jueves, 12 de abril de 2018

CARGOS

Miraba los movimientos de su cuenta en la pantalla del teléfono móvil. El saldo se le antojaba mermado. Revisó uno a uno. Al menos una decena de apuntes no coincidían con gastos que él recordase haber realizado. Pequeños apuntes pero continuos. Inentó buscar los detalles de la transacción pero no había ningún detalle. Cerró. Pensó. Su dinero se evaporaba . Tenía que ir a la oficina, o llamar. Tal vez no había mirado bien. Volvió a encenderlo y los pequeños apuntes seguían comiendose unos ahorros no demasiado cuantiosos. alguien le había clonado la tarjeta. Un impostor quizás en África o en Nigeria estaba dando cuenta de su dinero. Tranquilo. Mantener la calma. Todo se podrá recuperar. Es un error o una estafa. Vuelve a encender el móvil. Vuelve a entrar a la app del banco. Su cuenta se ha detenido justo cuando el saldo se ha quedado en números rojos. Nada. No le queda nada. Unos billetes en un cajón de casa insuficientes para terminar el mes. La tranquilidad se evapora. Su dinero, un dinero que siempre fue virtual, se ha evaporado. Y el banco cerrado hasta mañana. Llama para que paralicen la cuenta, pero ya no hay nada que paralizar, el saldo está agotado. Devuélvanme mi dinero. Usted se ha gastdo su dinero y quiere que el banco se haga cargo de su despilfarro. Yo no he gastado nada de eso. Estaba mirando la pantalla y las cifras corrían sin para hasta agotar todo. Tomo nota y lo comprobaremos. Estoy tieso,no pueden dejarme así. No podemos hacer otra cosa. ¿Nada?.Si tan seguro está ponga una denuncia en comisaría, si después tiene usted razón será más fácil que consiga el reembolso. Eso voy a hacer.

La comisaría queda al otro lado de la ciudad. Llueve. Es de noche. Hace frío. Todo está oscuro. Hace el alto a un taxi con la banderola verde. Se detiene. Recuerda que no tiene saldo. Le dice al taxista que siga. el taxista le hace un calvo, acelera sobre un charco que le lanza una andanada de agua que lo empapa. Caminando. Cabizbajo. Aterido y con poca fe. Le han robado. Limpiamente desde un ordenador en un lugar caliente y seco y él pasea bajo la lluvia empapado por un taxista despechado que no habría necesitado si el hacker no le hubiera robado. No hay otra. Si no recuepra su dinero tendrá que pedir prestado a sus amigos o a su madre que pensarán que ha vuelto a las andadas del vicio. Será una vergüenza. Al fondo las luces azules de la policía. Luces tristes de una ciudad nocturna. Su paso se ha ralentizado antes de llegar. sube las escaleras, casi una planta. A la izquierda dos putas esposadas en un banco de madera. A la derecha un mostrador. Se acerca esperando que alguien le diga algo. Nadie le dice nada. Espera. Triste y mojado. Porfin la agente se vuelve sin mirar. Qué desea. Me han robado el dinero de mi cuenta. DEnuncielo al banco. NO me han creido y me han mandado aquí. Rellene este formulario. No olvide poner sus datos. Me deja un boli. Tenga, ahora me lo devuleve que la noche es larga. Tome. Ya está.. L amujer teclea algunos datos en el ordenador. ¿Me puedo marchar?. No espere un momento. en cinco minutos pase por la puerta dos. El detective García quiere hablar con usted. Menos mal que alguien se interesa.

¿Es usted quien ha hecho esta denuncia?. Sí señor agente. Esta noche ha volado todo mi dinero. ¿Su dinero? sí agente mi dinero. Si no lo resuelvo veremos como acabo el mes. Siempre puede usted dar otro golpe. No le comprendo. No disimule. Hace un rato ha venido otro señor, menos mal que ha estado agil y ha sacado el dinero de la cuenta en pequeñas cantidades, si no usted lo habría limpiado. Oiga que es mi movil y sé la clave, soy el titular de la cuenta. Eso dicen todos. si fuese culpable no habría venido aquí. Eso dicen todos. Queda detenido. Agente. si colabora y nos cuenta como lo ha hecho igual podemos ser más benévolos. Yo no he hecho nada, sólo me han quitado mi dineto. Eso ya lo dijo cunado llegó. Al calabozo. Si no colabora le van a caer ocho años. Mire aqui viene el titular de la cuenta que ustes a desvalijado. Pero ese señor soy yo. No no es usted. Mírese en el espejo. No puede ser no soy yo y él si que es yo. Me da igual que se acalore. Queda detenido. Ahora le leerán sus derechos

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