La sala uno de endoscopias de la
Arrixaca parece un quirófano. Es la única que no tiene luz natural. En ella se
desarrolla la endoscopia que bordea los límites de la realidad. Una endoscopia
que enlaza directamente con el futuro. Sólo las élites son capaces de alcanzar
tamaño potencial tecnológico. Los residentes y el personal auxiliar y de
enfermería se sienten muy dichosos de poder trabajar allí. Sus médicos son de
entre nosotros los que más se parecen a un cirujano mediano.
“Hola abuelico ¿Cómo está usted?
Sabe lo que le vamos a hacer” “¿Qué?” “Le vamos a meter un tubico por el culo
para verle los intestinos que tiene usted mucha anemia” “Yo no quiero que me
hagan eso” “No le vamos a hacer daño” “Me da igual a mi no me van a hacer eso”
“Llamo a su familia”. El Dr Serrano sale.”Miren que su padre” “ No es mi padre
es mi bisabuelo” “¿Su bisabuelo? Pero ¿Qué edad tiene?” “ Va a hacer los ciento
veinte años este agosto” “Coño. Se conserva bien” “Tiene sus trucos. Si me
dejan a solas lo convenzo”. Salen todos de la sala y entra una mujer muy alta muy delgada y huesuda. Vestida de
negro. Desde fuera se oyen ruidos aspirados. “Ya está” “Oiga que con su edad si
no quiere no lo vamos a forzar” “Si quiere por la cuenta que le trae” El
archianciano está en la cama acurrucado. “¿Vamos?” “¿Qué remedio me queda?” “Si
no quiere yo hago lo que usted me diga” “Déjese de chácharas y comencemos”
“Pero si le molesto me lo dice” “¡Empiece!”
Andrés es muy elegante haciendo
endoscopia. Le gusta que la elegancia se note sin decirlo. Movimientos precisos
y poco aparatosos. Sin que el anciano hiciera un gesto tenía un metro de tubo
metido en los intestinos. Y se fue la luz. Toda la luz incluso la de
emergencia.
“Elena ¿qué has tocado?””Yo no he
tocado nada. Se ha ido sola” “Enseguida comenzará a funcionar el generador.
Señor no se ponga nervioso que ya viene” Pasan dos, tres minutos, del silencio
se pasa al murmullo. “Abrid la puerta por lo menos que vea algo. Si seguimos
así tendré que sacarle el tubo a este hombre” “La puerta no se abre” “¿Cómo que
no se abre?” “Ayudadle”. Volvió la luz. El tubo reposaba en la camilla y el
anciano había desaparecido. “¿Y el viejo?” “A mi no me eches la culpa” “Si no
he notado nada” “Aquí no está” sentenció Pascula la auxiliar. “ ¿Y qué le digo
a la familia?” “A mi no me mires. Yo soy residente” “Pero esto no me ha pasado
nunca. Déjame el busca Elena que llame a seguridad” “Toma está marcado” “Oye
Seguridad. Te llamo de endoscopias. Soy Andrés Serrano. Estaba haciendo una
colonospia a un anciano, se ha ido la luz y ha desaparecido. ¿Aspecto? Pues de
viejo viejo y en pelota porque estábamos haciéndole una colono ¿Edad? Ciento
veinte años. Oye .Menos risas que a ver qué le digo yo ahora a la familia. El
viejo se ha ido de la sala. Buscadlo vale. Yo salgo a informar a los
familiares”. Sale rascándose la sien y mirando hacia la izquierda. Engola la voz “Tengo algo que
decirles. No sé como explicárselo” “Lo ha hecho otra vez” “No la entiendo
señora” “Desaparecer” “¿Desaparecer? Sí, sí” “¿Puedo pasar?” “Por favor” La
señora saca un espray del bolso y comienza a pulverizar las esquinas. Debajo
del fregador, con el líquido del azul del espray empieza a tomar forma el cuerpo
arrugado y desnudo de un viejo sentado en cuclillas.”Prometiste que no lo
harías más. Nos vas a delatar a todos” Lo coge de la oreja azul y lo arrastra
hacia la camilla. Le echa un poco más del líquido en el trasero y las nalgas
arrugadas los testículos y el ano toman forma y color azul “Prosiga doctor
Serrano” “Mire yo así no puedo hacerle la colonoscopia, usted está coaccionando
a este señor. La endoscopia solo se puede hacer libremente” “¡Que se la haga!”
“Hemos terminado señora. Señor ya puede usted aparecer que hemos terminado” El
anciano apareció pero como estaba pintado de azul sólo cambiaron de aspecto el
pie derecho los brazo y los ojos.
La gente se extrañó al ver salir
a un anciano teñido de azul. Le sentaba muy bien.
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