jueves, 19 de julio de 2012

CARIÑO


“Cariño tú qué preferirías quedarte viuda o que nos cambiásemos de ciudad” “Qué pesado” “Respóndeme con franqueza” “¿Adónde?” “Lejos. Otro país, otro continente. Romper con todo y tener una vida nueva para nosotros” “¿No te gusta esta ciudad?. Tenemos un buen trabajo. Tenemos amigos. ¿No eres feliz?” “No es eso. No se trata de la felicidad” “¿Entonces?” “Seguramente sí que soy feliz, pero quien me dice que haciendo otras cosas, o en otro lugar no podría ser infinitamente más dichoso de lo que soy ahora” “Eso son sueños. Las cosas también pueden salir mal ¿Para qué arriesgarse” “Lo que dices es lo sensato, pero sabes, a veces me fatigo de tanta sensatez. Un poco de locura como decía aquella canción de …” “ José Luis Rodríguez El PUma” “ Sí ese, el de la  melena enorme y anillada” “Aunque al fin no sea verdad  decía también la canción” “ Las cosas no son verdad porque son sueños” “O simplemente mentiras” “Los sueños son sueños despiertas y sales, pero las mentiras son reales, a veces las mentiras son una vía de escape” “Una vía falsa” “Cuando hay que escapar no sueles poder elegir entre una vía abierta y una vía sin salida. Depende más del azar que de tu voluntad. Si coges la vía buena la mentira puede convertirse en una verdad definitiva, si es una vía sin salida puedes parar a tiempo o estrellarte” “No merece la pena arriesgarse” “O sí. Un trozo de camino puede justificar una vida” “Eso es romanticismo decimonónico” “Entonces soy un romántico decimonónico” “Escribe poemas” “Quizás los escribo” “¿Y no me los enseñas?” “Sólo he dicho quizás” “Tienes que decírmelo” “ No te lo voy a decir” “Por favor” “No” “Me puedo enfadar mucho” “Si te dijese sí me dirías que por qué te los he ocultado” “Respeto tu intimidad” “Ya estás prefiriendo un no, y sin embargo un no podría ser una mentira” “Sí hay poemas“ “No he dicho nada. Ni un sí ni un no” “ Eso deja un quizás o un tal vez” “ O simplemente el silencio” “Hay silencios que se parecen mucho a una afirmación” “Dejémoslo en un silencio” “Me gusta que me respondas con franqueza cuando te digo algo” “Y a mí. Te repito cariño ¿Tú preferírías quedarte viuda o que nos cambiásemos de ciudad” “ Es una pregunta capciosa. La hace con mala fé” “En absoluto” “¿Tú que preferirías?” “¿Yo? Cambiarme de ciudad” “Ves es una pregunta capciosa. Eres un sofista retorcido. Tú respondes con lo que desearías: cambiarte a la ínsula Barataria de tus sueños. Yo soy la mala porque no qme gustaría cambiar de ciudad” “Preferirías entonces quedarte viuda” “No. Eres perverso” “No llores. Sólo quiero una respuesta” “¡Hay opciones intermedias!” “¿Cuáles?” “Tú las sabes” “Pero quiero que tú me digas tus preferencias. ¿quedarte viuda?” “¡No!. Si tanto lo deseas puedes irte tú solo. Una temporada. Después ya veríamos” “Sólo ya veríamos” “Ya veríamos si tú eras feliz, si el trabajo es lo que te habías figurado, si te has instalado bien. ¿qué se yo? Un cambio tan radical entraña muchas variables” “Y si sólo soy muy feliz” “Es un riesgo de toda separación. Sólo lo que merece la pena perdura” “O lo que se cuida y mima cada día” “Lo que se cuida y mima cada día. Pero para eso no hacen falta miles de kilómetros o cambiar de continente” “No” “Buenas noches cariño” “Buenas noches”.

“Oye” “Qué. Me has despertado. No me respondas si no quieres” “No te mueras”. “Lo intentaré”

No hay comentarios: