martes, 2 de mayo de 2017

SÉ DE UN LUGAR (tERcera temporada de anemia)

Loa humanos en Murcia tienen la costumbre de poner cruces en muchos de los picos que rodean sus ciudades por eso te gusta La Cresta del Gallo. Desde ahí hasta Carrascoy no hay cruces, ni ermitas en lo alto. Al otro lado, el Miravete, La Cruz del Bojal se alzan unos cientos de metros por encima de Torreagüera. Desde la Pañocha de la Cresta del Gallo observas las luces que se escalonan en la  montaña en la urbanización Montegrande. Es casi medianoche. De uno de los adosados sale una luz. Cierra la puerta. Se agita y corre. sube veloz la cuesta que lleva al cementerio. Despliegas tus alas. Planeas alejado de las cruces. Sientes el frémito de una sangre que se agita a ciento ochenta latidos por minuto. Una mujer. Una luz en su frente. Prendas ajustas. Sola. El cementerio con sus cruces la protegen.Sigue ascendiendo. Camina. Su pulso baja. Vuelve a correr por la senda empinada que sube al Miravete. Vas a alcanzarla antes que llegue a la cima. La esperas en una de las revueltas de la senda escarpada.
"¡coño! Me has asustado" "Lo siento" "¿Te puedes apartar?, estoy haciendo series en subida. No tengo mucho tiempo" "Yo tengo todo el tiempo del mundo" "Eres Vlad" "Sí ¿Me conoces?" "En Murcia te conoce ya todo el mundo, hay quien dice que eres una leyenda urbana pero yo sé que no" "¿Por qué sabías que era yo?" "Un tío de dos metros con un traje negro perfectamente planchado a mitad de la subida al Miravete...Te podías haber puesto un chándal y unos deportivos" "Eso no es elegante" "Pues en traje de chaqueta en el monte vas bonico.Vamos déjame pasar" "Sabe quien soy, pero ¿sabes a qué he venido?" "No has venido a nada" "Lo dices muy segura" "Me vas a dejar pasar" "Voy a cenar" "No. Hoy no. Tengo que entrenar. No me obligues a clavarte mi cruz de Caravaca" "¡¡Ah!!" "Gracias eso está mejor. Hoy cena en otro lado. Espera. No te vayas. En realidad siento curiosidad por lo que se siente cuando te muerde un vampiro, pero hoy no puedo. Tengo que hace dos Miravetes y con tanta conversación voy con retraso" "Cuando desees pero aparta esa cruz""Eres un vampiro. Puedes leer las mentes. Sabrás cuando podemos vernos. Sé de un lugar , sé de un momento pero has de esperar. Hasta la vista"
Te ha dejado intrigado. Tú un todopoderoso deberás quedar pendiente de una mujer que desee ser poseida por un vampiro.Tú un todopoderoso y ella elegirá el momento, Tú un todopoderoso y ella elegirá el lugar, como si fueses un simple humano. El poder de la cruz le da la ventaja. Te sublimas y planeas las callejas recónditas del las tascas de Murcia repletas de Erasmus de cabelloso dorados. Una cualquiera. Pronto va  a amanecer. Te retiras a tu cripta.

Un pálpito y tus párpados se abren. Aun es de día. Han pasado meses. El momento ha llegado, pero es de día. Abres una rendija de una ventana. El mundo exterior está casi más oscuro que el interior de la cripta. Una vaharada de aire húmedo y fresco se cuela en tu cripta. Nubes grises ocultan el sol lo suficiente para un vampiro. Ella te desea. Sales. En Carrascoy la nube se rompe en una cortina de agua que borra el horizonte. La lluvia se extiende. Vuelas. Algunas gotas gruesas. Rayos y truenos. Gris oscuro casi negro. Rachas huracanadas se arremolinan. Huele a humedad. Ella sube. Desea tu contacto. Se dirige por terreno excarpado al Puntarrón. Un monte sin cruz. Una tarde de tormenta. El sueño de un vampiro en una tierra seca como Murcia. Se posa en la terraza que corona el monte. Llueve con furia. Ella aparece con la ropa adherida a un cuerpo menudo. Entra en la pequeña terraza.

"Has venido" "¿Lo dudabas?" "Lo sabía" Te molesta mostrarte débil. "¿no temes la lluvia?" "Me encanta" "Y los rayos" "Me gustan las tormentas" Extiendes los brazos y un rayo estalla de tus brazos a la nube. "Eso te ha asustado" "Sí" Recuperas el orden natural tu presa debe temer. Tu apetito despierta. Te adelantas para morder su cuello desnudo. "Para para. Todavía llevo  mi cruz" El viento hace que a ella le cueste mantenerse en pie. La lluvia, que había aflojado , arrecia ahora. "¿Me has hecho venir para nada?" "No. Te dije que vendría, pero yo elijo el momento" "Puedes llegar a cansarme" "Puedes marcharte cuando lo desees" "Lo ...siento" Eso te ha dolido. "¿qué ?" "Que siento haber sido tan brusco" "Bien. Eso está bien. El momento se acerca. Te dije que sabia un lugar y un momento, y es este. Mira me meto la cruz al bolsillo" La espera te enerva. No sabes si vas a ser capaz de dejar algún sorbo de sangre es esas venas. La lluvia arrecia de nuevo. "Vamos ¿A qué esperas estoy deseando sentir tu abrazo?" Abres la boca . Mides la distancia. Si tuvieses saliva, brotaría a borbotones..."Mira Vlad. El arco iris" "Ah.Ah" Tu piel se quema cuando el techo del cumulonimbo en el poniente deja escapar unos tenues rayos de sol. Te abrasas. "Ja  ja ja jaja" Te retuerces en el suelo. En un último esfurzo saltas y te pierdes en los recovecos de la sima de lo alto del Puntarrón, para tu suerte a pocos metros de la terraza. Ella se marcha corriendo, chapotenando en los charcos, deslizándose por el barro a toda velocidad. De vez en cuando se ríe. El agua ya no se desliza por las grietas de la roca. Tienes frío. Esperarás la noche para llegar a tu cobijo. Por el camino comerás, con ansia, Matarás. Alguien pagará la burla. Has estado a punto de morir como cualquier humano. A punto de acabar con la eternidad. Quizás eso no habría sido tan malo. Quien sabe.

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