domingo, 11 de febrero de 2018

AROS OLIMPICOS

"Tómate una de estas por la mañana y otra después del entrenamiento" "Pero qué es" "Energía , que  gastáis mucho" "Estoy harto de toda esta mierda" "Chico ya sabes donde está la puerta. En otras disciplinas tendríamos problema, pero en pértiga hay dos o tres candidatos que matarían por tu puesto" "Sólo hoy. Así llegarésis limpios al controlantidopping. Garantizado" "Estoy harto. Esto no puede ser bueno. Nuestra salud lo pagará" "Sois jóvenes. Vuestro cuerpo guanta esto y más, mejora de hecho. No te gusta la gloria. Estar en lo alto del podium. Y las mujeres. Y el dinero y el agasajo. Además tú no eres un don nadie. Eres bueno estudiando. Me han dicho que te va el mundo de la empresa. A un medallista con tu curriculum, se lo disputan luego en las empresas. Tómatelo y no te calientes la cabeza más. Ah . y no olvidéis tomar un resopón antes de dormir. Un vasico de leche y dos madalenas no os va a hacer nada mal. Sexo no. El sexo lo tenéis recortado hasta que no paséis la final" "Dame. sois unos mierdas" "Toma. Somos unos mierdas, pero nos gusta ganar"

Miró al techo en su habitación de la villa olímpica. Muy pequeña, calurosa, pero por lo menos limpia. Miró su jabalina en una esquina junto al armario. Siempre la llevaba con él. Récord nacional. Sin embargo no suspuso más que un reconocimiento en elmndo del atletismo, a nadie más le interesaba. Podría haberse dedicado a  otros deportes o a discilinas que aunaran varias disciplinas, pero el moomento de trasnmitir el último impulso a la jabalina era un momento cargado de poder y sensualidad. Era capaz de reconocer la distnacia que podía alcanzar el tiro. con una diferencia de unos pocos ceentímetros. La pértiga en el rincón, y en la mesilla las dos pastillas, la de ahora terminado el entrenamiento y la de mañana víspera de la competición. Experimentaban con ellos como si fuesen cobayas. De aficionado no había consumido nada. sólo esfuerzo. Estaba convencido que el efecto de las píldoras y las inyecciones no era más que un placebo químico. Cogió un poco de agua y se la tragó. Estaba amarga. Trató de permeanecer despierto intentato identificar sensaciones que podrían derivarse de haberla ingerido, pero se durmió. El sueño no parecía un efecto secundario del doping de un deportista. Se despertó. Se sentía bien. Descansado. Tomó la segunda cápsula y se levantó. Un desyuno temprano y el almuerzo estaba previsto antes de mediodía. A las cuatro comenzaba la final. El día era magnífico soleado, fresco y en calma. Óptimo para competir.

Almorzaron. Descansaron en la habitación antes de coger el autobús que les dejó en el estadio. La meganofía rugía cuando se anunciaba algún atleta estrella de estados unidos. Sentía la envidia discreta de un atleta de provincias. Entró en los vestuarios. Ahí empezó todo. Se sentía raro. Los músculos tonoficados, las venas delos brazos turgentes, los abdominales y los dorsales tensos como las cuerdas de un arco. El suelo vibraba bajo sus pisadas.Nunca se había sentido tan poderoso. Dos atletas delante de él. buenos tiros. Pero nada que él no puediera superar. Se echó talco en las manos. Rspiró hondo varias veces y un enorme caudal de aire se coló en sus fosas nasales. Temió dejar sin aire al resto del estadio. La hierba se apalsataba bajo sus pies. Cogió la pétiga. Inició la carrera que sintió como más velo que la que nunca había hecho. Identificó un punto rojo en la gradería del otro lado del estadio. Estiró el brazo. Y en el momento sublime de soltar. No soltó la pertiga sino que la cogió y la detuvo. Nulo. Volvió a intentrlo, pero esta vez detuvo incluso la carrera. Renunció al tercer intento.

"¿Qué te ha pasado? Estabas en tu mejor momento de forma" "Tus píldoras" "Callate" "Demasiada dosis. Si hubiese lanzado habría ensartado al espectador del jersey rojo" "Estás loco. Eres un estúpido" "Adiós"

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