Cansancio. Aburrimiento. Tedio. Hastío. Desesperanza. Tristeza. Su mundo había quedado muy lejos de la felicidad que había sospechado. Un mundo gris sin ilusiones. Un futuro negado por un pasado escuálido. No tenía sueños. No quería recordar los sueños. No quería tener sueños. Para qué. Los sueños siempre conducen a frustraciones, digan lo que digan los mensajes positivos de facebook.Él había cambiado. Con lo poco que ella necesitaría para mantener un poco de ilusión. Ella lo intentaba, pero él no se esforzaba y ella dejaba de intentarlo. Quizás había hecho algo mal, pero no se había dado cuenta. Nadie se da cuenta de sus errores. Cuando algo le molestaba se lo recrimiaba agrio, seco, cortante. A veces había llorado, procuraba no hacerlo delante de él . No darle el gusto de la derrota. Agunatar con coraje mordiendose los labios hasta que él se marchaba de un portazo y volvía borracho. Una vida triste. Infeliz. Una muerte en vida como decía su madre. Muerte. No quería ni pensarlo. Pero a veces....
Sus hijos vivían la doble vida de las redes sociales. No podía comprenderlo. Pero cuando se cambió de compañía cambió el móvil que no iba a usar. Su hija le dio de alta en facebook. Al principio no entraba, pero algunas de sus amigas le fueron pidiendo amistad. Incluso amigos de la infacia, del coledio, que compartían fotos de tiempos felices, porque su infancia fue una época incuestionablemente feliz. Un día le llegó una solicitud de contacto a través del wasap. Era un nombre falso.´; Angel de la noche. "He mirado las fotos en facebook de sus aficiones, me parece usted una mujer muy divertida. Me gustaría conocerla, hablar de vez en cuando por aquí" Un desconocido. Bajo un nombre falso. Tan exótico, ángel de la noche. Sonrió. Le levantó la curiosidad que en el insituto le despertaba cuando se interesaba por ella algún malote. Pero un desconocido. Alguien sin cara y sin voz. Pero alguien que se había interesado por ella, más que lo había hecho las palabras de alguien con rostro. Advertían sobre la información en la red. Pero qué le iban a robar. En otros tiempos, pero ahora inam muy justos. "De acuerdo" "Me parece ustes una mujer muy elegante. Pero encuentro como si a su rostro le faltase algo de chispa. No es usted feliz" "Oiga. Cómo se atreve a juzgar mi felicidad" "No juzgo. solo la observo. Una mujer, perdone el atrevimiento como usted debería ser feliz, merece ser feliz" "Gracias" "He escuchado la música que comparte, las fotos que hace. Una persona sensible. Está vocada en los demás" "....sí" "Se mucho de usted" "Buenas noches ha sido un placer conocerla. Un abrazo" "....Un abrazo" Los días siguientes se sucediron conversaciones vanales. cómo estás. qué haces. Pero lo suficiente para sonreír, para darse cuenta que el sol seguía amaneciendo, que después de la lluvia si sale el sol aparece el arco iris, saborear la comida. Se tiñó el pelo. Se ompró algo de ropa y se arregló otra. Quizás él, el angel de la noche la veía, se interesaba por ella. la observaba y eso le gustaba. Quñe poco le había costado recuperar la ilusión. Soñar, despierta y dormida. Sin temor. Y dormir. Dormir hasta el amanecer, mirando siempre de lado el parpadeo del avis de llega de un mensaje. "Buenas noches" Y sonreir,
VArias semanas después recibió un mensaje a una hora complicada. Mientas preparaba la cena. Su marido estaba en el comedor. Junto a la cocina tomando la segunda cervezas desde que había llegado. Quitó la sartén del fuego. Angel de la Noche "Necesito verte" Se apoyó en la pared, sintió palpitar su corazón. La habitación se había quedado sin aire "¿Cuando?" "Ahora. Por favor. Necesito estar contigo. Lo necesito. EStoy enfrente del portal de su casa" "No puedo. ahora no" "No puedes hacerme eso" "Vamos a cenar" "Invéntare una excusa" Deseaba ver a su ángel. El sol de sus días. DEseaba verlo. ABrazrlo, sentir sus manos y besarlo. Como respirar. Una excusa. Pasó al comedor. "Pepe voy a bajar la basura, que el desperdicio del pescado del mediodía huele mucho" "¡No tardes que estoy hambriento!" Se dio la vuelta. Se quiró el delantal y se extendió la chaqueta. Se estiró los pantalones. Se veía una bonita figura. Se golpeo los cachetes para tener un poco de color. Tenía la boca seca por la emoción. El móvil en el bolsillo parpadeó. Un nuevo mensaje. Angel del na noche "Eres una mala puta" Cómo . Se había burlado de ella. Debía ser un error. No podía haber cambiado de parecer. Del salón salió su marido riendo a carcajadas, con una tablet en la mano. Se la acercó y le puso delante del rostro el perfil que tenía abierto: Angel de la noche. Ella La retiró y volvió a escribir. "Perra idiota" Y volvió riendo a carcajadas al sofá. Ella se acurruco junto a la puerta al lado de la bolsa de basura . Desde el salón le gritó que puesiera ya la cena.
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