sábado, 4 de noviembre de 2017

CONFESION

"No puedo soportar más este secreto. Cuando miro a la gente a los ojos no puedo más que agachar la mirada concentrarme en algún objeto del suelo, un guijarro en el campo, una lata de bebida energética si es la ciudad. Vivir así con esta tensión se me hace ya desde hace algún tiempo imposible. Por la noche aunque esté cansado, aunque haya dado cabezadas en el sillón o la alfombra, el sueño no acude, los párpados cerrados escuecen, arañan, queman , al final he de abrirlos y cambiar de posición buscando un sueño que no llega o llega cuando dejo de buscarlo.Imposible vivir así. Por la mañana las náuseas, arcadas de un estómago vacío que rechaza cualquier alimento. Los párpados pesados, la nuca espesa, el cansancio que se acumula cada hora hasta el final de una jornada que conduce aun a un cansancio mayor y aun sin la esperanza de llegda la noche volver a reposar. Debo acabar. Con esto o con todo. Maldigo el día en que comencé este trasiego de palabras. Proyecciones de una vida. Deseos, decepciones, éxitos, fracasos,sensaciones, percepciones tamizadas hacia un universo de palabras, de frases, de sentencias con más o menos sentido, con más o menos gracia, con más o menos humor, con más o menos pasión, frases y palabras. Aciago el día que decidí experimentar con el blog. El placer de los primeros momentos, en los resultados en que alguien leyese las palabras, se ha convertido en dolor. Cada palabra una pústula, cada frase una llaga porque la verdad está oculta. Más de cincuenta mil lecturas, más para ahora confesar la verdad. Mucha gente me conoce, me aprecia y me dice ast como puedes con lo que trabajas por la mañana y por la tarde sacar tiempo para hacer historias. Me gusta respondía unas veces. Las palabras son una necesidad decía otras. Escribir es una terapia. Proyección me dijo una gran psicóloga, escritura proyectiva. Placer, mucho pkacer en suma, pero basado en una mentira que ahora me crea dolor. Enfrentarse a la primera palabra es siempre el reto más difícil. La palabra y la trama, sea cual seal. Después todo sale o salía rodado. Palabras, frases, introducción, nudo y desenlace con laguna sopresa para leer en la pantalla del móvil o en una tablet. Cinco minutos de placer, a veces desazón para personas conocidas o no tanto. Recuerdo cuando escribía a lápiz de carbón,sobre libretas, borrando con goma, tachando y llevando párrafos de un lugar a otro. Ahora en el blog la pantalla, el teclado, las luces, sin tachaduras pero con correcciones. Al principio. Las musas encantadoras y prolíficas siempre. Y el trabajo. La pereza. El cansancio. La pantalla vacía. Las musas sugiriendo y los dedos parados delante del teclado. Deseperación. Tristeza. Depresión. Proyectar la nada. Mi ordenador es lento. Tarda en encenderse y tarda en apagarse. Lo dejé encendido. Bajé a pasear a mi perro. Abrí el blog. Puse el tíutlo que  me habíasugerido la musa. El cuadrado en blanco. En blanco. Ni una idea. Y la angustia. Bajé la basura buscando idea aunque fuesen abyectas. en el suelo había una lámpara de brone desconchada con una pantalla blanca estab cjunto a otros enseres de una casa vieja deshabitada. La cogí. La subí. La puse en mi mesa. Un impulso, yo que n o suelo tenerlos. Dejé el ordenador encendido y me fui a cenar. Cuando volví. En la pantalla aparecían letras , a veces se detenía o borrabaa, las teclas se pulsaban. Se me hizo un nudo en el estómago. Me puse detrás de mi silla. Y dejé que terminara. Ese sí que era un buen relato. Pasé la mano por encima de mi silla y sólo noté un poco de frío. Apagué la lámpara y el frío desapareció. y así cada noche. Esta es la verdad que me corroe. El mérito es siempre de las musas que implican el título. La escritura es de esa presencia que la lámpara trajo de mi casas. Y ese es el secreto el secreto de ast. el por qué a pesar de lo que trabaja, del poco tiempo que tiene su obra es tan prolífica, una pantalla y una presencia. Espero que me perdoneis ahora que conoceís la verdad. Me gustaría deciros el título del espectro, el fantasma del autos, pero lo ignoro por completo. Estoy más tranquilo. Perdón. Esta noche por fin dormiré.

PD: Este relato también lo ha escrito con la luz encendida." 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay momentos en los que el ansia por escribir se puede volver en tu contra. Los paréntesis en forma de descanso, vivencias, ordenamiento personal o escritura íntima, esa que sólo nuestro yo inconfesable conoce, puede ser un aliado para que hilvanar historias vuelva a ser lo que fue en un principio.
Amanda