sábado, 22 de octubre de 2011

LA OBSCENIDAD DE MOSTRAR LA MUERTE AJENA

No me gusta ver como capturan y matan a nadie. Ni siquiera a un dictador. NO me gusta ver como gota a gota de su sangre la vida huye de sí.
No me gusta ver como un toro destroza el rostro de un torero.
Tampoco me gusta ver como un camión y otro coche después aplasta a una niña china, y me da igual que los transeúntes no hicieran caso.

Cualquier persona, sea un dictador, un torero o un niño, tiene derecho a sufrir o morir, o sufrir y morir en la intimidad. Los tiempos del circo romano ya pasaron. Esas imágenes son obscenas por lo innecesarias, por lo gratuitas, por no perseguir más que incrementar la audiencia en unos miles de personas y mejorar "el share" ( porcentaje de audiencia en ese momento).
Son imágenes de prostitución en que el objeto prostituido sólo es agente del dolor y no percibe ningún beneficio.

Esas imágenes deben desaparecer de los medios de comunicación.

Estamos cayendo en la paradoja de que se nos obliga a salvar al mundo pagando las bolsas de plástico del supermercado y nos hacemos insensibles al dolor ajeno.

Un blog es un grito en el silencio, pero seguro que muchos ecos están de acuerdo conmigo

1 comentario:

fernando a. dijo...

No puede estar mejor descrito. Este es un mundo hipócrita y la prensa y los intereses creados que hay detrás (económicos) nos llevan hacia donde quieren. Debemos rebelarnos