miércoles, 25 de abril de 2018

EL LAGO

En Zurich el agua del lago se volvió rosa. No un rosa casi blanco, sino un rosa fuxsia intenso y fosforesecnet een las horas del atardecer. Lo sorprendente es que nadie recordaba el momento en que ocurrió. Unos decían que fue el martes, otros el miércoles, y otros insitían en que ni siquiera se habían dado cuenta, de hecho cuano se enteraron se acercaron masivamente a la rivera del lago y admiraron el fenómeno. Vino el tiempo de las noticias. Todos los telediarios se abrían con la imagen rosa fuscisa de las aguas del lago. Imágenes sin palabras que hablaban por sí mismas. Después vino el momento de los científicosy los expertos que elaboraron teorías. Bacterias oxidativas dijeron algunos espoleadas por el calor del cambio climático. Algunos historiadoresencontraron un evento similar en el siglo I después de Cristo bajo la dominación romana. Otros historiadores, sin embargo lo rebatieron con argumento muy poderosos. Aun otros juraron haber enocntrado signos inequívocos de contaminación química en el lago. Se clausuraron todas las industrias sospechosas hasta disponer de los análisis de las aguas. Y los análisis vinieron yno encontraron ningún producto tóxico conocido. Los submarinistas se sumergieron y , desde la psuperficie hasta lasismas más profundas, el resultado fue óptimo. La vida animal y vegetal no se había resentido. Desmontadas las dos teorías de partida, los paseantes y correadores de alrededor del lago repararn que hacia el Sur, en las cumbres de los Alpes, las nieves también tenían el color fucsia de las aguas del lago. Quedaba claro que el origen era el deshielo de la nive rosa, pero en los debates se concluyó que eso so lo desviaba el problema, pero nada aportaba a la solución, salvo que las nuevas nieves llegaran prístinas al suelo. Eso tranquilizó mucho hasta que alguien propuso horadar los glaciares paraanalizar los estratos del fondo. También eran rosa fucsia. Esas nieves fósiles en contacto con la roca, también habían cambiado su color.Habían pasado suficientes días para comprobar que la vida seguía a pesar del cambio de color de las aguas y laas nieves. Todavía quedaba la reserva del futuro. Podría ocurrir como con la radiación, sin efectos en el corto plazo, pero mortal con el paso del tiempo. Se estableció un sistema de alertas. in causas, sin tratamiento, nadie podía garantizar el futuro. tocaba esperar que las aguas, que las nieves se aclararan. Podía llevar años o siglos. O esperar a que cayeran las primeras víctimas, un goteo, quizás se quedase ahí o quizás no, lo que supondría el final de la humanidad. Laespera se hizo tedio.Las crónicas aburridas. Los análisis ineficaces. Hasta desaparecer de los medios. Del todo. El rosa se convirtíó en un color cotidiano. en un parque alguien miró al cielo. el cielo era rosa de un rosa intenso. Un rosa fucsia. Esa era la causa del color de las aguas y de las nieves.

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