lunes, 21 de agosto de 2017

VINO DE JUMILLA. Anemia 4ª temporada segunda entrega

Nadie se explicaba como en la prestigiosa revistal enológica Wine Spectator habían seleccionado entre los cien mejores vinos del mundo un vino de Jumilla que nadie en España ni en Murcia conocía. Resultaba tal el misterio que en la reseña, el crítico comentaba que les había llegado una botella única por correo ordinario, que sin que sirva de precedente, la propia revista había pagado los trámites de aduana. Comentaba también que la etiqueta era una etiqueta autoadhesiva estándar y escrito a mano con un rotulador indeleble una tinta se había corrido con la humedad el nombre del vino: Esencia Humana. Un número 6 de una producción limitada a mil botellas. Esa sencilla, lamentable presentación para un vino tan excelso, lo había privado de situarse entre los diez primeros. Santi, recien terminada la carrera de periodismo vio una oportunidad para hacer con esa historia el trabajo fin de máster. Buscó en facebook, twiter, google, en revistas especializadas , nada. Se acercó a la cámara de comercio y encontró una pequeña granja, no estaba inscrita como bodega con ese nombre "Esencia Humana". Cogió las señas. Estaba situada al norte del monte Arabí. En Google Earth localizó el camino lo siguió y la única casa debía ser la bodega. Pequeña. Muy pequeña. Intentó contactar pero no lo consiguió. Se desplazó a Jumilla. Preguntó en bodegas y en restaurantes. Nadie sabía nada. Se le hizo de noche. cuando iba a coger el coche de vuelta a Murcia se  le acercó un hombre. Joven, impecablemente vestido. "Me ha sobresaltado" "No era mi intención" "Me llamo Santi" "Yo no" "No quería molestarlo" "¿Quiere visitar nuestra bodega?" "Claro. Es a lo que he venido" "Rellene esta ficha y la llamaremos para ver si es apta" "¿Grupo sanguíneo? ¿Rh? Pero. Indice de masa corporal" "Eso no lo ponga. Ya lo calculamos nosotros" "¿Esto para qué?" "Normas" "Está bien, y mi teléfono"."Adios" Desapareció. Condujo dirección a Murcia. Setenta kilómetros. El tiempo era bueno fresco, para fin de verano. Para qué querrían esos tíos esos datos. aunque por otro lado, la cocina y el mundo del vino se estaba llenando de divos, una estrategia de márketing de libro, seguro que al final del camino estaría el Grupo Fuertes. En cualquier caso le serviría para cumplir con su TFM, y si de paso adquiría alguna relación con El Pozo, mejor.

Pasó una semana. Había perdido la esperanza de que la llamaran.El teléfono sonó. Número oculto. "¿Nena quien es?" "Nadie mamá" Era un número oculto. "Un coche la está esperando en la puerta" "¿Quien es?" "Si no baja en cinco minutos se marchará. Deje el móvil en casa" "Se puso una chaqueta sobre el chándal y corrió escaleras abajo."Nena ¿donde vas?" Cuando su madre se asomó no pudo ver el automóvil en que había montado.

Sentada en el asiento de atrás de un todoterreno corriente. Delante un conductor. "¿Adonde vamos?" "No puedo decirle nada. Se enterará cuando lleguemos. No se preocupe. Le han dejado unos folios para que se vaya documentando" En el asiento de al lado en efecto había un cuadernillo  y con el nombre de la bodega y 5 folios. Cuando cogieron el camino comenzó a llover. Los charcos se acumularon en la carretera. Una rambla ya iba crecida cuando pasaron. "Esta noche no podremos regresar" "No he avisado a casa" "No se preocupe" A las faldas del Arabí, entre pinares y olivos estaba labodega. No había letreros, no había ninguna señal que la anunciara ni siquiera con el éxito obtenido. El vehículo se guareció en un cobertizo, y por una puerta lateral, salió a recibirla el chico que le había ofrecido el cuestionario. "Vaya una nochecita, pero nos gusta cuidar los detalles.Así todo sale mejor" "Un detalle" "Estará hambrienta" "Mucho. He salido sin cenar" Pase por aquí. El chófer, de rasgos asiáticos, se quedó en el coche.Era una casa tradicional Arreglada pero con respeto a los detalles de una casa de labor. Se había restaurado piedra a piedra, madera a madera. Una mesa cuadrada con mantel y cubiertos rústicos. Queso y entremeses en el centro. ensalada de lechuga y tomate. Y algo cociéndose en el fuego. En la mesa, aireándose una botella de Esencia Humana. "¿Puedo coger un poco de queso?" "Empiece. Es todo orgánico. Va a ser la esencia de nuestro negocio. Estoy terminando este gazpacho. Es un poco fuerte quizás" "Perfecto, además con esta tormenta apetece algo caliente" Cenaron y departieron a la luz tenue de unas velas. La tormenta no había amainado de vez en cuando la lluvia arreciaba. Al centro de mesa unos postres locales, hojaldrados y almendrados. "No puedo más. ¡Qué sueño!" "¿Quieres ver la bodega?. Tengo una sorpresa" "Vamos" En la estancia de al lado, había dos depósitos de unos tres metros, Olía fuertemente a vino. en el centro una camilla con una sábana y una toalla. "¿Esa camilla?" "La sorpresa. Es un proyecto hacer un spa relacionado con el vino. Elchófer es en realidad un masajista" "La dejo sóla, desnudese,póngase el albornoz y tumbese" "Un masaje. Me encanta" Se tumbó. El chófer tenía dedos duros que le penetraban cada músuclo y lo relajaban. Dolor y placer. "Es usted estupendo" "¿Le ha gustado?" "Muchísimo" "Ahora viene la parte estrella del tratamiento, la enoterapia" "Se atreveria a bañarse en una de nuestras barricas de vino joven. Es muy muy placentero según nos han dicho clientes muy selectos" "Pues sí. Me encantaría disfrutar de algo tan exclusivo. TEndrá que bañarse desnuda para no afectar a nuestro vino. La escalerilla estaba oculta. Subió. llegó al borde. Abajo a un metro el nivel del vino. Bajó por la escalerilla y se sumergió. No podía describir sensaciones tan agradables después del masaje. Alguien retiró la escalerilla interior. Escuchó cerrarse la puerta de la bodega y la puerta de la casa. Escuchó arrancar el motor y perderse el sonido. Algunos truenos más. si hubiese  podido escuchar la conversación del coche, habría podido oír al chico hablando en un perfecto inglés con un cliente americano que en un año habría de nuevo un vino de calidad suprema del que estaban cuidando hasta el más mínimo detalle.

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