martes, 24 de octubre de 2017

CROSS FIT

Por la noche después de la ducha se puso de perfil. Si su tripa fuese una nariz no sería una nariz respingona, ni chata, sería una nariz aguileña o la rinofima tuberculoide de un borracho. Se puso de frente. alzó el faldón y sin dificultad vio dos otres pliegues. Frustrado por el espejo miró el suelo y se consideró un ángel, sin alas sin sexo.Se había dejado. A fuerza de tantas decepciones y tan seguidas había abandonado su cuerpo, sus costumbres sus hábitos y sus sueños. Soñar te mantiene vivo.Los sueños son el viento de popa que te lleva veloz en una singladura. Había quedado al pairo, la calma, el bochorno, el olor a sudor rancio lo había invadido todo. No se gustaba y no se quería, ya antes de que el sebo hiciera ondas en su cintura. Cerró la puerta del armario con fuerza. En el último momenot deruvo el portazo que habría comprometido el cristal. Se acostó.Dio muchs vueltas en la cama antes de dormir. Se despertó a las seis y media cinco minutos antes que sonase el despertador. Pasó de largo en el espejo a la ida. Se volvió a mirar a la vuelta. Se sentó en la cama con los brazos en jarras. Era muy joven para asumir que el presente lo estaba volteando. No estaba acabado. Un día ruvo la energía de cambiar el mundo. Esa fuerza no puede desaparecer de un día para otro. Tenía que buscarla. Sonço la alarma del móvil. La paró. Ojeó los nuevos artículos que le proponía facebook. Beneficios del cross fit. Leyó. Ejercicios intensos. Quemagrasas. Se podían hacer en casa sin un gran desembolso. NO tenía dinero, no tenía tiempo y no tenía ganas de ir al gimnasio, porque sus aspecto en calzones, mallas o camisetas le resultaba vergonzante rodeado de efebos y muchachas y no tan muchachos absolutamente ceñidos. y definidos. Por la noche cuando volvió siguió investigando artículos, youtube, blogs, algunos de pago a los que no accedió. Elaboró una tabla de ejercicios cortos que repetiría tres veces. progresivamente mejoraría su resistencia. Comenzó. Fue muy moderado. No creyó que pudiera terminar cada una de las series. Los números se quedaron muy por debajo de lo previsto. Acabó exhausto. Se fue a la ducha desde su salón. Dudó. Abrió la puerta del armario. Vio el mismo cuerpo, la misma mirada sin brillo pero con más sudor. Metió la barriga y le dió tos. No debía hundirse. Necesitaba constancia. En la perseverancia era un auténtico campeó. Hasta el aburrimiento. Repeticion de días, de conversaciones, de tristezas y alegrías, de trayectos, de horarios, de ilusiones y las decepciones correspondientes. Dormir. Otro de los ingredientes para mejorar el cuerpo en el cross fit, el descanso, el reposo que permite a los músculos recomponerse, reordenarse hipertrofiar sus fibras y multiplicar su fierza. Dormió bien. Despertó. Al sentarse en la cama no reconoció sus pies, fibrosos con venas. ni sus pantiorrillas delgas con gemelos prominentes. Las pantuflas dejaban el talón en el suelo. Al bostezar salieron disparados tres botones de la chaqueta del pijama. No era posible. Abrió el espejo y no se conoció. su aspecto era de la noche a la mañana e de un Hércules. Admirable el efecto del ejerccio en una sola jornada. La combinación del ejercicio correcto y una genética privilegiada. Pasó al baño. Puso las manos en jarras y orinó. Salió. Se miró en el espejo. sintió nauseas y su cuerpo empezó a menguar  a deshuncharse a hacerse menudo y arrugado y una vejez prematura lo invadió. Se echó al suelo y lloró. Despertó. Una pesadilla. Habíadios una pesadilla. Se había desvelado. Cogió el mando y pasó de canales de contactos a otros de adivinos y a uno de teletienda. le gustaban las sartenes y  los cuchillos que eran capaces de cortar el acero, hojas que nunca tendría que afilar, pero le gustó sobre todo una camiseta y unos calzoncillos reductores. El modelo no tenía mejor tipo que él. Se enfundaba aquellos calzoncillos y esa camiseta y quedaba con la ropa adecuada hecho un figurín. Si lo pesía en ese instante, le hacíanuna oferta irresistible y en lugar de un juego tendría dos. Telefoneó. Comunicaba. Sólo había cien lotes disponibles. Rezó. REzó. Le contestaron. Dio los números de su tarjeta y en tres días lo recibió. Se lo probó. Auqnue había engordado porque había relajadosu ejercicio, con un jersey de cuello alto parecía alguien nuevo. Incluso podía respirar. Se sintió seguro. Ese sí que era el camino correcto. Confiado salió a tomar una copa. En el bar. Se le acercó una compañera de la oficina con la que nunca antes había hablado. "hace tiempo que no te veía. Estás mucho más delgado" "Sí. ahora hago mucho cross fit. Me he enganchado al ejercicio" "¿Eres asmático?" "¿Por?" "Hablas entrecortado" "Hoy la rutina ha sido muy exigente" Casi no podía respirar. A ratos hacía como que reflexionaba. Rieron mucho. "¿Vamos a mi casa. Estoy muy a gusto contigo" "No puedo" Ella le deslizó la mano por la cintura. Él se apartó. "No puedo. Mañana tengo que madrugar. Tengo que hacer ejercicio" "Si estás muy bien" "Tengo que marcharme" "Te vas a arrepentir" Sí ya se había arrepentido.

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