miércoles, 14 de febrero de 2018

Lactancia

"Enhorabuena. Vaya un niño guapo que tenéis" "Muchas gracias. Mi trabajo me ha costado. Seis puntos y casi ocho horas" "Un parto normal" "Normal para usted" "Yo no tengo hijos. No tengo esa suerte" "Lo siento no pretendía molestarla" "No me ha molestado. Soy tu matrona para acompañarte en lo que necesites. ahora lo más importante para tí y para tu bebé es que te lo pongas en el pezón" "Me parece que esto está vacío" "Es muy importante que el bebé succione, así la leche llenará el pecho. Al principio sale muy poquito, los calostros, pero ese poco es muy nutritivo" "Ahora que lo dice mi abuela siempre dijo que en nuestra familia teníamos unos calostros excepcionales" "Cariño, lo diría con segundas, porque tu madre siempre dijo que no le salió de la pera darte de mamar" "No es momento de que te metas con mi madre cariño. No quiso y no quiso. Mira qué bien he salido yo, pero a mi hijo sí que le voy a dar de mamar hasta que sepa hacer raíces cuadradas" "En mi familia hemos sido torpecicos en matemáticas" "Si fuera en matemáticas solo" "Dejen de discutir que los calostros van a coger mal sabor. Eso lo percibe el niño perfectamente. Mira póntelo. Fíjate qué pezón tan formado tienes. Mira ves esa gotita. Si va a ser verdad que tienes unos calostros buenísimos. Mira como se engancha el niño" "Uy como noto la subida de la leche" "Disfrute de ese momento. Los niños crecen muy deprisa" "Si usted no tiene hijos" "Pero lo cuentan todas las madres" "Perdone usted otra vez" ""Qué bruta eres cariño" "No le diga eso que su hijo se pondrá triste. mírelo qué feliz. Si crece a ojos vista" "Está hecho un renacuajo" "Bueno al principio pierden un poco de peso pero después medran sin parar" "Y con mis calostros. je je" "Les dejo. Ha estado usted sobresaliente en cuidados. La felicito. Mañana pasaré a saludarles. No olviden que el niño tiene que comer cada tres horas" "Mis calostros harán que aguante más" "Tan pequeñitos deben comer continuamente" "Era broma. Cada tres horas"

"Cariño. Cariño. Son las siete de la mañana" "¿Las siete? Es imposible" "Las siete. Las siete.¿cuando le diste la última toma?" "A las diez de la noche. Me he quedado dormida" "Nos hemos dormido y nuestro hijo sin comer recién nacido" "No está en la cuna" "Se lo habrá llevado la enfermera a darle un biberón" Se oye la cisterna del baño de la habitación. Miran. Estaban solos. Sale un joven de unos 20 años, velloso de aproximadamente uno ochenta del cuarto de baño en pelotas. "Oiga ¿qué hace usted desnudo en nuestra habitación?" "Papá Mamá. Soy yo" "Está usted loco. Nuestro hijo nació ayer. Es un bebé de dos días" "Mamá ya te has olvidado de mi. Déjame que me acurruque en tu seno. Por favor. echo tanto de menos los latidos de tu corazón" "¿Qué hago?" "Déjalo que se acurruque. A ver si va a ser peligroso" Se acurruca y comienza a sorber del pecho. La madre encuentra alivio al liberarse de la turgencia de sus mamas. "¿No me sientes como yo te siento a ti mamá?" "Ahora que lo dices sí. el latido de tu corazón me resulta muy familiar" "Y es clavadito a mi cariño. Míralo" "Más guapo" "Claro, mejorado" Se abre la puerta. La matrona del día anterior "Qué escena tan tierna. Qué crecidito está su bebé. Es sorprendente lo que ha medrado a lo largo de la noche" "Sí. Al principio nos ha asustado, pero ahora estamos muy a gusto los tres" "Me lo llevo que lo vea el pediatra" "Mire, yo de usted, lo del pediatra me lo ahorraría, llévelo mejora al urólogo que le encuentro el prepucio muy cerrado y en mi familia todos nos hemos operado de fimosis" "Papá" "A callar hijo. Te vas donde te diga esta señora" "Vale"

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