Ahí estaban, sus fotos, los correos que habían significado mucho para ella.Una única carpeta que estaba sombreada, señalada por un golpe de ratón. Uno más y el
delete se consumaría. Elevó el índice un centímetro, comenzó a bajarlo ... y lo detuvo. Arrastró la carpeta desde el escritorio a otra de varios. Y si...
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