Una mujer está sentada cerca de la barandilla en un bar colgado de los acantilados que rodean el monasterio de la Fuensanta. Van a cerrar pronto. Han cambiado la hora. Ya van varias horas desde que ha oscurecido. Una sombra llega por detrás. Le tapa los ojos y le acaricia sutilmente el cuello. Ella sonríe. "Has venido. Te has retrasado" Silencio a su espalda. "Te has retrasado" Una sonnrisa entre dientes. " Y encima te ríes. Coge las manos para separarlas. Son unas manos heladas. Estira la mano derecha. Intenta coger su estaca. Ya sabe a quien tiene detrás pero la estaca ha desaparecido. "Quien esperas no va a venir" "¿Por qué lo sabes?" "¿Me lo preguntas en serio. Ja ja " "¿No le habrás hecho daño? Es un buen chico" "No. Nada irrepaarable. Sólo me he divertido" "¿Puedo sentarme?" "Ya que hoy no podré acbar contigo siéntate" "Ni hoy ni nunca"" No estés tan convencido" "No te pegaba" "¿No me pegaba qué?" "Ese muchacho. Muchacho por decir algo. Una auténtica ameba" "Ja ja. No le digas eso" "Insustancial. No puedo explicarme cómo le has dedicado ni cinco minutos" "Vlad ¿eso es un piropo?" ·Tómalo como quieras, pero no te pegaba nada. Por eso no va a venir" " A falta de mi padre ¿Vas a convertirte en mi protector?" "Hoy será una excepción" "No necesito protector Vlad. NI tú ni nadie" "No pretendía ofenderte" "No lo has hecho. Tienes razón. Era una ameba. No sé por qué quedé con él" "Ya no va a venir" "Estás tú. En su lugar. ¿Es lo que pretendías?" "No necesito ser el sustituto de nadie en nada" "Pero lo pretendias cuando le has impedido venir" "Quizás sólo ha sido un impulso" "Mira a nuestros pies, todas esas luces, puede haber seiscientas mil personas . Y lo has elegido a él. No lo vas a reconocer. Eres terco. Pero sientate a mi lado hoy no me apetece estar sola. ¿No hablas?" "Hay demasidas luces. Mira la huerta. Llegará un día que no se podrá distinguir el día de la noche. Eso será mi fin" "Tu fin seré yo Vlad. NO te olvides. Hoy me has quitado la estaca pero no siempre va a ser así" "Va a ser divertido" "¿Qué has hecho?" "Te he besado" "No te he dicho que lo hicieras" "Tampoco te has negado" "No. No lo he hecho. Porque me apetecía" "También a mi" "Conmigo ¿o buscabas un recuerdo?" "..." "No respondes" "Buscaba un recuerdo" "Fantástico" "Pero tú despertaste en mi algo que tenía olvidado" "Eso está mejor. ¿Y el resultado?" "No sé. Con sí con sa" "¿Y ahora?" "Mucho mejor. El recuerdo ha sido completo" "¡Otra vez!" Déjate de recuerdos. Aterriza en el hoy. Disfruta de nuestro armisticio. Vamos a mi coche" "¿Es éste?Es muy pequeño". "Será suficiente para dar un revolcón. Mañana trabajo tengo que irme pronto a casa" "Muy pequeño. En los Teatinos hay una buhardilla en un chalé. Me gusta más" La abrazó. golpeó la ventana e irrumpió en el chalet. Colocó velas aromáticas alrededor de la cama. No recordaba el sosiego y la calma que conducían al deseo. Los abrazos apresurados. Las caricias...Ella quedó dormida. El cuello con la carótida rutilante. Se agachó, con los dientes aguzados. Podía morder hasta que ella dejase de se una amenaza, ella se giró. le acarició el rostro le atrapó una mano que se llevó al pecho y siguió durmiendo. Vlad quedó desarmado. La observó mientras dormía. Nadie diría que era su principal, su única depredadora. Se dio media vuelta y se lanzó por la ventana.
Sobrevoló una Murcia que estaba tranquila. Miró atrás por la ventana. Bajó calles oscuras para alimentarse. En el aire. sintió algo, un vacío que no desapareció con libaciones en otras gargantas. Un vacío que le recordaba a historias ya pasadas. Una excitación y a la vez una paz que no tenía de hacía años. Una sensación agridulce tan intensa que le llevó a desear ser humano. Ella despertó casi de madrugada. Miró el otro lado de la cama vacío. Miró al techo y miró la puerta por la que habían entrado. Se vistió.Se apoyó en el voladizo y saltó por la ventana. Llegó a casa. Encontró a su amigo, la ameba según Vlad. "Perdón por no llegar a tiempo anoche. No creerás lo que me ha pasado." "No te esfuerces demasiado entonces".
Vlad apuró los últimos momentos de la noche tomado un aire que había refrescado los últimos días. Se ocultó en la cripta casi cuando amanecía. Solo. Pero de nuevo, antes que amaneciese, a su sueño diurno le llevaron los nuevo recuerdos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario