lunes, 18 de diciembre de 2017

MUERTE Anemia 5ª temporada 5ª entrega

A Vlad no le gustaba postrarse ante sus propios impulsos excepto su necesidad por la sangre. No le gustaba detener su vuelo en busca de presas y posarse en lugares que le traían recuerdos, aunque fueran recuerdos tan especiales. No le gustaba posarse en la cima de una colinacontemplar el mar y el reflejo de la luna y quedarse extasiado.  No le gustaba. Un todopoderoso débil es una paradoja.Pero era de la clase de debilidad que ni un todopoderoso puede o quizás ni siquiera desea evitar. Después de décadas, de siglos dedicados a peseguir la sangre de su eternidad, tener algo más que lo distrajese, era un regalo. Miel y hiel. Almibar y almendras amargas. Visitó los lugares en que estuvieron juntos. Cada noche en la esperanza de repetir las circunstacias que los unieron. La imagen del cazavampiros lo atormentaba. Estaba continuamente en sus retinas, en sus sueños diurnosos y en sus pesadillas despierto. Sabía que no podía ser hombre. Los tratados lo aseguraban, ser hombre implicaba morir, y pocos hombres han resucitado. Sería fácil. No esquivar la estaca que ella, siempre que habían tenido algún contacto le había lanzado. O podía convertirla a ella a la eternidad que le era propia. Un vampiro que acompaña a otro vampiro dos seres eternos y maldtos. No le apetecía. Le gustaba la temperatura de su piel el tacto trémulo cuando le había acarciado. El aliento fresco de su juventud humana y no el vaho putrefacto de los condenados en los aledaños del infierno. No deseaba el cambio. No. Le gustaba como era, humana. Le gustaba como era, una amenaza cada vez que coincidían, cuando ella, al menor descuido, al menor rastro de cordura en su mente intentaba destruirlo.

Santi dormía en su dúplex de la Alberca. Sintió una presencia en su ventana. El frío de la noche invadió su estancia. Oyó la corredera cerrarse. Sintió unos pasos alrededor de su cama. No se movió. Sintió el colchón hundirse bajo el peso del intruso. Miró de reojo. Era una figura familiar. Se quitó los zapatos y se metió debajo del edredón. Afirmó su cuerpo al de ella. Ella sintió sus manos frías sarmentosas en su vientre. No esquivó el contacto de su cuerpo. Cerró los ojos yse concentró en cada centímetro de piel de aquel ser eterno. Sintió el vaho de sus besos en el cuello. Apartó su rostro para evitar la tentación que para un vampiro supondría una yugular. Sin volverse se dejó hacer. Un jadeo de hombre. había terminado. Vlad dijo. Estiró la mano al suelo cogió la estaca y la empujó contra el pecho. La madera blanca de limonero se incrustó en su pecho. Vlad no te has ido. Un nuevo jadeo a la vez que una mancha negruzca se formaba en las sábanas que unos segundos antes habían sido testigos del amor. Vlad volvió a decir. Estaba segura que te ibas a ir. Vlad.

"Hola Santi" "Vlad. No eres tú" "Me preguntas a mi. Metes a cualquiera en tu cama y me preguntas" "Pensaba que eras tú. Lo siento" "Lo siento y me has matado, bueno. Lo has matado" "Es cierto he matado a  alguien" "¿No te alegras de no haber acabado conmigo?" "Es distinto" "Ah es distinto. Acabar conmigo está bien y acabar con un intruso mal. " "No. No. No me líes. Eres un bastardo" "He matado a alguien pensado que era un vampiro. Matar a un vampiro no es matar a alguien en un sentido estricto. Un vampiro está ya  muerto" "Pues gracias entonces" "¿Estoy perdida?" "¿Por qué?" "He matado a un hombre" "Él semetió en tu cama" "Pero lo he matado. Iré a la cárcel" "Te puedo ayudar" "¿Puedes devolverlo a la vida?" "Por supuesto que no. Ni puedo ni me apetece" "¿Entonces?" "Si no hay cadáver no hay delito. Puedo hacerlo desaparecer" "¿Harías eso por mi?" "Si tú quieres" "Por favor" "Aparta" Centenares de ratas invadieron la habitación. devorarron el cadáver. DEjaron el esqueleto. DEspués royeron uno a uno los huesos hasta que en la habitación no quedó un sólo resto" "Ya está" "Ha sido asqueroso" "Y eficaz" "Claro. Supongo que tengo que agradecertelo" "Me has salvado la vida. Ja Ja ja" "Me alegro de que no hayas sido tú Vlad" "Gracias" "No te preocupes. REcuerda que si hubiese sido yo no me habría descuidado" "Lo sé. ¿Vlad que hacías por aquí?" "Daba un paseo. Me voy. a amanecer" "¡Vlad!"

Luna llena. Vlad tuvo tiempo de dar dos o tres vueltas. Le gustaba verla dormir a través de la ventana.

No hay comentarios: