domingo, 29 de julio de 2018

QUEMADA

"Tienes mucha suerte de estar viva. Entrar a por tu perro con la casa en llamas no fue una buena decisión" "Está bien" "Perfectamente. Pudo salir. A ti te atrapó un armario y los bomberos te sacaron muy poco antes que la casa se hundiera. Mucha suerte" "Estoy viva, pero tengo la cara vendada . Me duele. Quiero ver mi cara" "NO es una buena idea de momento" "Tengo la cara quemada" "Por eso la hemos vendado. Te pondrás bien" "No se si me importa más ponerme bien o recuperar mi cara. Me gustaba mi cara" "La recuperarás" "¿Como antes?" "Con el tiempo sí" "¿Con el tiempo?" " A veces hay que hacer algunas intervenciones" "Operar. Mi cara está destrozada. No me volveré a ver. ¡No me volveré a ver!" "No he dicho eso. Te recuperarás. Será un proceso duro pero te recuperarás"

Cicatrizó. Pero quemaduras profundas que llegaron al hueso no permitieron que los injertos prendieran. No se atrevió a mirarse, sólo con la máscara de silicona veía a una muñeca con sus ojos prestados. No se atrevió a salir a la calle. Recibía visitas, pero sólo aceptaba hablar desde una pequeña ventana detrás de una cortinilla donde cualquier conversación adquiría el tono místico de una confesión. Muchos no se atrevían a visitarla, por no molestar, por repugnancia, por miedo o por desidia. Cada vez recibía menos visitas. NO le importaba. Se acostumbró a una vida autónoma monacal en que se prohibía salir por necesidades básicas solo en las últimas horas de  la tarde o las de la noche. Se consideraba un monstruo, una aberración de la naturaleza, una muerte incompleta, una mirada sin rostro. RAra y huraña. En meses se quedó sola. Tuvo que hacerse muy desagradable para desprenderse de dos o tres buenos amigos. Buscó sexo oculta en anuncios oscuros de la red, donde compañeros perversos aceptaban de buen grado la relación con una mujer con el rostro cubierto. Su cuerpo no había sido dañado. Al principio tuvo asco, pero poco a poco los contactos se le hicieron más tolerables e incluso los anhelaba. Alguno buscó una relación mayor, cambiaba su perfil, permanecía en silencio durante un tiempo y volvía con otro. Pero cortó. Sus actividades sexuales se hicieron cada vez más sádicas y en un encuentro a punto estuvo de matar a su pareja. NO le asustó el daño. No abandonó por miedo a haberlo matado, sino porque en los momentos en que estuvo tan cerca de acabar con su vida experimentó un placer que nunca antes, ni siquiera cuando tenía sus rostro, había sentido. Lo dejó. Dejó los contactos, supo que no habría podido seguir sin que fuesen una excusa para experimentar con la muerte ajena, el asesinato y la sensación de impunidad. Lo dejó. No habría podido contenerse. Estuvo deprimida. Se dejó unas semanas. Cuando recibió una visita de una de las amigas que más habían tardado en abandonarla. Le habló de una nueva terapia. No quería un trasplante de cara. No era un trasplante. Era algo más avanzado. Células madre que podrían regenerar su rostro. Tenía riesgos, un procedimiento nuevo, pero podía ponerla en contacto con los cirujanos plásticos del hospital pioneros a nivel mundial.

"Es un caso difícil. No le puedo prometer nada" "No necesito promesas. ¿Puede hacer algo?" "creo que sí" Y así pasó tres meses con pequeños injertos e inyecciones por los rincones de un cráneo pobremente cubierto de una piel atrofiada. " "Ya está" "¿Del todo?" "Sí" "¿Soy como antes?" "Como antes excactamente no , pero tiene el aspecto de una mujer hermosa. ¿Quiere un espejo?" "Un espejo. NO sé" "Mírese" "Sabe cuanto tiempo hace que no me miro" "Mírese. Le gustará" "No soy yo" "Es usted" "No soy yo doctor. No lo soy" "¿No está feliz?" "Sí. supongo que sí" "¿No se gusta?" "Me gusta mucho, pero no soy yo" "Lo siento" "No lo sienta doctor. Mi vida anterior no me gustaba" "¿Qué?" "No me gustaba. Lamenté no morir en el incendio, no sólo por haber perdido mi rostro Ahora no soy yo. Y eso doctor me gusta" "No sé si termino de comprenderla. Quizás nuestro equipo de psicólogos pueda ayudarla" "Se lo agradezco, pero ya no soy yo. Y eso me gusta. Me gusta mucho" "Adonde va" "No lo sé. Lejos. Haré algo distinto. Saldré a la calle y caminaré hacia donde se dirija el viento" "Y después" "Ya veré. Estreno una vida. No tengo prisa. Adiós."

No hay comentarios: