A veces nos gustaría parar el tiempo. Darle al botón pause, pero que sólo nosotros fuésemos conscientes de ello. Sí, como en la película Un dia interminable de Bill Murray.
Me temo que sí. Parar el tiempo nos conduciría a un aburrimiento detestable.
Otra opción es no para el mundo sino parar el paso del tiempo en uno mismo. El ejemplo sería la película de los Inmortales, la amada de protagonista envejece mientras el vive su perpetua juventud si no le rebanan la cabeza como una condena cruel.
Y una tercera es parar el tiempo a la vez que la persona con quien se desea compartir la vida. Es a priori de las tres la opción más hermosa.... si sale bien:La inmortaliad del amor. Pero ... y si sale mal, una pareja de inmortales mal avenidos en un mundo transitorio y mortal, Volvemos a la segunda opción, pero sin un ápice de melancolía y un mucho de desesperación.
Ser jóvenes eternamente?
Creo que no. Con los relojes no se juega
2 comentarios:
Otra opción es alargar el tiempo, dilatar los momentos que a veces por ser los más felices son los más fugaces. No estaría mal poder ralentizarlo de vez en cuando.
Tempus fugit anonimus. Irremisiblemente el tiempo pasa y nos instala en su cuneta, con nuestra anuencia o sin ella
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