lunes, 30 de octubre de 2017

TEATRO (DOS)

Sábado. Dos pases de la misma obra. Dos veces el mismo monólogo. Por muy veterano. Por mucho que te esfuerces en recrear una obra. Acabas agotado. Vacío. Física y psicológicamente. El cuerpo pegajoso de los churretes de sudor que han deslizado restos del maquillaje por debajo de la ropa. El mismo sudor que una vez frío se acumula en los pliegues y te irrita. Estás sentado en tu camerino. DElante del espejo, quitandote el maquillaje blanco de tu personaje. Unos calzoncillos y una camiseta de tirantes son las dos unicas prendas que quedan de un atuendo barroco de un personaje normal. Un cognac en un soporte del tocador. Es el momento íntimo de relax. Después saldrás a tomar unas copas. Siempre te conoce alguien. Si es una mujer bella será emocionante. Conquistar. O que te conquisten. Mucho menos de lo que todos creen. Menos mujeres. Menos dinero. Menos éxito. Menos diversión. Pero cada soirée te dices que es el mejor oficio del mundo. Y lo es. Lo es. Tomas otro sorbo de ese cognac delicioso. Tocan a la puerta. Rompen la magia. Entran. Es tu secretaria. Nadie más se atrevería a alterar ese momento. "Guillermo. Un espetador insiste en hablar contigo" "Que espere a la salida. Sabes que este momento para mí es sagrado. A la salida firmaré los autógrafos que desee" "Eso mismo es lo que le he dicho, pero no es una autógrafo lo que quiere" "Maldita sea. Y ¿qué es lo que quiere? Cagüendios" "A mi no me grites" "Lo siento. Sabes lo que me cabrea que me interrumpan justo ahora" "Lo sé. He intentado que espere, pero insiste en que te tiene que ver ya o se va al cuartel de la guardia civil a poner una denuncia" "¿Denunciarme? Venga dile que pase. Si no me cabrearé más" Se va. Entra un hombre normal , ni bajo ni alto. Vestido de un modo que no llamaría la atención ni entre diez personas. Sonríe. Una sonrisa de satisfacción. Una sonrisa horizontal. el mentón ligeramente elevado. El actor se plantea golpear de abajo arriba ese mentón arrogante. Hacerle pagar de un solo golpe la terrible intromisión que ha hecho añicos su instante favorito. Le extiende la mano. Le choca una mano blanda sudorosa con tres sacudidas poco enérgicas. Directo. Sin circunloquios que detesta, le suelta la mano. "Dice mi secretaria que me va usted a denunciar. Si no le ha gustado la obra le devolveré el dinero aunque no tengo obligación de hacerlo" Las mejillas del hombre se tornan carmesí. "No dice usted nada. TEnga veinteycinco euros, con lo que le sobra tómese usted un café" "No saldrá con la suya. Me ha ofendido. Me ha difamado. Me querellaré contra usted. Voy  a hundir su carrera" "Yo a usted, que sepa,  no le conozco de nada" "¿Ah sí? Y esa obra. ¿Quien la ha escrito?" "Es un clásico. Lleva representándose quinientos años o más. Yo que sé. Está ligeramente adaptada pero es una obra muy antigua" "Eso son embustes. Esa obra habla de mi. Han pretendido hacerme escarnio en mi pueblo. Mis decepciones, las burlas que he recibido, los desprecios, los insultos, las traiciones, todos, al detalle, uno a uno y en el orden que ocurrieron están ahí descritos, y usted los ha magnificado para zaherirme en lo más honda. Está orgulloso de ese escarnio a una persona que no le conoce a usted. ¿quien le ha dicho que haga eso?" "No comprendo nada de lo que me dice" "Mi vida está ahí. Ese personaje del que usted se burla soy yo" "Le he insistido en la antigÚedad de la obra" "Para disimular. Sólo para disimular. Su adaptación la acerca a mi. Voy a denunciarle" "Mire no creo que se hable directamente de usted" "Lo admite. Directamente no pero indirectamente sí" "No ponga palabras en mi boca que yo no he dicho. Quiero decir que la obra es un clásico, y los clásicos lo son precisamente por eso. Personas de tiempos muy distintos pueden ver como familiar la trama. De algún modo me halaga que se haya sentido así" "Es usted un miserable. Le alegra mi infortunio" "Cuando ha entrado he pensado darle un puñetazo. Me estoy arrepintiendo de no habérselo dado" "No consentiré que me pegue" "Estoy cansado. ¿quiere una copa?" "No bebo" "NO iba con usted. Los humanos no somos tan distintos unos de otros. Los clásicos nos muestran a nosotros mismos, usted sí pero yo, el papa, el rey cualquier ser humano. Somos iguales. Sentimos igual. Amamos. Odiamos. Somos fieles o traicionamos de la misma manera. Usted y yo, yo y usted. Todos"" Me ha hecho llorar. Es un gran actor. Lo reconozco. Pero la obra habla de mí" "Pues a la mierda. Váyase al juzgado y déjeme en paz" "TEndrá noticias de mi abogado" "Si no desaprece ya  le daré más motivos para su denuncia" "Adiós" "idiota" Da un portazo. Se sirve un poco más de cognac. y toca el agua de la ducha.

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