sábado, 24 de octubre de 2020

Partir almendras.

Amanece.Poco después de comenzar el día con la máxima energía de la que eres capaz la cerradura se atora. Encerrado fuera de tu casa. Giras la llave que no avanza más de una decena de grados a izquierda y derecha. Es una segunda vivienda que ha ascendido a primera. Gracias al covid está más ocupada que ha estado en otras ocasiones por estas fechas. El vecino te ayuda. Sin éxito. Sin teléfono, sin las llaves del coche,en pantuflas, sudado por el poco ejercicio que has hecho. Vecinos.Otro vecino pasea el perro, regresa, te ofrece el móvil para llamar al seguro. Atención rápida. Espera corta. Apertura tan inmediata que te hace sentirte un gilipollas. Cambia un bombín que creías integrado en la cerradura. Y tu casa, de nuevo te pertenece. Una cita. Con tu madre. Familia. Al campo cerca de Murcia. Barbacoa con tu hermano. la bouganvilla devoraba el pomelo. Rescatas las ramas entrelazadas de un abrazo interesado lleno de espinas. Un amor insalubre que sorbe la savia, que seca la luz, que atrapa con el tiempo, sin dejar al final un resquicio.Libre de producir sus frutos. Pomelos dorados. Ásperos. Ácidos. Jugosos y libres. Las ramas en el suelo siguen siendo peligrosas. Espinas capaces de perforar una suela. De dañar las almohadillas de un perro. Al fuego purificador. El pomelo contempla el chisporroteo de las chispas que acaban con las espinas que lo torturaban, las promesas de un amor eterno hasta la muerte del enamorado. Evita la muerte. FUEGO. ALIMENTO. Las brasas están preparadas. Tocino. Lomo de cabeza. Pajaritos. La mesa redonda de metal. Comunión maternofilial. La higuera. Los perros ancianos. El sol. El aire. Sosiego. Paz. TRABAJO. Sobremesa pelando almendras. Un martillo pesado que de vez en cuando machaca el dedo. Frente a frente con quien te vio nacer. el trabajo es nuestra savia, la comunión del esfuerzo. No hay tiempo de lamentos. Ayer pasó. Mañana no es aun. Será. Honestidad y esfuezo. Digerir el dolor. De nuevo te has golpeado el dedo. El sol se pone. Regreso. PAZ. La llave funciona como hace años que no funcionaba. escribes este relato mitad verdad mitad ficción. Mañana verás a tu hijo pequeño, menos de lo que te apetecería.HIJOS

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