martes, 14 de abril de 2020

GENESIS (DOS)

Yahvé cre a Pedro y lo dejó en el jardín del Edén. Yahvé estaba  muy satisfecho por cómo le había salido Pedro, un tipo alto espigado, bien parecido que no desentonaba en aquel jardín tan hermoso. Pero Pedro no era feliz. Pasaba los días sentado en una roca mirando el sol o la luna y suspirando. Yahvé le preguntó qué le ocurría y Pedro en su modestia,´ bajó la mirada y respondió: nada.  Pero Yahvé podía leer sus pensamientos. Conocía a Pedro. Le gustaba lucir, ser mirado y admirado, y en soledad las posibilidades de lucimiento son menores, y su temperamento, su gracias al caminar se tornaban en melancolía. Y Yahvé pensó que no era bueno que Pedro estuviera solo. Le cogió una costilla y de ella creó a Pablo. Pablo no le salió tan bien terminado. Cargadico de hombros, pero con una melena que refulgía con los postreros rayos de sol o con los primeros de la luna. Yahvé le presentó Pablo a Pedro. Pedro lo miró sesgado. Sonrió, frunció ligeramente los labios y se pasó el pulgar por el morrito.Pablo sonrió y Yahve advirtió que, con la emoción y las prisas, los dientes se le habían quedado desordenados a Pablo. En cuanto Pablo vio a Pedro lo abrazó. Posó la cabeza en su hombro y se acoplaron como uno solo. Yahvé quedó satisfecho. Los pajaritos cantaron y el sol dejó de ponerse. Pero fundidos en su abrazo, con los ojos cerrados sintiéndose deseables para el otro, el tiempo pasaba, y Yahvé comenzó a cansarse. Les llamó la atención. Dos tres veces. Poco antes de que la ira lo invadiese con la espera. Se separaron. Se expolsaron sus cuerpos desnudos. Yahvé resopló. Pedro no le miraba, pero Pablo le miraba con una sonrisa plana que al mismo Yahvé le despistó si era de alegría sincera o de desprecio. No hizo caso y les advirtió. Mirad el Edén, es vuestro. Los dos podés ser felices. Vuestros son todos sus lugares y criaturas, disfrutadlos en paz con sólo una excepción, ese árbol. Pedro levantó la mirada, guiñó los ojos, sacó morritos y miró el árbol con deseo. Pablo movió la cabeza como si tuviera una contractura en el cuello y miró, pero de forma mucho más disimulada. El árbol del bien y del mal. Se quedaron solos. Pedro miró el árbol de arriba abajo. Los frutos eran suculentos. Se acercó. Miró pero no llegó a descruzar los brazos. Miró a Pablo enarcando las cejas con una expresión de suficiencia. Pablo esbozó una risa más abierta mientras se mesaba la perilla." Te gustan esos frutos ¿verdad Pedro?" "Son muy hermosos" "Pero yahvé dice que no los cojamos. Ja ja ja" "Sí eso dice" "Se cree que es un rey" "Sée Yahvé siempre ha hablado del reino de Dios" "Pero Pablo, abrazame anda, así. Nosotros siempre hemos sido republicanos" "De toda la vida" "Y ateos" "Y ateos" "Y ni un dios ni un rey nos va a dar órdenes" "No Pablo" "Entonces a merendar. tú primero" "NO. Te cedo la vez. Tú lo coges y yo lo pruebo" "No me parece adecuado. La tierra para el que la trabaja" "Pero...a tí te hicieron de una de mis costillas" "Eso es el pasado. No seas machista" "Yo soy el más feminista del mundo Ejem ejem, Me vas a ...azotar hasta sangrar" "Vale ya. Me sacas de quicio. Toma la fruta. Chulito" " Dale un mordisquito primero y me la pasas" "Temes que la furia de Yahvé nos extermine" "Toma tú un poquito. La fruta para el que la trabaja je je" "Ves no pasa nada. Es muy sabrosa" "Sí que lo es"
Y se abrieron los cielos y bajó el angel . Los miró. Revisó su guión. "Lo de parir tiene que haber algún error, pero  a trabajar con el sudor de vuestra frente os vais a hinchar" "¡¡¡¡No no!!!" "Sólo ha sido un mordisquito"

Y pedro despertó, se había quedado dormido en el comité de expertos, la voz de Simón le producía mucho sopor Dos sillones a su derecha Pablo le preguntó. "Tienes mala cara Pedro . ^¿A ver si vas a tener tu también el virus?" "No Pablo. Una pesadilla con un final terrible. ¡Qué tranqulidad la realidad!"

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