domingo, 29 de abril de 2018

LA CAJA DE PIZZA

"¿Qué llevas ahí?" "¿Donde?" "En esa caja de pizza" "¿Tú que crees?" "Lo normal sería que llevaras una pizza" "Eso sería lo normal. Pero estamos en el mundo de ast" "Sí, siendo personajes del mundo de ast el abanico de posibilidades se abre hasta el infinito. Arriesgate" "No sé. Si fuese una caja más grande, conociendo a Antonio pensaría en trozos de alguien asesinado" "Es una buena opción. Si fuese una caja más grande" "Pero podrías llevar por ejemplo las manos. Unas manos amputadas sí que cabrían en la caja fina de una pizzería" "Unas manos es una buena idea" "¿Son unas manos?" "No" "Entonces déjame pensar. Ya. Si lo abrieses, se abriría una puerta hacia otra dimensión, una puerta por la que podría entrar y descubrir un mundo perdido. Bajar por una escalera y encontar lagos y elefantes, y quizás un tigre" "Eso me gusta. Abrir la tapa y pasar a un mundo perdido. Interesante y excitante" "¿Es eso?" "No. Para nada" "Una pizza bomba. Al abrirla una explosión nuclear que destruye media ciudad" "¡Qué exagerado!" "Si no es eso déjame pensar" "Piensa, piensa" "Podrías ayudarme con el clásico caliente caliente o frío frío" "Eso es una vulgaridad" "Pero si no me ayudas no creo que vaya a acertar nunca" "Y si no aciertas, lo interesante del juego no es el final sino el transcurso de las sucesivas jugadas" "Veamos ast trabaja en un hospital con trasplante hepático. Ya está, llevas un hígado recién explantado para ser trasplantado" "Ja ja ja ja" "¿Por qué te ríes?" "Un hígado humano es más grande, la caja tendría que ser un cubo, en todo caso una loncha de hígado o de foie gras" "Podría estar deshidratado antes del trasplante, con eso el tamaño se reduciría mucho" "Supongo que eso lo alteraría" "O no" "No lo sé" "Si no un hígado un riñón" "VEs un riñón sí que podría ser aunque no sea un órgano tan noble como un hígado" "He acertado. Es un riñón" "No" "Pero me parece que me voy acercando. VEamos. Ast, aunque lo tiene olvidado ha escrito muchos relatos sobre Vlad, el vampiro afincado en murcia. Pensado en ast ahí llevas...dos bolsas de sangre fresca recien extraída" "Me gusta pero no. Vlad hace tiempo que no aparece, lo que no significa que esté olvidado, en cualquier momento podría remontar el vuelo o sublimarse" "O un par de estacas de la cazavampiros de Beniaján" "No no . Tampoco. Ese cazavampiros era pólvora mojada cuando intentó cazarlo, se abandó, no hizo honor a su padre e incluso se lió con él. Dudo que tuviese las estacas bien afiladas. No son sus estacas" "Ya no se me ocurre nada" "Porque no eres ast. Si fueras se te ocurriría algo. Te doy una última oportunidad" "No quiero más oportunidades, ya no me divierte el juego" "Piensa en algo mucho más prosaico" "NO me enfades, he terminado de jugar. Nunca llegaría a averiguarlo" "Está bien. No te enfades. Sólo quería divertirme" "Ya no quiero divertirme más" "La respuesta es que es una caja vacía. Mira. Ves. Nada. Sólo manchas de la grasa del queso de la pizza y un poco de tomate" "¿Y qué haces con ella?" "No. No pienses cosas raras. Algo de lo más normal. La llevo al contenedor azul para reciclarla" "Te acompaño" "Si está aquí ya" "¡¡Cuidado!!" "¿Qué? Me has asustado?" "Me había parecido que podía haber alguien en el contenedor" "Qué locura . ¿Cómo va  a haber nadie en un contenedor?" "Esto es el mundo de ast" "Eso sí" .

KILOS

Era delgada. De niña. En la adolescencia envidiaba las tetas de las compañeras más rellenas, sus culos prietos y respingones. Seca. Los pezones adheridos a las costillas y las nalgas hundidas. Ahora me acuerdo. Con la adolescencia, mi apetitio mejoró. Encontré placer en comer. Un placer que aliviaba las penas que menudeaban. La tristeza se pagaba con pan y chocolate, la melancolía con nutela, los sinsabores con mermelada de fresa y la desazón con cacahuetes y patatas fritas. Ya no era delgada. Algunas zonas de mi cuerpo no cabían en ropa que solía ponerme. Mi madre me dijo que tenía que ponerme a dieta. Yo. Yo soy...era delgada. Nunca había hecho dieta. Imposible hacer dieta. Si no dieta, ejercicio. ¡Qué pereza! ¡Qué fatiga!¡Qué cansancio! ¡Qué dolor! ¡Qué hambre!El frigorífico. Los estantes en la cocina. Nutela, patatas y frutos secos. Un litro de cocacola y de postre flan. Kilos. El cuerpo ensanchaba, se insuflaba en los brazos y los muslos, plegando la piel entre los flóculos de grasa.La ropa, mi preciosa ropa no me cabía. pero no era importante. Siempre tenía calor. En invierno y en verano. Mucho calor. Tenía que beber a todas horas. La cantidad de agua superó todos los límites, meaba cada diez minutos. Me analizaron la orina y descubrieron que era diabética. No pasaba de ahí. Una solución. Eso pensaba mi madre. Un balón o una cirugía de bypass. ¿Y la comida cuando?. Adelgazar para qué. No poder comer. Olvidarme del único consuelo que me quedaba en mi vida todavía corta. Me llevaron al mejor especialista, al Dr Luján. Garantizaba reusltados, un estómago como el de un bebé. No necesitaría comer. Eso me puso triste. Compré una bolsa de patatas extragrande y me senté en el sillón de la esquina del salón a comer. Puñados de patatas que se convertían en dos giros de la lengua en una masa salada llena de azúcares y sabores. Deglutía y otra más. El sillón se se quedó pequeño. Un día a la vuelta del baño, un brazo se quebró, con el la pata y el sillón colapsó, todo. Menos mal que no me rompí nada. Rulé unos metros, me apoyé en el marco de la puerta y conseguí levantarme por mi misma. Mi madre acudió. Le pedí otro sillón parecido, pero más grande, a mi sillon favorito . Se negó. Antes debía adelgazar cincuenta o cien kilos, como si eso fuera fácil. Me contenté con un taburete por el que chorreaba la grasa de mis nalgas y la de mis muslos cubiertas por mi túnica eterna. Mis sobrinos empezaron a pasar el día en casa cuando mi hermano se quedó solo. Los niños pequeños se sentaban sobre mi, me alimentaban, se dormían sobre mi cuando buscaban el calor en los días fríos. Er aagradable. Me estaba convirtiendo en un sillón. Si se dormían me levantaba y los acostaba, pero depués mis rodillas ya no me permitían levantarme y permanecía día y noche sentada en el taburete que se había acoplado a mi cuerpo como un piercing enorme. Un día llegaron los niños corriendo. Un portazo. Corrieron hacia mi, saltaron sobre mi regazo, estaba dormida, no los esperaba y me golpeé la cabeza contra el aparador a mi espalda. Lloré de dolor. Los niños se asustaron. No les dije nada ni siquiera cuando perdía el control de mi cuerpo. No notaba nada, las fuerzas se diluyeron, incluso dejé de ver. Solo podía escuchar y asi sentir un corazón que se fue parando. Pero seguí oyendo. Nadie en la casa se extrañó de mi inmovilidad. Los niños se acostaban sobre mi y a veces pasaban toda la noche confortables entre mi grasa mullida, pero no comía, y no porque no estuviera triste, no podía, me moría de hambre y no podía comer. Pasaron los días. Los niños dejaron de acostarse sobre mi porque no encontraban la postura en un cuerpo que se consumía. Cuando los niños dejaron de usarme, ya no serví para nada. Un sillón de una tapicería tan arrugada con un solo pie de un taburete incrustado era un diseño horrible. Ni los niños ni mi madre parecían recordar que en un tiempo ese mueble fue su hija y fue su tía. Llamaron al teléfono que había junto a los contenedores para que pasaran a recogerme. Me dejaron junto al contenedor de basuras a las ocho. Varias personas, algunas horribles, se interesaron por unos muebles de segunda mano que se pudieran reciclar. Nadie se decidió. Alguno incluso me pellizcó. A las nueve un vecino de otro bloque bajó un frigorífico. La puerta medio descolgada se abrió. desvencijada y retorcida tenía un bote de nocilla volcado en una se sus lejas. El contenido, flluido por el calor goteaba y caí directo sobre mi cabeza, chorreaba y se intrroducía entre mis labios. Ese sabor a chocolate, aunque pasado y un poco ácido comenzó a reanimarme. Tuve algunas sensaciones en los brazo, y en las piernas. Una vuelta a la via aunque algo más delgada. Llegó el camión. Los operarios cerraron la puerta del frigorífico y la ataron con cinta de carrocero para que no se volviese a abrir. Me quedé más débil y más desilusionada, mi regreso a la vida se había visto frustrado. Nada me interesaba ya.

viernes, 27 de abril de 2018

LA FISIO

"Buenas noches" "Benas noches" "Ha tardado usted en contestar" "Aun no era la media noche" "Por dos minutos" "Por dos minutos aun no era la media noche. Su cita era a medianoche" "Sí a las doce. Ya me insistió su secretario" "Entonces está usted hablando de mas" "Pero si la cita es a media noche y usted está ahí, ¿Qué le costaba dejarme pasar? Seguro que tiene una sala de espera mucho más confortable que esta noche tormentosa. Me he calado. Mi contractura me está matando" "Yo pongo las normas" "Pero yo le pago" "Aun no ha pagado nada. Está a tiempo de marcharse" "No se enfade. Estoy nervioso. Llevo varios días sin dormir bien por culpa de mi contractura" "¿Entonces va a entrar?" ""Me gustaría. Me han dicho que usted es la mejor. Aunque no es muy popular" "Admito a  pocos clientes. Sólo casos desesperados" "Lo sé. También sé que en esos no ha fallado nunca" "Me halaga que se haya informado tan bien" "No sabe el año que llevo" "Esos dolores de la espalda alta entre ambas escápulas son muy molestos, sobre todo cuando se sienta y escribe al ordenador" "Exacto. ¿Y usted como lo sabe? No recuerdo haberselo contado" "Hace demasidas preguntas" "¿NO v a encender la luz?" "La luz dispersa la energía. TRabajo en la oscuridad, centrado en el lugar del problema. Es mejor sin luz. Acuéstese ahí" "¿Eso son cañas?" "Cañas secas sí" "¿Me quito algo?" "Todo" "Es en la espalda" "Cuando digo todo, me refiero a absolutamente todo. Me está cansando" "Adonde va. No me deje solo. ESto está muy oscuro. Hay cosas que se mueven a mi alrededor. Vuelva por favor" La puerta que se había cerrado se volvió a abrir. Un candil con una luz tenue que oscilaba con una respiración estertorosa oculta bajo un velo negro. El resto del cuerpo desnudo, una piel blanca, unas hechuras delgadas con arrugas resecas por cada rincón. Blanca o traslúcida. Caminando lento, pausado con la espalda mucho más recta que los ochenta, noventa o cien años que podía tener. Se puso al lado de él. Se encaramó en un taburete y se sentó encima de su espalda a la altura de la cintura. Dejó el candil a la derecha se cuerpo a la altura exacta de la contractura. Estaba espantado sintiendo el sexo reseco de la anciana sobre su espalda. Giró la cabeza y trató de hablar pero la mano sarmentosa con uñas largas le sujetó y le clavó el rostro contra el lecho de cañas. Podría haberlo asfixiado. Lo habría hecho si no hubiese sentido su derrota y humillación. La oyó chistar junto a su oreja.mientras soplaba sintió la salivilla  salpicar su oreja. Y comenzó el masaje. Intenso sobre las fibras musculares que formaban un nudo entre la escápula y la columna. Cada vez más intenso. Masaje. Masaje. Dolor. Y las uñas se clavaban en la piel. Fue a quejarse y la abuela le chistó . Quizo moverse y con la otra mano le clavó las uñas en el cuello perforó la piel y el hueso y llegó a la médula. Dejó de sentir del cuello hacia abajo. Con el reflejo de un relámpago en la ventana pudo ver los dedos de la mano izquierda de la anciana clavados en su cuerpo, urgando en su carne, Buscando algo dentro de su cuerpo. Sin dolor, sentía curiosidad, curiosidad por no sentirse morir con una mano completa retorciendo las víceras de su cuerpo, sin tos, sin vómitos de sangre, sin un solo estertor. Y de repente un quejido , un grito muy agudo como de un gato pero de un timbre mucho más desagradable. Un grito penetrante que le dolió más que la penetración de las uñas en su carne. Un nuevo rayo iluminó los ojos verde esmeralda de dos critauras del tamaño de un gato, pero de rostros horribles y dorsos alados con membranas. Las criaturas huyeron. Las manos de la vieja salieron de su cuerpo. La piel se cerró a su paso. Empezó a sentir las piernas. La anciana cayó vencida y se tumbó en su dorso. Esperó seis horas a que despertara. Ya no sentía dolor de espalda. La mujer despertó, se levantó, se vistió, caminó arrastando los pies hacia el cuarto por donde había salido. Sin dolor le preguntó " No me duele. ¿Qué le debo?" "La voluntad. Era más grave de lo que parecía". Volvió a casa con las primertas luces del sol ya sin dolor.

EL CONTENEDOR

Bajar la basura. Podría haberlo dejado para mañana, como vengo haciendo desde hace una semana. Pero hoy no. En realidad no es posible. Los restos de sandía, las tripas del pescado y las espinas fermentan. Mañana el olor sería insoportable. No hay opción. tirarla por la ventana tampoco. Pudo ser una vez que vine borracho y la arrojé, pero imposible repetirlo, los vecinos me tienen ya enfilado. No quiero darles nuevos motivos. Bajo. El contenedor subterráneo está a la vuelta de la esquina, pero me da tanta pereza... Hace calor. Cien metros. Insoportable. Pongo en mi mente el olor que desprendería después de una noche bochornosa. El primer contenedor está lleno, no cabe ni una bolsa más. Bordeo los enseres que mis vecinos han bajado. En el otro hay hueco. Subo el asa Introduzco la bolsa en el cuenco y lo bajo. Escucho un ay. Levanto el asa y miro entre los resquicios al fondo. Me habré confundido . Alguna rata o un gato. "¿Cómo tiras botellas aquí idiota? Las botellas de vidrio se reciclan en el contenedor verde. Me has despertado y me has dado en la cabeza" "¿tú quien eres?" "La persona a quien has estado a punto de partir la cabeza. Estoy sangrando Dios. Estoy sangrando" "No era mi intención hacerte daño" "Lo del reciclaje no va por ti" "A veces si" "Pocas veces. En los últimos dos meses ni una sola vez" "¿Y tú como lo sabes?. Eres un policía ocupado de controlar el reciclaje?" "No lo soy" "Y sin embargo llevas el control de mi basura" "Cada uno lleva el control de su casa o de su trabajo como puede" "¿Vives ahí abajo" "vivir vivir no, pero estoy aquí abajo desde hace un tiempo.Quizás demasiado" "Y no sales de ahí" "¿Para qué?" "No sé. Para vivir como otros seres humanos" "¿Como tú?" "Por ejemplo" "Tu vida es una mierda" "Oye  oye. ¿Y tú como lo sabes?" "Por tu basura. Tu vida es un mierda enorme" "Tanto no" "La mierda más grande del mundo" "Me parece que en comparación con la tuya salgo ganando. Vivir en un contenedor subterráneo de basura no es un alojamiento ideal ni mucho menos" "No te confundas. Tengo de todo. vivís en una civilización del derroche. ¿tienes prisa?" "NO" "¿No sientes curiosidad?" "No mucha" "Dime la verdad. Estás muy intrigado. Te lo noto" "En absoluto" "Tu tono te delata" "De acuerdo . Un poco de curiosidad sí que tengo" "Quieres ver esto" "No sé. Pero no quepo por aquí" "Puedo subir toda la plataforma. Espera. Puedes bajar""Está muy oscuro. ?¿Está muy alto?" "NO. Dejate caer. Menos de un metro" "No veo nada" "¿Has cenado?" "No" "¿Qué quieres cenar?" "Huele mal" "Pronto te acostumbrarás. Te apetece pizza, o prefieres ensalada" "Pizza no estaría mal" "A las nueve y media" "Pero si no has llamado" "Vendrá a las nueve y media. Un individuo delgado y encorvado llega siempre con una caja y la mitad de una pizza margarita a esa hora!" "Vamos" "¿Hora?" "Nueve veintiocho" "Puntual Atento que no se abra la caja" "La tengo. Huele muy bien" "Come . Yo no tengo mucha hambre" "Está muy rica" "¿A que ya no notas el olor?" "NO" "Termina pronto que enseguida vienen del super con los postres pasados de fecha" "A ver si nos intoxicamos" "No pasa nada sólo son uno o dos días. Atento. Ahí. Mira qué rico , hoy incluso arroz con leche" "¿No habrá un tiramisú?" "Pues sí. Aquí lo tienes" "¡Qué rico! Sabes, no se está tan mal aquí" "NO me falta de nada" "La luz del sol" "Eso sí un poco. ¿Te quieres quedar ?" "Me lo estoy pensando" "En fiestas es todavía mejor, y sin tener que trabajar ni un minuto" "Es tentador" "Serás mi mejor amigo" "Vale si es así me quedo. ¿qué desayunamos mañana?"

miércoles, 25 de abril de 2018

EL LAGO

En Zurich el agua del lago se volvió rosa. No un rosa casi blanco, sino un rosa fuxsia intenso y fosforesecnet een las horas del atardecer. Lo sorprendente es que nadie recordaba el momento en que ocurrió. Unos decían que fue el martes, otros el miércoles, y otros insitían en que ni siquiera se habían dado cuenta, de hecho cuano se enteraron se acercaron masivamente a la rivera del lago y admiraron el fenómeno. Vino el tiempo de las noticias. Todos los telediarios se abrían con la imagen rosa fuscisa de las aguas del lago. Imágenes sin palabras que hablaban por sí mismas. Después vino el momento de los científicosy los expertos que elaboraron teorías. Bacterias oxidativas dijeron algunos espoleadas por el calor del cambio climático. Algunos historiadoresencontraron un evento similar en el siglo I después de Cristo bajo la dominación romana. Otros historiadores, sin embargo lo rebatieron con argumento muy poderosos. Aun otros juraron haber enocntrado signos inequívocos de contaminación química en el lago. Se clausuraron todas las industrias sospechosas hasta disponer de los análisis de las aguas. Y los análisis vinieron yno encontraron ningún producto tóxico conocido. Los submarinistas se sumergieron y , desde la psuperficie hasta lasismas más profundas, el resultado fue óptimo. La vida animal y vegetal no se había resentido. Desmontadas las dos teorías de partida, los paseantes y correadores de alrededor del lago repararn que hacia el Sur, en las cumbres de los Alpes, las nieves también tenían el color fucsia de las aguas del lago. Quedaba claro que el origen era el deshielo de la nive rosa, pero en los debates se concluyó que eso so lo desviaba el problema, pero nada aportaba a la solución, salvo que las nuevas nieves llegaran prístinas al suelo. Eso tranquilizó mucho hasta que alguien propuso horadar los glaciares paraanalizar los estratos del fondo. También eran rosa fucsia. Esas nieves fósiles en contacto con la roca, también habían cambiado su color.Habían pasado suficientes días para comprobar que la vida seguía a pesar del cambio de color de las aguas y laas nieves. Todavía quedaba la reserva del futuro. Podría ocurrir como con la radiación, sin efectos en el corto plazo, pero mortal con el paso del tiempo. Se estableció un sistema de alertas. in causas, sin tratamiento, nadie podía garantizar el futuro. tocaba esperar que las aguas, que las nieves se aclararan. Podía llevar años o siglos. O esperar a que cayeran las primeras víctimas, un goteo, quizás se quedase ahí o quizás no, lo que supondría el final de la humanidad. Laespera se hizo tedio.Las crónicas aburridas. Los análisis ineficaces. Hasta desaparecer de los medios. Del todo. El rosa se convirtíó en un color cotidiano. en un parque alguien miró al cielo. el cielo era rosa de un rosa intenso. Un rosa fucsia. Esa era la causa del color de las aguas y de las nieves.

CHAMPAN Y ORFIDAL

Solo. Un día te encuentra con que todos se han ido. O no sabes si se han quedado y el que se ha marchado has sido tú. El resultado el mismo. Un horizonte que se extiende a los cuatro puntos cardinales.Nunca habías reparado en que existese un horizone, y ahora existen al menos cuatro  que se funden  y un cielo infinito. Y hay un mar gris plomo a pesar de un día soleado. Una maleta sin deshacer. Unas sábanas revueltas después de una noche durmiendo solo. Dormir un sueño en una noche de vigilia. Sudor frío. Y espasmos. Llanto inhibido y una brújula desnortada. Silencio, por dentro y por fuera. Más silencio.Más aburrimiento. Desganas de todo. Desganas de vivir. El entramado se cayó. Un entramado endeble, vencido por los vientos., por las mareas y sobre todo por los silencios. Una puerta se cerró sin golpes. Un efecto de succión. Un cordón umbilical que se parte. Adentro el calor. Afuera frío.  El futuro previsto adentro. La nada afuera. sin esperanza.El reloj de repente se detiene.Una hora infame grabada a fuego en la piel, en la grasa, en el músculo, en el hueso y en el alma. Si vieras la herida podrías restañarla, o al menos intentarlo. Temblores. Falta de aire. Noches de insomnio. Impulsos aplacados. Ahora qué. Ahora qué. Caminar hacia adelante incluso cuando sientes que das pasos hacia atrás. Pero tantas noches sin dormir hacen que las fuerzas flaqueen. Y el mar. Las olas. Los recuerdos. Las distancias pequeñas. Los olores. Y el sabor. La tristeza y los sorbos de alegría puede ser que quedaran atrás. Sombras. Noche. Días. Sombras. Noche. No sabes si has dormido. No sabes si has bebido. No sabes si has comido. Tienes hambre y tienes sed. Hiedes. Suena el timbre. Los ecos agudos atronan en tu cabeza. Nueva llamada. Una cara conocida. Una voz conocida. El mundo no ha desaparecido. Todo sigue ahí. No eres un superviviente de un mundo que no merecería ser vivido. Luz. Entre la niebla. ¿Qué haces?. Te vienes conmigo. Me voy. Sombras y luces. Tristezas y alegrías. Insomnios rotos con pastillas de orfidal. Y la vida amanece por el resquicio de una puerta. El calor derrite el hielo. El corazón hibernado comienza a latir. Pop. Pop. Pop. Pop. Un día la cara se relaja y vuelve la risa, suave, sin querer, como un intruso no deseado, la risa, la sonrisa se abre un hueco y se queda. Una noche es consciente. La risa ha vuelto. NO recuerda después de cuando. Pero está ahí. Champán. Cualquier evento requiere una celebración.Champán. Corriente. O cava. Descorcha. Y el estallido del champán, el tapón expulsado hasta el techo le evoca el timbre que lo devolvió a la vida. Ríe. Pero todavía no viene el sueño. Champán, brindis y orfidal.

miércoles, 18 de abril de 2018

EMBARAZOSO

"¿Me ha llamado?" "Pasa Lola" "Ya se ha enterado" "Siempre nos enteramos. Las mujeres no sabéis mantener un secreto" "Alguna zorra se habrá chivado" "Tienes mala boca" "Sólo describo" "Mala boca. Eso no me gusta" "Lo siento entonces" "Lo del mal carácter podría pasarlo por alto, pero lo otro..." "Una cosa trae la otra" "No te alteres que en tu estado" "A mi hijo le dará igual si su madre tiene carácter. Quizás se sinta orgullosa""No seas chula, que ahora te vas, pero despues querrás volver cuando tu situación cambie. Lo del pan debajo del brazo es un camelo. Lo sabes verdad" "Lo sé. No va  a ser el primero" "Lo siento" "Tengo mala memoria. Trabajas bien. Eres puntual. No te entretienes en chácharas. Si no fuese por esto podríamos haberte ascendido. El sueldo de una encargada es mayor" "Alo mejor si me lo hubiesen dicho" "No podemos andar anunciando como va nuestro personal. Es mejor dejar hacer, observar, quitar las manzanas podridas, podar los grupos. Hemos hecho bien en no decirte nada. Tú sola nos has fallado" "Quedarse preñada no es fallarle a nadie" "Una baja por maternidad no es barata. No estamso para pérdidas con los márgenes tan ajustados con los que trabajamos. Todo esto del mercado mundial es una mierda. Precios de mierda. Exigencias máximas y sueldos también de mierda" "Por lo menos lo tien claro" "No es difícil, pero es lo que hay" "Usted sabrá" "De lo mío sé. Te lo aseguro y tú de lo tuyo, pero lo tuyo es menos rentable" "Mucho menos" "Eres muy atractiva. ¿Seguro que quieres tener ese niño?" "Gracias por lo de atractiva. No lo sé, pero creo que sí que me gustará, aunque el padre sea un explotador hijo de la gran puta" "No te pases" "Es una descripción ajustada. Se podría poner en un diccionario" "Si no fueras tan arisca" "Si no fuera tan arisca qué" "Nada" "Qué no se quede a medias" "Te podría ir mejor" "No me quejo de como me va" "No me hagas reír" "No es un chiste. No me quejo. Me sobran cojones para criar a mis hijos" "Esa boca" "NO boca ni pollas. Cojones, como los del caballo de Espartero y no como otros" "¿Qué insinúas zorra?" "Se equivoca de mujer. Se equivoca de palabras" "Perdón. Me he calentado. Eres mal hablada y agresiva" "Nunca me he escondido" "Me he equivocado de palabras pero tú te equivocaste de..." "¿De qué?" "De..." "De hombre" "Sí, de hombre. El hombre equivocado" "Yo creo que no. No creo que me equivocase de hombre ni de nada. Me gustó. Fue amable, cortés y desinteresado" "Y ahí estás sola y a punto de ser despedida. TE equivocaste" "Tú habrías sido un acierto" "¿Tú que crees?" "Que voy a parir a tu nieto" "Zorra" " Será un zorrito o una zorrita entonces" "Vete de mi vista" "DAme la carta de despido" "Vete por favor. TE lo ruego. Necesito estar solo" "Vuelvo entonces mañana a trabajar" "Sí. Pero vete ya. Déja,e solo. Espera" "Dígame" "Cuida de esa criatura" "Lo voy a hacer. Eso no lo dude"

martes, 17 de abril de 2018

JUDAS

"El lo sabía. Cómo no lo iba  a saber si era el hijo de Dios. Lo supo siempre. Pero callaba. No quería contar el final de la historia. Hacer spoiler de su propia exégesis. Era discreto el tío.Desde pequeño, milagros los justos, y sería por poder, el que le diera la gana, pero lo justo.paciente hasta llegar su momento. Y la labia. Cómo convencía, dejabas lo que estuvieses haciendo y lo seguías. Ciego y mudo, por su luz y sus palabras. No recuerdo el día preciso que lo conocí, cuando caí subyugado por su talento. Me sentí bien. En mi sitio, pero segun fue habiendo más apóstoles el ambiente, no lo voy a negar se fue enrareciendo. cuando hay un líder tan carismático, con tanto encanto, tanta tirada, tanto arrastre personal, todos los seguidores aspiran a ser el favorito, y todos no pueden ser favorecidos por la atención del maestro. en eso era muy humano. su Pedro. Siempre su pedro. Pedrito por aquí Pedrito por allá. Qué gracioso que es mi Pedro. Que mira lo que ha dicho  mi Pedro. Qué bien pensado Pedro. Como Pedro no puede venir dejamos la última cena para otro día. Eso no, pero si no hubiese podido venir, el maestro habría  muerto en ayunas, seguro seguro.No se podía soportar. Y no era yo el único. Envidia. sí. De la mala. para eso se inventó la confesión. Y después a seguir envidiando al preferido. Por qué tenía que ser él la piedra sobre la que edificar su iglesia. Por qué, por el nombre, Pedro, piedra qué casualidad. Yo podría haber edificado su iglesia  no en Roma, ese pueblo de bárbaros, sino aquí en Galilea. La iglesia de Israel que se extendería por toda la tierra. Roma. Tuvo que ser Roma, y todo por jorobar a los romanos, que el jefe aunque no lo reconociese les tenía mucha manía. No los podía soportar. para mí que tenía un poco de pelusilla conque los dioses romanos tenían acceso a diosas y a humanas, y el ya adivinaba el futuro que le esperaba en nuestro cielo cristiano, mucho más prístino pero aburrido. Pero así quedó la historia, yo lo vendí por un puñado de monedas. Como si los romanos no supiesen ya donde estaba el maestro. Lo sabían, hasta el último detalle, y no por mí, si yo hablara, la Biblia tendria que reescribirse, pero quedó que fui yo el traidor el que lo vendió por un puñado de monedas. Yo. Necesitaré yo monedas. Rico rico no soy, pero una pequeña fortuna sí que poseo. MOnedas. Solo unas monedas. Si yo hablara. Pero me callaré. De quésirve cambiar la historia. Vale. Fui yo. Lo que quieran. Yo vendí al maestro, y el otro en la gloria. Y Pedro que lo niega tres veces antes que salga el sol. ¡Qué bonito está eso! No quería piedra maestro, toma piedra. Tres veces. Tres, antes que cantase el gallo, muy tristecito, mucho llanto y muchos pucheros pero te negó para salvarse. La piedra, piedra sí, pero pómez, piedra pómez, si hubiese sido yo habría sido de pedernal, no te habría negado ni una, ni una maestro, con lo que yo te quería. Y tú lo sabías, si lo sabías todo, no ibas a saber esto también, y te dejaste y Pedro, la piedra. y yo la traición. Así es la vida, y acaso no fui yo quien más te amó. Veinte monedas. Ya te habían traicionado, uno de nosotros , y no fui yo, pero estaba escrito que yo tenía que llevarme la culpa. Hágase en mi según tu palabra. Amén"

lunes, 16 de abril de 2018

PARALISIS CEREBRAL

Nacíó normal. Según lo cánones. Un buen apgar. Peso perfecto. Llanto sonoro y el meconio expulsado a su tiempo. Caminó antes de un año. Leyó a los tres y escribía a la perfección antes de los cuatro. Su madre siempre recordaba un parto sencillo. Un apretón y el niño estaba fuera, cogido en el aire literalemte por la comadrona. Buen alumno de sus profesores. Excelente hijo de sus padres. El mejor amigo de sus compañeros. Criarlo fue un placer para sus padres, verlo una delicia para sus vecinos,nadie podía recordar una anécdota desagradable, y sin embargo todos recordaban momentos en que sus ideas o sus comentarios enriquecían los proyectos de la comunidad. Lideró varias asociaciones. Reclamó al ayuntamiento de forma razonada espacios de bienestar para los vecinos. Y a la vez estudiaba. Con notas magníficas, las mejores.que le permitían mantener una beca sin la cual no habría podido seguir estudiando. Dormía tres o cuatro horas. La vida era un privilegio y tenía que ser vivida con intensidad. su inteligencia, su capacidad que todos le halagaban tenía que regalarla al mundo. Ideas. Siempre ideas. Novedosas. Apropiadas. Espontáneas y frescas. Las neuronas a  mil por hora. Cuanto menos tiempo, cuanto más de última hora eran las propuestas o los encargos, más rápido, con más precisión funcionaba. Sin fallos.

Un día su cerebro se paró. Stop. No fue un ictus o una apoplejía. No sufrío un tumor cerebral, ni una enfermedad desmielinizante, tampoco fue consecuencia de un traumatismo. Ocurrió. simplemente ocurrió. amaneció. Abrió la ventana y supo que desde ese instante su cerebro se había detenido, los pensamientos de la noche anterior y quizás los sueños que apenas recordaba, fueron los últimos. No tuvo la consciencia de que se tratara de algo triste. No se sintió estresado ni abrumado. Le pareció algo natural.. Había ocurrido. Su nuevo ser sería incapaz de admirar creaciones de su ser antiguo. La creatividad desapareció. Un cerebro detenido, sólo responde a automatismo, reflejos más o menos condicionados, instintos y algunas pasiones poco elevadas. No fue al médico porque no lo creyó necesitarlo, pero sus compañeros, sus amigos, sus clientes decidieron llevarlo a un prestigioso neurólgo, quien certificó la parálisis de su cerebro, pero no supo decir a tenor de las pruebas, si esa parada era una parada definitva o una parada biológica que pudiese conducir a una recuperación de un racioncinio no ya brillante sino medianamente normal. Recomendó que lo viera un psiquiatra. Lo encontró deprimido, pero mientras que no se diagnosticase su  mal, no podía poner un tratamiento correcto. Recomendó el reposo y el psicoanálisis por si fuese alguna especie de conversión histérica. Quisieron llevarlo a especialistas de otras ciudades o de otros países, pero estaba ya cansado, pidió ayuda para ganarse la vida con un cerebro tan justo. Lo pensionaron de forma miserable pero con sus pocos gastos suficiente para no pasar hambre o frío. Se fue a vivir a una casa pequeña con un huerto de quince metros cuadrados donde plantaba las rosas más hermosas del vecindario. Una mañana sintió que su cerbro había despertado, era capaz de trabajar deprisa, más deprisa que nunca y contra presión. Se había curado. Su don había vuelto. Miró las rosas, los claveles, los pensamientos y los geranios. Quitó toda luz de su gesto y fingió la parálisis de su cerebro.

BOLOÑESA

En cocina me gusta la intuición.Unas normales generales. Un poco de sentido común. Mucho de amor por los ingredientes y por los comensales. Y afición a partir en trozos, a darlos al fuego o a la sal o al vinagre. Todo el mundo piensa en carnes, o en pescados salvajes, hortalizas exóticas que no usaron tus abuelos, pero yo cuando pienso en cocina pienso en los nexos. Ingredientes sencillos que ligan a los otros, sin protagonismo en primer plano pero imprescindibles, la harina, el ajo, la alcachofa, el puerro, y sobre todos la cebolla. Quito las capas secas, la parto en dos , la apoyo en la tabla secciono en los cuatro sentidos del espacio para obtener porciones. Después echar el aceite en la olla, coger la tabla, empujar con el dorso del cuchillo los trozos de cebolla en las manchas de aceite y hacer el sofrito o simplemente pochar ya sea a fuego rápido o lento. Modestia culinaria. Lo reconozco, pero con un inconveniente que no evito con las múltiples mitos que existen, cunaod parto cebolla lloro, desconsoladamante, con un llanto que solo para cuando una vez destrozada la someto al fuego. Ni mojar el cuchillo ni nada. Lágrimas y más lágrimas.

Ayer tocaba salsa boloñesa. Tomate, un poco de zanahoria, mixto de carne picada cerdo-ternera un poco de pimiento y para empezar cebolla. La tabla. El cuchillo. Bien afilado. La cebolla. Fuera las dos capas de secas exteriores. La apoyé. Comencé la incisión por su ecuador. Y por primera vez no lloré. Ni una gota. Nada. Mis ojos se habían secado. Nada de nada. Parpadeé. Volví a parpadear. Cogi el cuchillo y seguí incidiendo. Se escuchó un llanto, pero no solo un llanto silencioso de lágrimas como el mío, sino un llanto sonoro. De nuevo la incisión y de nuevo el llanto. Mis ojos seguían secos. Miré la tabla. Miré el cuchillo con la hoja a medio clavar en la cebolla, y un charco de jugo de cebolla se formó. Miré con más detalle y de la incisión brotó un reguero de gotas que confluyeron en el charco entre la cebolla y la tabla. Volví a incidir. De nuevo el llanto, el charco se agrandó y la cebolla vibraba con cada gemido. Aparté el cuchillo.Por un instante siguieron las lágrimas de la cebolla y la vibración de su llanto. Me apenó. Había cambiado su llanto por el mío.Lacebolla que pensaba emplear en mi boloñesa lloraba antes de ser sacrificada. a punto estuve de llorar con la emoción de la liliácea. apoyé los brazos en el poyo y rompí a llorar. Por la emoción y por la duda. cómo sacrificar a un ser capaz de llorar, pero por otro lado cómo completar la boloñesa, con puerro. Levanté la cabeza. Ya no fluían gotas de sus entrañas hendidas. No gemía. Quizás ya había muerto. Una vezz muerta qué impedimento podría tener para emplearla en mi salsa. volví a cortar. y el llanto , las lágrimas y los gemidos regresaron. Le pregunté por qué lloraba. Primero no tuve respuestas. Le exigí que me respondiese, lo que siempre había enriquecido mi boloñesa me iba  arruinar la comida. Por fin habló. Una respuesta. dijo que no lloraba. Le insistí en las lágrimas que brotaban de sus entrañas. Me dijo que no era de tristeza, que tampoco yo había llorado de tristeza al pelar y trocear otras cebollas. En eso llevaba razón. Sólo que ahora ocurría exactamente lo contrario. Era la cebolla quien lloraba. Le pregunté si tenía algún inconveniente entonces en que la trocease. Me dijo que no. Ese era su destino desde que fue plantada. Se despidió. La troceé. La boloñesa salió muy buena

domingo, 15 de abril de 2018

LA AMPOLLA

Hoy he corrido la Ruta de las Fortalezas. Casi cincuenta y cinco kilómetros subiendo y bajando por las colinas que rodean Cartagena. Por supuesto he terminado cansado. A ounto de tener calambres. Cuando  participas en algo así hay que ser meticuloso. Vaselina para prevenir ampollas en los pies, vaselina en los pezonas y en cualquier zona de roce para qque la ropa unterior o la camiseta no se conviertan con los kilómetros en un cilicio. A lo largo de los kilómetros no henotado rozadiras, he tenido algunos calambres. y no he tenido ampollas ninguna. Y eso que en un momento  del recorrido, ya avanzada la primera parte he temido que se me estuviera haciendo una ampolla en el pulpejo del dedo gordo. La clásica sensación de una pequeña piedra entre el pie y el calcetín. Lo normal es pararse, quitarse el zapato, quitarse el calcetín y mirar para ver si no es muhco, con una apósito si tiene arreglo. NO me he parado. Estaba demasiado cansado para interrumpir el esfuerzo. Al final, ya en la meta sí que me he sentado, he quitado el calcetín que no se si recuperará alguna vez su aspecto he mirado con mimo los pies. No había ampollas. En la zona del dolor solo había una bola negra. Veo poco sin mis gafas. Las he buscado. Me las he puesto. Primero he pensado en una espina clavada o una bola con pinchos. Pero con las gafas, he apreciado movimentos. Le he puesto el dedo, de su cuerpo he reconocido un frémito. Será posible. Una garrapata. He calentado una aguja con un mechero. NO recordaba bien en que sentido hay que desenroscar las garrapatas para que las cabezas no se queden en el tejido. de derecha a izquierda me ha parecido la opcion mejor. Pero cuando he pinchado con la aguja. Se ha escuchado un quejido y la bola se ha desprendido.Un hilillo de sangre se ha escurrido por la piel de mi dedo hacia el suelo. La bola ha empezado a rodar a toda la velocidad. Se ha metido debajo del mueble del salón. Lo he buscado. Por curiosidad y por salud. Tenía que saber qué me había ocurrido y estar alerta de si  tenia que esperar a alguna complicación de la infestación. Me agaché miré en el hueco debajo de l mueble del salón. Lo enfoqué con el móvil y lancé una foto. La aumenté yvi un hombrecito vestido de negro. La garrapata era aun hombrecito con cara de espantado a pesar de tener todo el rostro lleno de sange. De mi sangre. Le pregunté que quién era. Mientras se relamía la sangre de las mejillas con una lengua larga y v´bífida. Me dijo que estábamos perdidos. Me interesé por quienes estaban o estábamos perdidos. La humanidad respondió serio. Entera. Poco a poco pero entera. ¿Y como piensas hacerlo? ¿Tú y cuantos más.Miles. cientos de miles. Todos los ques sean necesarios.TEndréis que rendiros y os exterminaremos" "Eres muy arrogante para ser tan pequeño.Te estoy contando el fututo tuypo y los tuyos.No admito recomendaciones de alguien tan pequeño como tú ¿Qué haces?TE voy a achafar. Si lo haces no sabras nuestros planes" "Ya está. Me habías cansado mucho. Ahora tengo mala conciencia. Y si fuera verdad. Tendría que habero hecho preso y entregarlo a las autoridades. Pero ya está. Llevaf cuidado si  encontrais algo como un garrapata pegado a vuestra piel.









jueves, 12 de abril de 2018

FLUIDOS

Mucho mejor que los pisos anteriores. Mobiliario. Electrodomésticos. El suelo. La limpieza general. la orinetación y la luz. Casi perfecto. Un piso que no le importaría tener como redidencia definitiva. Y barato,sorprendentemetne barato. No lo dudé cuando lo vi. No intenté negociar. Se firmó y me quedé allí. Bajé a hacer una primera compra para que el frigorífico no estuviese exangue. Regresé ordené las cosas y pasé al sofá con la sensación extraña de no sentir aquel lugar como mi hogar, todavía. La chaise longue del sofá me arropaba. En cualquier momento podría dormirme, pero me resisitía. Un café. El olor a café haría que sintiese aquel espacio frío sin aderezos como un auténtico hogar. Una cafetera italiana,  el borboteo que anuncia junto con el aroma la salida del café. Eso sí era familiar. Me levanté. Fui a la cocina me serví un cafe muy corto con unas gotas de leche en un vaso pequeño, mejor un vaso que una taza. Volví al salón. Me despisté con una escena de la tele, tropecé, y parte del café se vertió sobre el cristal de la mesa del salón. La lámina de líquido se deslizó deprisa a un ritmo uniforme hasta empapar más de la mitad del cristal hastaformar una especie de pátina sobr eel cristal. Bebi l resto del cafe de un trago y me levanté para coger un trrapo y limpiar lo que era el primer desaguisado en aquel piso. No llegue a ir. Con la luz tibia de una lamparita en el suelo, el el interior del café se iban abriendo surcos. Pensé en la tensión superficial, la fuerzsa de la interdase de los fluidos, pero no se trataba de eso. Esperé, me cambié de sentido y entonces sí pude ver que eran carateres latinos. Abajo a al derecha una firma y junto a ella la señal de una pezuña. Era latin. N sé latín. Alcancé el móvil, fuia fotografiarlo, pero mientras intentaba enfocar la mancha de café se recompuso y desaparecieron las letras. Quizás estaba más dormido de lo que pensaba. Me dejé vencer por el sueño, el primer día siempre es un dia cansado. Me desperté antes de amanecer. Me gusta. Vencer al tiempo. Descansado con todo el día por delante. Me toque´la barba. Juraría que me había afeitado por la noche y lucía una barba cerrada. Era lo mismo. Espuma de afeitara, maquinilla y agua muy caliente para abrir bien los poros. Con el agua caliente, el vapor empañó el cristal, las nubes de vapor se separaron y enfrente de su rostro aparecieron de nuevo caracteres latinos, la firma y la pezuña. Se sobresaltó. Abrió la puerta pra salir y con el aire fresco el vapor desapareció. Para comer asado, había comprado una pierna de cordero de la zona. buenos pastos, agua y sal y el calor volvería la carne deliciosa, eso sí regándola cada quince o veinte minutos con los jugos que se desperendían en la cocción. VEinte minutos. Abrió la puerta del horno. Una vaharada de vapor lo cegó con la condensación rápida del vapor en sus gafas. Los ojos le lloraban. consiguió abrirlos con tiempo de contemplar como el vapor se organizaba en sus gafas. se fijó, y de nuevo las letras en latín, la rúbrica y la pezuña. Tuvo la tentación de quitarse las gafas, las mantuvo con lam irada al frente, la letras desaparecieron de su vista cuando enfocó en lo que parecía un rostro. Ahor así se quitó las gafas. Las limpió con jabón y las secó con la camiseta. En la calle hacía viento. Una ventana golpeó dos veces contra la pared. La cerró, aseguró el picaporte y reflejado en el cristal vio el mismo rostro reflejado en sus gafas. Volvió a la habitación. Sacó sus maletas. Sacó de los armarios lo que había ordenado y abandonó el piso.

CARGOS

Miraba los movimientos de su cuenta en la pantalla del teléfono móvil. El saldo se le antojaba mermado. Revisó uno a uno. Al menos una decena de apuntes no coincidían con gastos que él recordase haber realizado. Pequeños apuntes pero continuos. Inentó buscar los detalles de la transacción pero no había ningún detalle. Cerró. Pensó. Su dinero se evaporaba . Tenía que ir a la oficina, o llamar. Tal vez no había mirado bien. Volvió a encenderlo y los pequeños apuntes seguían comiendose unos ahorros no demasiado cuantiosos. alguien le había clonado la tarjeta. Un impostor quizás en África o en Nigeria estaba dando cuenta de su dinero. Tranquilo. Mantener la calma. Todo se podrá recuperar. Es un error o una estafa. Vuelve a encender el móvil. Vuelve a entrar a la app del banco. Su cuenta se ha detenido justo cuando el saldo se ha quedado en números rojos. Nada. No le queda nada. Unos billetes en un cajón de casa insuficientes para terminar el mes. La tranquilidad se evapora. Su dinero, un dinero que siempre fue virtual, se ha evaporado. Y el banco cerrado hasta mañana. Llama para que paralicen la cuenta, pero ya no hay nada que paralizar, el saldo está agotado. Devuélvanme mi dinero. Usted se ha gastdo su dinero y quiere que el banco se haga cargo de su despilfarro. Yo no he gastado nada de eso. Estaba mirando la pantalla y las cifras corrían sin para hasta agotar todo. Tomo nota y lo comprobaremos. Estoy tieso,no pueden dejarme así. No podemos hacer otra cosa. ¿Nada?.Si tan seguro está ponga una denuncia en comisaría, si después tiene usted razón será más fácil que consiga el reembolso. Eso voy a hacer.

La comisaría queda al otro lado de la ciudad. Llueve. Es de noche. Hace frío. Todo está oscuro. Hace el alto a un taxi con la banderola verde. Se detiene. Recuerda que no tiene saldo. Le dice al taxista que siga. el taxista le hace un calvo, acelera sobre un charco que le lanza una andanada de agua que lo empapa. Caminando. Cabizbajo. Aterido y con poca fe. Le han robado. Limpiamente desde un ordenador en un lugar caliente y seco y él pasea bajo la lluvia empapado por un taxista despechado que no habría necesitado si el hacker no le hubiera robado. No hay otra. Si no recuepra su dinero tendrá que pedir prestado a sus amigos o a su madre que pensarán que ha vuelto a las andadas del vicio. Será una vergüenza. Al fondo las luces azules de la policía. Luces tristes de una ciudad nocturna. Su paso se ha ralentizado antes de llegar. sube las escaleras, casi una planta. A la izquierda dos putas esposadas en un banco de madera. A la derecha un mostrador. Se acerca esperando que alguien le diga algo. Nadie le dice nada. Espera. Triste y mojado. Porfin la agente se vuelve sin mirar. Qué desea. Me han robado el dinero de mi cuenta. DEnuncielo al banco. NO me han creido y me han mandado aquí. Rellene este formulario. No olvide poner sus datos. Me deja un boli. Tenga, ahora me lo devuleve que la noche es larga. Tome. Ya está.. L amujer teclea algunos datos en el ordenador. ¿Me puedo marchar?. No espere un momento. en cinco minutos pase por la puerta dos. El detective García quiere hablar con usted. Menos mal que alguien se interesa.

¿Es usted quien ha hecho esta denuncia?. Sí señor agente. Esta noche ha volado todo mi dinero. ¿Su dinero? sí agente mi dinero. Si no lo resuelvo veremos como acabo el mes. Siempre puede usted dar otro golpe. No le comprendo. No disimule. Hace un rato ha venido otro señor, menos mal que ha estado agil y ha sacado el dinero de la cuenta en pequeñas cantidades, si no usted lo habría limpiado. Oiga que es mi movil y sé la clave, soy el titular de la cuenta. Eso dicen todos. si fuese culpable no habría venido aquí. Eso dicen todos. Queda detenido. Agente. si colabora y nos cuenta como lo ha hecho igual podemos ser más benévolos. Yo no he hecho nada, sólo me han quitado mi dineto. Eso ya lo dijo cunado llegó. Al calabozo. Si no colabora le van a caer ocho años. Mire aqui viene el titular de la cuenta que ustes a desvalijado. Pero ese señor soy yo. No no es usted. Mírese en el espejo. No puede ser no soy yo y él si que es yo. Me da igual que se acalore. Queda detenido. Ahora le leerán sus derechos

miércoles, 11 de abril de 2018

SALIR DEL ARMARIO

"¿Te has enterado?" "Cómo no me iba a enterar si habla de eso todo el pueblo" "¡Qué disparate!" "Nos estamos volviendo locos" "Si muy locos" "Quien lo iba a suponer" "Perfectos. Todos perfectos" "Ejemplares" "Y mira el ejemplo" "Se apuntan a hacer los cursillos prematrimoniales" "Y vieron la luz" "Je je je" "La luz o el lado oscuro" "Dicen que fue un amor a primera vista" "Eso no existe" "A mi me gustaría creer que sí que es posible" "Te digo yo que no existe" "Pero si tú estás soltera y al menos yo no te he conocido varón" "Eso es sólo una anécdota. Te digo que no existe. Que es imposible. Esas cosas surgen del roce, del día a día" "Eso en tu experiencia" "Experiencia experiencia no, pero he leido" "Como el cura en los cursos prematrimoniales" "Sí . ja ja" "Qué exito. Perdió a la mitad de los cursillistas" "DEsde luego, aunque dicen que el papa nuevo lo va a reconducir, va a a admitir esas cosas en el seno de la iglesia" "Me extraña" "¿Por qué?Es muy moderno." "Porque una cosa es predicar y otra dar trigo. Las cosas han sido siempre como han sido., ¿Por qué deberían cambiar ahora?" "Los tiempos" "De perversión y depravación. Mejor antes" "El caso es que se quedó sin feligreses que casar" "Tampoco lo induciría él" "No sé yo. Ese cura es muy modeeeerno" "¿Lo dices con segundas" "Y con terceras" "Qué puta eres" "Oye que yo a tí no te he insultado" "Perdona. Era una forma de hablar" "Y dicen que ahora se pasean por el pueblo y tan amigos. Como si nada hubiese pasado" "Yo los vi en los soportales. El domingo por la tarde cuando cayó el chaparrón" "En el pueblo" "Con todo el mundo. Y la gente los saludaba" "Hombre el saludo no se le niega  a nadie. Son del pueblo. Buenas familias. Claro el cura les dio alas. Me han contado que les confesó. Se confesaron de forma honesta. Incluso hicieron referencia a sus deseos...impuros" "Qué horror. en plena confesión y este curita que no les corta" "Chica que la confesión es para eso para contar tus pecados" "Pero bien podían callarse alguna de esas cochinadas en la casa de dios. el cura podía haberlos reconducido. Darse por enterado y lo de siempre una docena de padrenuestros y media de avemarías. y absolución. Qué escándalo" "Señoras buenas tardes. ¿Estamos arreglando el mundo?" "Señor cura. ¿qué sorpresa no le habíamos visto entrar?" "Las he visto tan entretenidas que no he querido interrumpir" "¿Nos ha escuchado?" "Con atención" "No se preocupe que iremos a confesarnos esta misma tarde" "No tengan prisa.  las absuelvo ya y les ahorro el trabajo de decir pecados en la casa del señor" "Señor cura entiéndanos es que es muy fuerte" "No es frecuente, pero lo que ocurrió es algo natural" "Natural natural no" "¿Qué ven ustedes más natural que cuatro personas vivan en un mentira sólo sustentada por no dañar a una persona a la que te une afecto pero no amor?""Lo normal" "Y que se tape una mentira con un sacramento" "Son formas de verlo" "Señoras. Sólo hay una forma de verlo. Dos hombres y dos mujeres entran en la iglesia con las parejas equivocadas. Creen que no se notaban las miradas, las palabras y los gestos. Y salieron como debían haber entrado, aunque todavía las normas de la iglesia no me permiten casarlos" "Eso es muy moderno, demasiado para un pueblo como el nuestro" "No hablen en nombre de su pueblo. nadie ha hecho daño a nadie. Cuatro personas son más felices descubriendo que su comunidad las acepta con sus deseos y su afecto. ¿Donde está el problema?" "Señor cura usted es como es. Por eso se muestra tan comprensivo" "¿Por qué no habla usted con claridad?" "No quería ofenderlo" "Si no me ha ofendido. aunque fuera cierto hice votos de castidad que es lo que se me exigía y pienso mantenerlos. Si algún día cambia lo pensaré. Hoy es como si tuviese la misma sexualidad de los ángeles" "Ave maría purísima" "Sin pecado concebida señoras. Buenas tardes"

lunes, 9 de abril de 2018

OZONO

"¿Qué miras?" "El agujero en la capa de ozono""¿Eso se ve?" "Ahí arriba" "Yo no veo nada" "Tienes que fijarte y poner mucha fe" "¿Fe en ti?" "Fe en que lo verás" "No me creas mucho, pero yo creo que ese agujero no se ve" "Yo sí. Mira desde allí hasta allí. Además el último mes se ha recuperado mucho" "Desde allí hasta allí" "Exacto" "Pues no veo nada. Nada de nada: Cielo y polución" "No lo estás haciendo con fe" "Con ninguna fe. Me están dando ganas de reír" "Me alegra mucho que te diviertas, pero nadie sabe las consecuencias que ese agujero de la atmósfera va a tener sobre la vida en la tierra" "Yo no niego lo del agujero, pero que lo veas no lo creo" "Por que no lo han dicho en los medios. Siempre le echan la culpa a los esprais, pero nunca que hay determinadas personas con una alta sensibilidad que son capaces de verlo" "Desde luego nunca lo he oído" "Pero es mucho más aparatoso y más costoso enviar satélites para localizar y medir un agujero que si me preguntasen a mi o a personas como yo, sería capaz de señalárselo cada día" "Los días nublados no" "Afirmativo. Los días nublados no podría colaborar con las autoridades en el seguimiento de algo tan importante, pero aquí hay cuarenta días nublados al año, entre pagarme para unas cañas e invertir millones de euros en un satélite hay una diferencia" "La hay. Abismal" "Es como los zahoríes, ellos son capaces de encontrar agua en un secarral, sin embargo quien busca a un zahorí para hacer un pozo. Que si estudio geológico, perforaciones o incluso de nuevo los malditos satélites. Millones de euros o dólares y el zahorí para unas cañas o por nada" "Si tú lo dices" "Claro que lo digo" "¿Y por qué no lo advertiste antes que saliese en todos lados. Por qué no llamaste a los medios para decir. Señores hay un agujero como una plaza de toros en la capa de ozono" "Una plaza es un grano de arena en relación al tamaño real del agujero un grano de arena, te insisito" "Pero no dijiste nada. Ahora está muy bien decir que lo ves cuando tood el mundo sabe de su existencia. Y sabes además: No te creo" "Comprendo tus dudas. Las comprendo . No piesnes que no los seres humanos sois" "¿Sois ?" "Somos. Los seres humanos somos incrédulos, necesitamos la demostración de las cosas. Yo no puedo demostrarlo, pero créeme. Yo veía algo. Pero no sabía de lo que se trataba. Yo el ozono, hasta que empezó aahacerse famosos con su agujero, sólo lo conocía en las tormentas, con los rayos se producen moléculas de ozono. Y tmbién en algunos tratamiento contra el dolor, pero esto muy recientemente: pero en el cielo. En el cielo yo no sabía que había ozono, pero sí que sabía que en algun lugar de la atmósfera había un enorme agujero" "Y ¿desde cuando lo sabías?" "Desde que me hice tan sensitivo, desde niño, pero fue tan progresibvo que me acostumbré" "Venga te creo" "Porque eres mi amigo" "Porque me has convencido. Porque te creo. Además se me ocurre algo. Colaborarás en mi blog. Me harás cada día un dibujo del punto del firmamento en que se encuentra el agujero. Así hab´r auna prueba. Si existe una buena concordancia, lo diremos a las autoridades y tú, y de tu mano yo nosharemos famosos" "No te permitiré que lo hagas público" "¿Pero por qué?" "Podrían venir a detruirme. Hay muchos intereses económicos. Mucho miedo al saber popular. Me ejecutarían, o me llevarían a lóbregas dependencias para saber el cómo de mi conocimiento. NO dejaré que lo hagas público o ahre´los dibujos más de forma deliberada para que nadie sea capar de encontrar coincidencia alguna" "Hola chicos ¿qué hacéis" "Yo nada. Él está observando el agujero creciente de la capa de ozono" "Jajaja. Si eso es invisible" "Claro que es invisible. Era sólo una broma"

domingo, 8 de abril de 2018

IKEA

Entrar en una tienda. Subir unas escaleras. Coger lapizitos y papel donde apuntar códigos que cuelgan de los objetos. Un recorrido marcado. Un itinerario con miles de objetos a la altura de tu vista. Quieres un estante. con baldas y sillones, Con una cristalera con unos cristales con elvifrio opaco y otros transparente. Una cajonera y dos puertas. En una de ellas un botellero y en la otra lejas. Instrucciones claras. Ah y el hueco de la tele. Te acercas a una y otra estatería. Ninguna es exacta como tú quieres. Preguntas a un muchacho a tu espalda como funciona eso. Te dice que tienes que ver qué se puede hacer con los módulos que se ofrecen, pero tienen que ser todos de la misma serie. No sabes qué es una serie. Te explica que son las palabras, muchas de ellas con un acento redondo que hay en cada uno de los rótulos. Ya. Te sientas en una banqueta muy cómoda enfrente del mueble que más se ajusta. empiezas a apuntar códigos. Te pierdes. Puede que hayas apuntado demasiadas cosas o demasiado pocas. El tiempo pasa. Estás bloqueado y no te apetece preguntar a nadie más. Otro muchacho se te acerca. TE recomienda que te vayas a casa, que consultes en tu ordenador, las posibilidades y la disponibilidad. Te parece juicioso. Pero no te aclaras ni con las posibilidades no con la disponibilidad. Al día siguiente volviste a entrar. Volviste a coger el lápiz esperando tener una mayor fortuna antes que reconocer tu fracaso. Te vuelve a sentar delante del mueble que es el tuyo con una disposición distinta. Intentas imaginar mentalmente lo que has de hacer. Haces un croquis para concretarlo. Y te duermes. Has faltado a tu siesta. Despiertas en una tienda cerrada. No ves a nadie y las luces están a medio gas. Sigues las señales que te llevan de una a otra dependencia. Supones que habrá algún guardia o algún reponedor. Nadie. Terminas el textil. Terminas la zona de las flores y llegas al almacén. Las cajas están cerradas. Las puertas también están cerradas. Estás temiendo que tendrás que esperar al día siguiente para salir. Hay comida. Hay camas. sin problemas. Pero escuchas ruido cerca de la zona del almacén. Te acercas con sigilo. Están decargando camiones. Son muebles. Lo curiosos es que son muebles completos. Unos brazos mecánicos los cogen, los desmontan en tablones y los embalan, otro brazo echa la bolsita con los herrajes que permitirán su montaje, y una impresora termina de imprimir en blanco y negro las instrucciones. Te acercas. Ningún operario. Los camiones se marchan. Esquivas los robots. Sigues la luz. El camión tiene un chófer, pero el camión se marcha y la puerta se cierra. Esperarás a mañana. Regresas. Esquivas los brazos robotizados que han despedazado los muebles. Un perrito en la cafeteria o dos, y después dormirás en una de las camas hasta el horario de apertura. Pero cuando esquivas el último robot. El mecanismo se activa. Te coge por el talle. Y te desmembra. Brazos, pies, piernas, muslos, torso y vísceras cabeza. Ya no vas a recordar nada ni a comer ni a dormir. Otro robot te introduce en una caja de cartón. Otro introduce los tornillos para el nuevo montaje. La impresora imprime las instrucciones para el STANDI MAN. Se posiciona en el cuarenta y seis del pasillo trece. DE inmediato se te ofrece a un precio muy moderado en el catálogo de internet en la sección artículos del hogar y mascotas. En el catálogo impreso tardará un poco más. Por supuesto no volverás a casa si no te adquieren.

sábado, 7 de abril de 2018

TORREZNOS

"¿Nos da tiempo acomer?" "No. llegamos ya muy tarde al tanatori, en menos de una hora incineran al tío Luis" "Pues yo estoy hambriento. Esta mañana me he dormido y casi no he podido desayunar y he tenido una mañana de perros. No he podido ni mear" "No hay tiempo, pero si quieres paramos en el área de servicio de la gasolinera y compramos algo" "Mira. Ya estamos.No aparques son dos minutos" "Ya estás aquí. Has tardado poco" "Había poco donde elegir. dos botellas de agua y dos bolsas de torreznos" "Cortezas, en Murcia decimos cortezas" "Es igual. Es lo único que había" "Nos los comemos en el parking del tantorio" "Me encanta la comida y el lugar" "Mira ya hay gente que se va" "Muchos no se quedan a la incineración. Esto es como en el fútbol cuando un equipo ha ganado por goleada. La gente abandona el campo antes del final del partido. Trae mi bolsa de torreznos y el agua. Toma" "Qué ricos, saladitos, crujientes" "E hipercalóricos. Merienda y cena. Todo a la vez. A ver los míos. Qué asco. Qué es esto" "Están deliciosos" "Mis torreznos están crudos" "NO exageres." "Mira el fondo de la bolsa, sangre y tócalos. se deiría que la grasa y la piel todavía palpita. Mira esa cerda. Se mueve" "Cuando lo he comprado juraría que esa sangre no estaba" "Esto es una de tus bromas" "No es ninguna broma. NO me preguntes cómo ha ocurrido pero las dos bolsas eran iguales" "No ha tenido nignuna gracia" "Te repito que no es ninguna broma. Toma los míos si quieres. No me los he teminado" "Otra vez. Están crudos. y con sangre al fondo" "cuando yo me los he tomado estaban bien. NO puedo explicarme que ha ocurrido, pero eres tú" "Ya. Has dado el cambiazo. ¿Desde cuando te has vuelto prestidigitador?" "Coño que no. Que estaban bien. REgistrame. Mira la otra bolsa y mírame a mí" "Vamos. Me gusstaría echar una última mirada a a tía. Yo era su sobrino favorito" "Eso es cierto" "Vaya. La han sacado de la sala de vela. Vamos  a hablar con el encargado. Perdón señor. Venimos de lejos y se nos ha hecho tarde. Me gustaría ver a mi tía por última vez." "La han sacado ya de la sala de vela. Es complicado" "Inténtelo por favor no voy a tener otra oportunidad" "EStá bien pase. Está en la ntesala del horno crematorio. La abrirán un segundo para que puedan ustedes verla" Gracias" "Mïrala en la caja. Con lo vital que siempre fue. Déjeme que le de un beso. Pobrecita" "Déjame. No puedo contenre las lágrimas. Con  lo que me quería. Tía no te vamos a olvidar. Abrázame". Los ojos de la anciana se abrieron aun sin expresión. Extendió los brazos no para iun abrazo sino para estrangular a su sobrino favorito. Intentaban sin éxito soltarla. Al final golpearon la tapa de la caja repetidamente hasta que los huesos crujieron y los brazos quedaron colgando. El funcionario los metió en la caja con los dedos que intentaban asir algo. Abrió la puerta del horno. Y lo introdujo en el horno.
"Qué ha pasado" "No se preocupe a veces pasa. son espasmos del rigor mortirs" "Espasmos. Mi tía ha intentado estrangularme" "Eso es lo que le ha parecido porque le impresiona este ambiente" "Parecido mire el cuello casi me rompe el cuello" "Ya está . Brasas y ceniza" "No se te ocurra tocar a ningún otro difunto hasta que salgamos" "Ni se me ocurre. Tengo hambre" "Ahora te compro una bolsa de pipas"

viernes, 6 de abril de 2018

CREMA HIDRATANTE.

"Tienes la piel muy seca" "De siempre y en esta época con el viento tan seco, se me pone fatal" "Es verdad, tienes la piel cuarteada,Qué cosa más fea" "¡Oye!que es mi piel y estoy aquí" "Pero es que es asqueroso" "Prefiero  tener una piel seca a una piel húmeda con aspecto untuoso sucio" "Yo no sé que decirte. ¿Te echas alguna crema?" "No. No me molesta, y las cremas me dan asco" "Porque no has probado la que yo te voy a decir. Mira acude a estas señas. No te arrepentirás" "Esto está en medio del monteo" "Sí. Un sitio espectacular" "De día. el horario de apertura en la tarjeta dice que es a media noche " "Pero sólo en días de luna llena" "Adonde me mandas" "No te vas a arrepentir" "¿Es una de esas farmacias de veinticuatro horas?""No, se parece más a un herbolario. Es todo cosmética natural" "Voy a ir porque eres tú" "TE acompaño" "Vamos"

En la falda del Monte Miravete llegan a las once. "Es temprano" "No. hemos llegado justos. Sube y aparca el coche en la puerta del cementerio. El resto del camino es una senda que hemos de caminar y es muy empinada" "Una senda y empinada. No me habías dicho nada. He venido con náuticos" "No es mucha distancia. Vamos. Mira al final de aquella curva hay un rellano , una cueva de cuando se explotaba el yeso. Hemos llegado" "Aquí no hay nadie" "Debemos entrar a oscuras. Mira al fondo hay una vela. Hay alguien" "Pasad. Llevad cuidado con el suelo que tengo algunos cacharros y en el techo con vuesta cabeza. Qué queréis" "Mi amigo tiene una piel más seca que la de un lagarto. Puede hacer algo por él" "Claro. Que tome esto y la tendrá más húmeda que la de una trucha" "¿Pero esto qué lleva?" "Devuélvemelo" "Oiga que sólo he preguntado" "Vete por donde has venido" "Perdone" "Perdone a mi amigo. La piel no es lo único que tiene seco" "El precio es ahora el doble" "Le doy lo de antes" "El triple" "EStá bien el doble" "Cuádruple" "Está bien. Tenga. Espero que sea miuy bueno. El precio" "Adiós"

"Hombre. Desde la otra noche no te veo. ¿Cómo ha idos la crema?" "En cuanto a la hidratación muy bien" "Sí que te veo la piel más húmeda" "Toca" "Uy tu cara resbala" " La hidratación es perfecta. Con algunos efectos secundarios" "¿Sí? ¿Por qué me miras de lado?" "O te miro con un ojo o con otro. Tienes sus ventajas. Tengo todo más controlado" "Y los ojos los tienes más grandes" "Mucho más. Y la boca" "Y el aspecto cuarteado de la piel ha desaparecido. Mira la pantorrilla" "Tienes escamas" "Sí. He dejado de correr, me desenvuelvo mucho mejor en la piscina. Además mira" "¿Por qué te remangas el cuello? Eso son branquias" "En la piscina soy ahora un auténtico as" "Creo que deberías dejar el tratamiento" "¿Por qué? Si cada vez me encuentro mejor" "TE encuentro muy ... cambiado" "NO importa Pronto tendré que ir a por otro frasco. Por cierto te iba a pedir que me lo recogieras. Con los pies cada vez me desenvuelvo peor" "Creo que no voy a ir" "Buscaré a otro. ¿quieres quisquilla seca?" "No"

jueves, 5 de abril de 2018

ESPINOS

Quería  marcharse. Debía marcharse. Vivir en un pueblo sitiado es aburrido. Pero marcharse de un lugar del que nadie antes había conseguido escapar parecía una labor imposible para un cobarde.Marcharse por un lugar donde los cadáveres de otros fugitivos más inteligentes, más valientes que él, permanecían a expensas de las fieras y los carroñeros. Un cobarde por el camino de los valientes. Un cobarde por el camino en que los héroes , sus huesos, yacían desmembrados. El sacerdote siempre miraba alrededor del pueblo. Era un hombre viejo, nadie se atrevía a adivinar la edad, nadie intentaba escapar sin consultarle, sin solicitar su consejo o  sus bendiciones. "Padre voy a marcharme. No aguanto más este encierro" "Has tardado" "Soy un cobarde" "Los valientes han fracasado" "Supongo que yo también fracasaré, pero ha llegado el momento en que mi balanza ha roto su equilibrio. No hay marcha atrás" "Siempre puedes pensarlo más veces" "¿Mas de mil, más de un millón?" "Una más" "¿Para qué?" "Para quedarte" "Quiero irme" "Quizás aquí tienes un futuro" "Un futuro enclaustrado no me gusta" "Yo soy muy viejo" "Yo no soy un hombre santo como usted" "Ja. No siempre lo fui" "En cualquier caso no soy usted" "¿q
Quien eres tú entonces?" "Tampoco lo sé, pero quiero averiguarlo, y para averiguarlo he de salir de aquí" "¿Por el camino de los héroes?" "Por donde sea" "Mira acércate. Cada camino de un héroe conduce a un cadáver" "Lo sé. No me importa ser un nuevo cadáver aunque no sea ni pretenda ser un héroe. Solo quiero huir, alejarme" "¿A qué esperas entonces?" "Esperaba un consejo, o su apoyo" "Crees que cada uno de los héroes no solicitó también mi consejo  y  mi apoyo. Y mira el resultado" "Aun así. Lo necesito" "Te apoyo, pero sólo te aconsejaré que sigas tu propio instinto. ¿Cuando te vas?" "Esta noche" "¿De noche" "Me gusta la luz de la Luna llena" "Allá tú" "Deme su bendición" "La tienes" "Hasta la vista" "Adiós"

Al rededor del pueblo el campo era un erial. Nada se podía cultivar desde que llegaron los espinos. Las enredaderas espinosas que atrapaban animales, plantas e incluso algunos decían que la ideas. Llegó justo al borde. Se atrasó diez metros. En teoría era una cuestión de velocidad. Coger la velocidad suficiente para superar el crecimiento de las enredaderas espinosas. Caminó hacia atrás. Respiró. Respiró y volvió a respirar. Y corrió más rápido que había corrido nunca. Sólo cien metros. Diez metros y empezó a sentir los primeros arañazos y cortes en los tobillos, veinte metros y las rodillas se laceraban a cada paso. el dolor empezaba a hacerle mella. Estaba sangrando. Diez metros más y los espinos se clavaron en sus piernas y lo derribaron. La carrera terminó del golpe. Nuevos espinos se encargaron de su torso, los troncos de las enredaderas se tensaron y desgarraron su carne. En el cielo los búhos esperaban la preparación de su festín. Se estaba convirtiendo entre dolores y sangrado en un cadáver más. Sacudió las manos sacudió las piernas y con cada sacudida decenas de espinas se clavaban en su carne y desgarraban la piel e incluso músculos. Estaba perdido.Dudaba si había merecido la pena. Seguía intentando desasirse, pero cada vez estaba más atrapado. Decidió no gastar más energías.Quieto esperar la muerte. Respiró. Intentó encontrar algo de gozo como los mártires en el sufrimiento. Quieto y respirando con la mente parada en la idea de la libertad fuera de su pueblo sitiado. Con la quietud los espinos se separaron. Se sintió libre, sin dolor, y con sangre suficiente para reemprender la huida. Se levantó, corrió y con su carrera los espinos acabaron su trabajo, y lo que no hicieron los espinos lo hicieron los búhos por la noche y aun quedó algo para las ratas.

martes, 3 de abril de 2018

INTRUSOS

Sales del ascensor después de un día de fiesta. Ha hecho calor. Has bebido algo y hace las suficientes horas para que te invada un intenso sopor y el deseo de echarte en el sofá. Hay diez pasos entre el ascensor y tu casa. Dejas los bultos a un lado. Buscas las llaves en los bolsillos.Al fondo del más profundo tintinean. La acercas  a la puerta y la puerta se abre. El bombín está reventado. Helado, reclamas silencio a tu espalda podrían estar ahí. La puerta se abre de par en par. No hay ruidos. Haces señas de que vuelvan al ascensor. En la calle llamas a la policía. Cuando llegan acompañas a los agentes. Pocas cosas rotas. Cajones abiertos. ropa revuelta. El joyero volteado encima de la cama. Faltan recuerdos. El anillo de tu  madre muerta, el reloj del abuelo, las esclavas del nacimiento de tus hijos. Algunas joyas regalo en días señalados. TE duelen los recuerdos que has perdido. Te molesta la invasión de tu intimidad. Te conformas con que no te han agredido a ti o a tu familia, pero no te molestaría ver muertos a los que han asaltado tu intimidad. La policía se va después de tomar huellas en el escenario. Cierras la puerta. Cambias tú mismo el bombín. Telefoneas al seguro. Y esperas. Ordenas. Cierras los cajones y las puertas de los armarios sintiendo tu casa un poco menos tu casa, tu hogar un poco menos tu hogar. Por la noche no viene el sueño. Tomas una pastilla. el sueño llega. Un ruido te sobresalta. Están manipulando la cerradura. Te despiertas. No, es un sueño, han robado en tu cosa y estás obsesionado. La hora, las tres de la madrugada. Tu compañera también se ha despertado con el ruido. Te mira aterrada, te llevas el índice a la boca y le suplicas silencio. Pasos en el pasillo. Detrás de la puerta que habéis dejado cerrada pero sin pestillo. Abren la habitación vacía enfrente de la tuya, siguen por el corredor hasta la sala del fondo, las dos habitraciones que habían dejado sin registrar. Escuchas el roce mínimo de la apertura de nuevos cajones. El movimiento de la ropa. Y de nuevo pasos. No puede ser. Dos veces. Dos veces en un día es demasiado. Una burla incluso para un hombre pacífico como tú. Te levantas. Tu mujer te mira con un grito silencioso. En la sala de enfrente hay un brasero. LO tapas con una manta para inhibir la combustión. Vuelves a tu habitación. Escuchas los pasos de regreso. Se detienen frente a tu puerta. Crees que los latidos de tu corazón te van a delatar. Entran en la habitación de enfrente. Los escuchas registrar. Sales de la habitación. Ahora no te importa que te oigan, cierras la puerta y la bloqueas con una madera enganchada al picaporte. Sellas las zonas donde la puerta tiene holgura con pañuelos. Es una habitación sin ventanas. Los dos hombres empujan la puerta como bestias espantadas. dos o tres minutos. Te increpan, te amenazan de muerte, la puerta es sólida. Los golpes cada vez son más débiles, las voces cada vez más escandidas, las amenazas menos enérgicas. Cinco minutos más y notas los cuerpos, primero uno y después el otro escurrirse por la puerta hasta el suelo. Tu mujer te llama entre susurros cariño desde la cama. Esperas paciente, dos tres, cuatro, cinco minutos hasta que dejas de escuchar una respiración que ya era muy débil. Quitas los sellos de puerta. Quitaq la madera que la bloquea. Tu mujer te pregunta qué ha pasado. Le dices que no sabes nada, pero que ya no hay ruidos. Por la mañana abres la puerta a empujones porque los dos cadáveres con el rigor bloquean la entrada. No respiras para no caer con el mismo mal. Llamas a la policía. Has encontrado a dos ladrones reincidentes muertos en la sala que estaban asaltando. El brasero mal apagado. El polició os advierte que llevéis cuidado con los braseros, que podría haberos pasado a vosotros. La mujer llora. Tú en el fondo lamentas una muerte tan dulce.

lunes, 2 de abril de 2018

PAPARAJOTE

"Nos hemos puesto como gorrinos. Olla de cerdo, salchicha, longaniza, michirones, zarangollo, morcón, lomos, tocinos, y un poco de tomate para desengrasar. Estoy llenísimo" "¿Postre van a tomar? Acaban de salir los paparajotes" "Venga si, un paparajote para cada uno" "Qué nombre más curioso.¿Qué es eso?" "Un paparajote es una hoja que se reboza en masa, se fríe y posteriormetne se le añade azúcar mezclado con canela" "La hoja se come" "Si no eres un caracol no" "Qué graciosillo" "Aquí tienen sus paparajotes" "Oiga. Los paparajotes que nos ha puesto son rectangulares" "Pero tienen buen aspecto." "Ya pero los paparajotes llevan una hoja de limonero que es ovalada y con un peciolo detras y estos como no lleven la hoja de un calendario..." "Estos no se los cobro. Cómanselos. Están buenos, y mientras hablo con el cocinero para investigar que ha pasado" "Normalmente se cogen del peciolo, se separan las dos láminas de masa frita y se pueden comer. La hoja se desprecia. Ves se separan y dejan esto que no es una hoja en medio" "ES un papel" "Es un billete de quinientos euros" "Los otros también tienen el mismo contenido" "Cómo va a poner nadie un billete de quinientos euros para hacer paparajotes en una barraca de las Fiestas de Primavera de Murcia?" "Un billete no, pero un facsímil si puede ser" "Hay papel apto para cocinar. Será eso. Una especie de chiste" "Señores ¿se han comido los paparajotes?" "Sí y mire lo que nos hemos encontrado. Papeles" "Menos mal. Menos mal que no se lo han comido" "No me dirá que son tóxicos" "No señor. Completamente seguros, pero el presidente de la peña, me ha dicho que ese paparajote no pasa las normas de calidad y nunca debió salir de la cocina. Les pido disculpas. como no hay hojas no vamos a hacer más. A cambio les traigo buñuelos de viento" "¿Por qué retiran todas las papeleras con ese ansia?" "Estarán llenas" "No creo. Acaban de abrir. Somos nosotros de los primeros clientes" "Somos muy higiénicos. Me llevo todo esto y ya mismo vengo con los buñuelos"

Diez minutos antes, en la cocina. "Abuelo, está sacando los paparajote cuadrados" "¡Como mis cojones! Hoy cuadrados. No tengo hojas, estos papelitos que guardaba no sé para qué en un rincón de la casa me han servido para salir del error que hemos tenido" "Abuelo. Está usted haciendo los paparajotes con billetes de quinientos" "Que no sé lo que son. Los he encontrado en un rincón guardados en esta bolsa. Los he lavado, que yo para las normas de higiene soy muy aplicado, y aquí estoy. ¿No me dirás que la gente se ha quejado? " "Pues sí. Se han quejado. No quieren paparajotes cuadrados" "Os dije que mi abuelo ya no estaba para echar tanta hora en la cocina. Ha llevado un año con la cabeza regular" "Y  han salido muchos paparajotes?" "Según mi base de datos más de un centenar" "Y todos cuadrados" "Todos cuadrados" "Rápido hay que retirarlos de las mesas antes que nadie se de cuenta. Y las papeleras. traedlas. Y quítale esa bolsa a tu abuelo" "Y una mierda. Quiero seguir haciendo paparajaotes" "Abuelo nadie los pide ya. Entreténgase haciendo buñuelos y a casa pronto a descansar" "Cuando me salga de los cojones. ¿Y mi bolsa?" "A buen recuado" "¿Eran importantes esos papeles?" "Sí abuelo. Muy importantes" "Un fastidio los leí ayer y ya no me acuerdo"

EL ARBOL SECO

"Qué es eso" "Un bonsai" "Lo otro son bosais. Eso es una rama seca" "Es un bonsai" "Te alabo el gusto por lo bonita que tienes una terraza tan pequeña con tu colección de plantas y bonsais, pero ese desentona. Eso es una rama seca no sé de qué" "Es uno muy especial. Me lo regalaron el día de mi cumpleaños" "Estropeado" "No está estropeado" "Lo parece. Yo mismo lo pensé. Pensé que estaba seco definitivamente. De hecho le corté una ramita para ver si tenía algo de humedad" "Y no tenía sabia ni suber ni nada" "En efecto. nada de nada. Seco como un mondadientes" "Entonces ¿por qué me contradices?. Lo mejor que harías es tirarlo so pena... Ah ya lo entiendo. Que hayas plantado algún otro y vayas a usar el bonsai seco como apoyo del nuevo brote. Eso sería  muy elegante" "No he plantado nada ni voy a plantar porque ese árbol tiene su propia vida" "No entiendo nada" "Sabes que mi hora favorita entresemana, es cuando llego a casa, cansado sobre las siete y medio u ocho y sin cambiarme de ropa, dedico veinte minutos a regar, podar mi jardín, Después de ese último esfuerzo, aunque muy grato, de la jornada, me siento en ese sillón" "Que apenas cabe" "Es que la terraza es muy pequeña. pero aún así me siento en el sillón y los contemplo otros quince minutos antes de entrar a tomar alguna cosa ligera. Es un rato que necesito" "Y no sabes lo bien que me parece, eso es sanísimo desconectar de forma activa y después pasiva, pero no alcanzo a comprender qué tiene que ver con ese pedacito de leña seca" "¿Tú llegas a casa todos los días igual?" "No sé a qué te refieres" "De estado de ánimo quiero decir. ¿Siempre llegas igual?" "Claro que no. Hay días que estás más arriba y otros más abajo" "Y nunca has estado hundido" "Sí" "Yo también. Temporadas enteras en que me costaba dar un paso. Semanas en que por la mañana la energía no aparecía por ningún lugar. Días de pasar la mañana irascible, bostezando y mirando el reloj cada dos minutos, deseando salir, y cuando salías te preguntabas para qué diablos deseabas salir, en el trabajo al menos estabas ocupado" "Algo parecido sí me ha ocurrido" "A mí sí, ya te he dicho. Y cada día llegaba al jardín de mi terraza y si no me ponía contento, al menos la energía mala se disipaba. Y en uno de esos días comprobé que el árbol estaba vivo" "¿Qué hiciste?" "Nada. Sólo estar triste y muy cansado. Trabajar mis árboles y sentarme a disfrutralos a ellos y a sus fragancias. Ese día estaba tan abajo que me costaba olvidarme de la jornada y disfrutar de la contemplación. Me costaba mucho. No encontraba la postura de reposo en el sillón. Me agarré a los brazos. Me levanté ligeramente para marcharme ya que no estaba gozando, di un último vistazo y el árbol había florecio. Era un almendro. Flores blancas y rosas, una floración tupida a lo largo de la rama con dos o tres hojitas verdes que aun realzaban más la imagen. Me olvidé de todo y sonreí. El árbol me hizo feliz. sin embargo, por la mañana el tronco volvía a estar seco" "A ver si con el estrés te equivocaste de árbol" "Era el mismo árbol y no tenía flores. Pero no acaba ahí. Otro día, invité a cenar a una compañera nueva de la oficina. Fumaba. Me pidió salir a la terraza a echar un pitillo. Le dije que sí, pero que llevase cuidado con no quemar los árboles, los bonsais son muy delicados.Salí con ella. El cigarro fue una excusa. Cuando salí en una terraza tan estrecha, me echó los brazos a la cintura y me besó. antes de abrir los ojos, embriagaba un intenso olor a azahar, miré la rama que estaba cubierta de azhar, con dos hojas y una pequeña mandarina" "Ahora azahar. ¿No lo habrás confundido con las flores del almendro?" "Soy un botánico bastante experto. Hay una gran diferencia. Era azahar. Y por la mañana de nuevo apareció seco" "Deliras" "Me ha ocurrido en más ocasiones" "Calla ya que me estás poniendo terriblemente nervioso" "No te alteres" "Perdón la maldita ansiedad" "Mira el árbol" "Esas flores no estabna antes. Me voy a volver loco" "Son flores de tilo. ¿quieres que te haga una infusión?" "Mejor vamos dentro. Prefiero un chupito"