martes, 18 de julio de 2017

EL PUERTO

"Hace una noche tan bonita. Sería increíble" "Hemos terminado. Vamos" "Estás loco es muy tarde" "Si te apetece no es tarde. En media hora estamos ahí. Levanta. Ya he pagado"

Sonriendo, de la mano, cogieron el coche y tomaron la autovía de la costa. San Pedro. Las salinas, el puerto de San Pedro. A fines de setiembre, las luces son escasas. Atravesó las salinas donde a ratos, cuando los nubarrones lo dejaban pasar se veía el reflejo de la luna. Mar adentro rayos. El viento arreciaba. El gris del cielo y el olor a humedad presagiaban lluvia. En el interior también se veían ya rayos. Salieron del coche.

"Hace fresco . Abrázame. Vamos al espigón" Subieron las escaleras. Pasearon por el hormigón. El viento arrastraba algunas gotas tanto de las olas encrespadas como las que se descolgaban de las nubes. Se besaron. Un rayo y un trueno inmediato. Separaron los labios y se abrazaron. El resplandor de un nuevo rayo iluminó el puerto, los barcos , el mar y sus rostros. "¿Has visto eso?" "¿Qué?" "Al final del espigón hay alguien" "Un loco como nosotros.Bésame" Un nuevo relámpago. Apartó la cara y señaló."¿NO me digas que no lo has visto ahora?" "Sólo te miraba a ti, Me has dejado frío" "Lo siento. Lo siento mucho, Pero hay una niña con un camisón blanco o una camisa grande" "Eso sí que no es posible. Será un pescador" "Llueve. Tenemos la tormenta encima. Mira hacia allá. En el siguiente relámpago" "Me estoy empapando" "Y yo" Un relámpago" "Lo has visto. Es una niña. Ha saltado a los bloques de piedra. ¡Niña, niña sal de ahí te van a arrastrar las olas! Vamos" Un nuevo relámpago se ramifica desde el horizonte hasta sus cabezas. "La niña se ha lanzado al agua" "No puede ser. Está loca. Vamos" Corrieron hacia la punta del espigón. Las olas rompían contra los bloques de piedra. Imposible encontrar ningún rastro de la zambullida entre la oscuridad y la fiereza del oleaje "¿Vamos a por ayuda?" "Se va a ahogar . No aparece" "¿ADónde vas? Al agua. Se va a ahogar. No hay tiempo. Fue de esa piedra de donde saltó" "Estás loco" Se lanzó al agua. Ella lo perdió de vista. A los pocos minutos salió, emergió de las aguas tomó dos grandes bocanadas de aire y se sumergió. No se veía nada. Era inútil. Perdió la noción de espacio. Dudó hacia donde emerger y el aire le faltaba, dos amagos le condujeron al vientre de unos olas  y lo devolvieron al fondo. Se dio la vuelta. Robó un poco de aire entre los senos de dos olas. Se alzó buscando un lugar donde salir, porque la resaca lo arrastraba mar adentro. Escuchó su voz. En un relámpago la vio. Intentó nadar pero no avanzaba. No avanzaba y se fatigaba. Casi no podía respirar. Empezó a pensar que se iba a ahogar. La niña ya se habría ahogado. En un último arresto de lucidez evitó dirigirse al espigón. Si se acercaba las rocas lo aplastarían. Aprovechó las corrientes, aprovechó los lomos de las olas y se acercó a la playa de La Llana. Llegó a la arena casi un kilómetro al sur. Se levantó y e hizo gestos. Ella no le oyó. Se levantó y le gritó. Corrió hacia ella. que estaba acurrucada temblando en el espigón pensando que le había perdido. Se abrazaron. Un relámpago iluminó la escena. En lo alto del espigón la niña con el camisón blanco les contemplaba. Cerró los ojos. Los abrió con un nuevo relámpago y había desaparecido. La tormenta amainó. Se refugiaron en el coche y esperaron a ver amanecer.

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