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-José, póngase el oxígeno. Deje la tablet que se está poniendo muy nervioso.
- ¡Déjeme en paz!... Por favor.
-Está bien pero le ajusto la gafas nasales, así seguirá mirando sus fotos. Está usted llorando. Por qué llora. Si está usted mejor. Pronto va a salir del hospital. No llore. Quienes son esas personas de la foto. ¿Quien es usted?
-No estoy en esa foto.
-¿Sus hijos?- niega- ¿amigos? - vuelve a negar. No se altere. Eso está mejor. No llore. Mire ha conseguido que yo también me emocione.
- Sí estoy en esa foto. Sí que estoy, y muy presente, más de lo que está alguno de los que sí aparecen. Es una buena fotografía.
-Perdone, pero buena buena. Está un poco desenfocada, y como retrato está descentrada.Pero es bonita.
-No es un paisaje.
-Todo tiene su técnica.
-Menos vivir. En la vida siempre se improvisa.
-...Pero estábamos hablando de fotografía.
-Yo estaba hablando de vidas. Un retrato no es un bodegón. Hay fotografías que guardan más cosas que lo que se ve.
-¿Me permite un nuevo vistazo?. Lo siento pero a mi no me dice gran cosa. Quizás si me cuenta algo de ese momento.
-No estoy en esa foto.
-Eso lo sé, pero cuénteme.
-A estas alturas tengo que seguir sin estar.