sábado, 16 de junio de 2018

GOLPE DE CALOR

Las autoridades sanitarias advierten que no hagan ejercicio en horas de máximo calor. Hidrátense y aprovechen las sombras para recuperarse.Bien. Lógico. sombra. Agua. Fresco. Calor. Lógico. Muy lógico. Las evidencias siempre son verdad y son más fáciles de seguir. Escuchas tú haces lo que haces, decides. Si preparas una carrera de setenta kilómetros con tres mil metros de ascenso que se desarrolla durante el día un quince de julio, debes entrenas en momentos de calor. Aclimatar el cuerpo a una situación extrema. Piensas. Escuchas. Decides. Y a correr. Sales y agua para compensar el sudor. sombra no hay a la orilla de la playa. el ritmo suave. sombra no hay en la orilla de la playa. ritmo suave. Y en cualquier caso al menor signo de que el cuerpo no suda, zambullirse en el agua, refrescar la piel y seguir andando.
Todo iba bien. Trote. Muy lejos de su mejor día, pero la velocidad no era el objetivo sino el fondo, resistir con holgura distancias largas. Todo iba bien al principio, pero justo cunado se encontraba en el punto más alejado, se tocó los brazos. No había sudor. Se encontraba raro y débil. La piel estaba caliente y sentía frío. Ya le ocurrió una vez. Se recuperó pronto, pero no sabía comopodía resultar ahora. el mar. Refrescar la piel para bajar la temperatura del cuerpo. el mar podía salvarlo. Le costó unos minutos detenerse, el cerebro empezaba a estar lento. Se se detuvo y se giró. Comenzó a andar desde la orilla, pero no llegó a sumergirse. Miró al cielo. el sol. LO había atacado. Golpeaba para acabar con él. Se tambaleaba. Lo miró desafiando, citándolo como aun torero, pero como un torero con el corazón partido por el asta de un morlaco. Miró al sol. y el sol se agrandó más y más. El viento solar empujó el aire. La luz le cegó. el mas se volvió oro e hirvió. Borbotones de agua salada sustituyeron a las olas.  Y el sol lo enguyó. Silencio. Frío. Oscuridad. Un pie sumergido en un agua en reposo. Vuelven las fuerzas. Se levanta y se  pone en pie. Mira alrededor y todo está oscuro. Se toca la piel. Íntegra. No se ha abrasado. NO comprende. El calor ha desaparecido. Ya no tiene fiebre. Mira a un horizonte invisible. Todo lo que era luz es ahora oscuridad. en el cielo una bola negra con un anillo brillante. Un eclipse. todo ha sido consecuencia de un eclipse.  ¿También el golpe de calor? Quizás algún fenómeno físico puede relacionarlos. Un eclipse por sorpresa no es posible. Los eclipses se predicen con décadas o quizás siglos de antelación. Y está solo. No hay nadie alrededor. Nadie corre. Nadie nada. Nadie toma el sol. No hay curiosos con cristales ahumados dispositivos electronicos mirando el sol extinguido temporalmente. Coge el agua del cinto y bebe. Movimiento. No sabe qué debe hacer pero debe moverse. Camina con el agua hasta los tobillos. Es agradable que el ruido del agua rompa con su tintineo el silencio. Le anima el sudor que brota de sus sienes cuando acelera el paso. Sigue bebiendo. En el costado la brisa. Se ondea la superficie del mar.  Camina aun más deprisa. Más y más deprisa. A su espalda el bullicio de niños que chapotean. no se atreve a mirar atrás. SAbe que no debe mirar atrás, pero juraría que la luz aumenta en los pasos que ha dejado. Enfrente oscuridad, la playa desierta a su paso, a su espalda ruidos, el bullicio de cuando salió. Se acerca a su destino, sin mirar atrás pero está seguro, a su paso amanece. No es un sol. Mira el astro oscuro con anillo de luz. No es un sol. Más bien es un espejo que refleja la luz de ese nuvo astro que emergió con su golpe de calor. Está llegando a casa, a veinte metros junto al semáforo, junto a la heladería empezó a correr. Termina de amanecer de nuevo. Se encuentra bien. No quiere mirar el reloj. No sabe qué ha pasado con el tiempo ahora que vuelve a haber luz. No sabe y no quiere saber. Para qué saber si ya es de día. Es de día. Basta.Suficiente. Ha superado su golpe de calor. Ha vencido al sol. "Cariños has vuelto de correr" "sí" "¿Has disfrutado?" Sonríe.

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