viernes, 17 de abril de 2020

ZULO

30 de Diciembre de 2021
"¡Señora tiene que salir! El edificio está ardiendo" "No voya salir de mi casas" "El edifico puede colapsar, coja lo justo y baje con mi compañero. ¿Vive alguien en la puerta de al lado?" "Un muchacho, MIguel . Debe seguir viviendo, porque varias veces al día vienen repartidores, pero hae mucho que no lo veo" "Miguel. Miguel. Abra la puerta. Somos los bomberos. El edificio está en llamas. Tiene usted que venir con nosotros. Abra" "Quizás no está" "La vecina ha dicho que hace tiempo que no sale. Dame el hacha. Ya. ¿Miguel? ¡Miguel! Somos los bomberos" "Qué olor. Qué desastre. Mira la cocina. Montañas de envases de comida, cajas de pizza, plástico. Qué desastre. Aquí no vive nadie" "Precisamente por eso sí que vive alguien" "Cuesta pasar entre tanto trasto. Esto es el baño. Fíjate que contraste. El baño está perfectamente limpio. ¡Miguel! ¡Miguel! El dormitorio. La cama da la sensación de estar flotando entre botes de refresco y envases" "Sin embargo la colcha y la cama están absolutamente limpias y ordenadas. Parece imposible entre tanta inmundicia. Mira esa mesilla, está limpia. ¿La has enciendido tú?" "Ya estaba" Esa foto. Ese chico debe ser Miguel. Con sus padres. Tiene una expresión rara" " Miguel. Sabemos que está usted aquí. Miguel" "¿Has oído eso?" "Aquí está, oculto en el armario. Miguel no se asuste. No tiemble. Somos los bomberos. Hay un incendio. Debe acompañarnos. Tal y como está la casa si el fuego llega aqui sera una antorcha.Empieza a rociar con espuma. ¿quiere usted su foto? ¿Son sus padres?  ¿hay alguien mas  en la casa" Miguel coge la foto con  sus padres y la oprime contra el pecho. Es más alto que los dos bomberos. Avanza encorvado. Una barba de más de un palmo. Pelo largo deordenado con algunas canas incipientes. Delgado. Manos sarmentosas. Nariz fina y ojos negros. Mira de un bombero a otro a la velocidad de un nistagmo sin soltar el marco de su fotografía. Cuando llegan al rellano los bomberos aprecian el caminar torpe de un cerebro limitado. Ropar sucias, greñas en el pelo, olor de suciedad rancia y en la boca una mueca plana suspendida a duras penas por la mirada al suelo. Cuando enfiló las escaleras apremiado por los bomberos, se cubrió la cabeza por la capucha y bajó sin cogerse, pero rozando la barandilla.
25 de marzo de 2020
No eres listo. No eres el más listo de la clase. Y cuanto más grande te haces, más difícil te resulta comprender porque los demás abandonan los juegos que no ten cansas de repetir. El juego. La alegría. DEjan de ser niños, pero tú sigues instalado en ese mundo feliz de no comprender demasiadas cosas. Tonto. Te dicen tonto o retrasado, porque no puedes leer lo rápido que ellos leen, pero lo aceptas. Te lo dice tu madre, no todos pueden ser el más listo de la clase, pero eres el más cariñoso y el más guapo. Se lo dice de verdad, no por confortarlo, se preociupa de vestirlo con las ropas que visten todos aunque no sean las ropas que más le gustan. Y las chicas se le acercan, como a todos los chicos. Cambian unas palabras y su ojos se enternecen, más de lo que a él le gustaría. En esos momentos quisera ser más tonto. Tonto inconsciente para no darse cuenta, que su inteligencia aminorada sea evidente con un belfo caido o babas en la comisura. Primero murió su padre. Poco después su madre enfermea se aferró a la vida a pesar del dolor para no abandonar a su hijo. Solo. Capaz de vivir por si mismo. Triste. Los largos paseos , sin destino hasta que la fatiga o el dolor de las plantas de los pies la hacían tomar el camino de vuelta. Excatamente el mismo. Y un día. al gente se metió en sus casas. Las calles parecían siempre domingo por la mañana. Cerró la iglesia. siguió sus paseos. Pero la gente empezo a gritarle. Le amenazaban. Cada vez más. algunos le grababan por teléfono. Un día alguien le gritó que le iba a pegar fuego si seguíav infectándolos a todos. Miró el balcón. Leyó el odio en los ojos de aquel hombre. Iba a pegarle fuego. No volvió a salir. 

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