2018
TU REFLEJO.
EL DETECTOR DE METALES.
lunes, 16 de julio de 2018
LA MUESTRA
miércoles, 11 de julio de 2018
PROPOFOL (6)
Ya me estoy despertando. NO he notado nada. Qué bien me encuentro. Podían prepararme un tuper de esto para las noches de insomnio. Muy agradable. Tenían toda la razón. Qué equipo tan simpático. Aun estoy débil pero con una enorme sensación de placer. Me debato entre seguir durmiendo o abrir ya los ojos. Me han dicho que no podré conducir, pero tengo tareas esta tarde. Los ojos. Los abro pero no entra más que la luz tamizada por un tejido blanco de algodón. El tacto sobre la punta de la nariz es áspero. Tengo que haber salido del quirófano. Me llevan, siento en mi espalda el rodar sobre las prominencias del suelo. Le pediré que me aparten la sábana, cuando pueda parpadear, no quieren que mis ojos sufran, tapados, sin luz, después podré ver. saludar a los doctores y a todo su equipo y felicitarles por su trabajo. Me duele el pecho. Una mala postura. Me lo advirtieron, para trabajar a veces tienen que mover tu cuerpo como el de un contorsionista para pasar las curvas del colon, el doctor puso mucha pasión en su explicación, se nota que le gusta la técnica de su trabajo, da gusto ver a la gente apasionada con su labor. Una puerta automática. Bajamos. Un ascensor, la puerta se cierra a mi espalda. el celador se ha apoyado en mi pierna. Tamborilea con los dedos sobre la parte delantera de la tibia. Me molesta. Enseguida cuando me despierte se lo diré. NO debe hacerlo, es una sensación desagradable cuando te estás despertando y no te puedes mover. Una planta. Salimos. Casi me tira de la camilla. Ha chocado. Usa la camilla como si fuera una vaquilla en pos de una enfermera. Me quejaré. Cargaré las tintas. Deberá dar gracias si no es despedido por desconsiderado. Estaba tranquilo y por su culpa tengo más ganas de despertar pero aun ni parpadeo. Suerte que la sábana me protege si no la luz me deslumbraría. SE abre otra puerta. Me levantan. Cambio a otra camilla que se desliza. Choco con los pies contra un fondo de metal helado. Hace frío. La puerta se cierra y todo queda a oscuras. El despertar no está siendo tan agradable. Pasan los segundos en silencio. Los minutos y los días. De nuevo la luz. otro traslado. El cuerpo a una superficie helada. Ahora sí me retiran la sábana. Luz de neones cenital. Dos hombre vestidos de cirujano. ¿Qué van hacer?. Me abren el tórax de arriba abajo me abren el abdomen. Tocan mis vísceras y toman muestras de algunas. Una sierra justo por encima de mis ojos. Eso es una muestra de mi cerebro. Mi cerebro no quiero que quede mutilado. Me tapan de nuevo. Me cambian a una superficie aterciopelada y mullida. De nuevo la oscuridad. Un nuevo traslado. Pasamos del calor del verano al frío. Una iglesia. Cantos. En volandas. Salgo. Me colocan en una superficie y me llevan. Ruidos de ladrillos. De nuevo en volandas. Quietud. Ladrillo. Golpes sobre los ladrillos. Llantos a lo lejos y silencio. Cada vez hace más calor. Pasan los segundos, pasan las horas, los días y las semanas. NO he conseguido parpadear. Mi cuerpo se descompone, la grasa, las vísceras y los músculos, y sin embargo sigo vivo. Es posible que haya alcanzado la inmortalidad. Nadie me contradice.