Aún no ha amanecido detrás de mi ventana. En media hora la luz de la canícula lo invadirá todo. El Sol amanece cada día. Hay amaneceres menos frecuentes. El amanecer frecuente se desvirtúa. El amanecer ocasional siempre viene adornado con su rareza.
Decisiones inequívocas que ayer tomamos, hoy, quedan aparacadas en el cubo de reciclaje , entre jirones de papel.
En el horizonte clarea. Pero hay amaneceres que ya no serán.
1 comentario:
Hoy me he levantado a las seis de la mañana, y a las siete menos cuarto aún de noche he salido andando por senderos monte arriba a la Sierra de Carrascoy.
La mañana ha sido agradablemente fresca y he visto amanecer sobre mis hombros, mi cabeza, mis ojos....es una sensación extraña pero reconfortante...todavía me quedaban dos horas de caminar por el monte...los amaneceres son casi subjetivos...un abrazo de azpeitia
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