“¿Alejandro García?” “Sí ¿Quién llama?””Perdone que le llame a esta
hora de la madrugada. Seguramente le he despertado. Soy el Sargento Emilio
Gutiérrez de la Guardia Civil de Molina de Segura””¡Mi hija! ¡qué le ha
pasado!¡Un accidente!” “No es un accidente tranquilícese por ese lado. Su hija
está viva. Está detenida en los calabozos” “¿Detenida?”
La primera llamada es la peor:
trágica, desesperada. Después hubo varias decenas. Cada dos meses más o menos
salvo en los periodos en que estaba internada en que si ocurría algo no nos
llamaban salvo que fuese muy grave. A partir de la cuarta o la quinta sólo
desolación y el deseo siempre presente de que te gustaría que fuese una
pesadilla para poder despertar y seguir durmiendo. Cuando compruebas que no es
una pesadilla preferirías morir antes que ver y vivir lo que estás viviendo.
“¿Dónde está mi hija?” “Ahí
adentro. Tengo que informarles que se le ha detenido como cómplice de una
atraco con violencia en una gasolinera” “¿Mi hija? Imposible” “ Y una chica y
dos chicos más. Creemos que no es la primera vez. Además conducían un coche
robado y llevaban una cantidad de cocaína que no podemos asumir como consumo
propio. Pero lo peor..” “¿Qué puede haber peor?” “En el asalto ha habido un
muerto y su hija empuñaba el arma?” “No. La han incriminado porque es la menor.
He oído que siempre ocurre” “ Hay una grabación de seguridad que no deja dudas”
“Dios mío. Mi hija era normal” “No se culpe no es fácil detectar estas cosas”
“Últimamente andaba un poco triste. A veces faltaba al instituto, pero nada
anormal ni de horarios. Nada. Nosotros estamos pendientes” “No lo dudo.
Nosotros estamos acostumbrados”
Trastorno límite de la
personalidad con rasgos psicóticos. Es menor. Te llevas a tu casa al mismo ser
que días o semanas o meses antes has acurrucado en tus rodillas, le has hecho
cosquillas y te ha palmeado mientras reía a carcajadas, el mismo ser que
arropabas cada noche y ahora te llevas a casa un monstruo que ha matado a un
hombre joven por unas decenas de euros para colocarse. Y es tu hija.
“Papá esto está superado. Lo
siento tanto. No volveré a probar el alcohol ni nada. Eso es el pasado” “Hija
vamos a salir de esta. Seguro”
“Buenas noches Alejandro García” “¿Qué ha hecho mi hija?” “Le llamo de
urgencias. Ha intentado suicidarse pero pensamos que ya está fuera de peligro”
Conducir en una noche lluviosa.
Reflejos de las luces en la carretera. El cristal se empaña o se empañan tus
ojos con las lágrimas. Con el aire acondicionado no se limpia: son tus ojos. Un
pañuelo te ayuda. No te miras con tu
mujer ya ni las miradas os dan consuelo.
Un tubo sale de su nariz con un
material negro. Está pálida y con la mirada perdida de loca o de muñeca. “Ha tomado dos gramos de
coca y un tubo de barbitúricos además de los cortes” Lleva cortes en los brazos
en las muñecas, en el costado y un pinchazo en el abdomen. “Ha estado a punto”
Piensas y te arrepientes que habría descansado ella y habrías descansado tú.”Se
va a quedar ingresada”. Cuando le den el alta buscarás una nueva clínica sin
más esperanza que mantenerla viva.