martes, 31 de julio de 2012

LLAMADAS EN LA NOCHE


“¿Alejandro García?” “Sí ¿Quién llama?””Perdone que le llame a esta hora de la madrugada. Seguramente le he despertado. Soy el Sargento Emilio Gutiérrez de la Guardia Civil de Molina de Segura””¡Mi hija! ¡qué le ha pasado!¡Un accidente!” “No es un accidente tranquilícese por ese lado. Su hija está viva. Está detenida en los calabozos” “¿Detenida?”

La primera llamada es la peor: trágica, desesperada. Después hubo varias decenas. Cada dos meses más o menos salvo en los periodos en que estaba internada en que si ocurría algo no nos llamaban salvo que fuese muy grave. A partir de la cuarta o la quinta sólo desolación y el deseo siempre presente de que te gustaría que fuese una pesadilla para poder despertar y seguir durmiendo. Cuando compruebas que no es una pesadilla preferirías morir antes que ver y vivir lo que estás viviendo.

“¿Dónde está mi hija?” “Ahí adentro. Tengo que informarles que se le ha detenido como cómplice de una atraco con violencia en una gasolinera” “¿Mi hija? Imposible” “ Y una chica y dos chicos más. Creemos que no es la primera vez. Además conducían un coche robado y llevaban una cantidad de cocaína que no podemos asumir como consumo propio. Pero lo peor..” “¿Qué puede haber peor?” “En el asalto ha habido un muerto y su hija empuñaba el arma?” “No. La han incriminado porque es la menor. He oído que siempre ocurre” “ Hay una grabación de seguridad que no deja dudas” “Dios mío. Mi hija era normal” “No se culpe no es fácil detectar estas cosas” “Últimamente andaba un poco triste. A veces faltaba al instituto, pero nada anormal ni de horarios. Nada. Nosotros estamos pendientes” “No lo dudo. Nosotros estamos acostumbrados”

Trastorno límite de la personalidad con rasgos psicóticos. Es menor. Te llevas a tu casa al mismo ser que días o semanas o meses antes has acurrucado en tus rodillas, le has hecho cosquillas y te ha palmeado mientras reía a carcajadas, el mismo ser que arropabas cada noche y ahora te llevas a casa un monstruo que ha matado a un hombre joven por unas decenas de euros para colocarse. Y es tu hija.

“Papá esto está superado. Lo siento tanto. No volveré a probar el alcohol ni nada. Eso es el pasado” “Hija vamos a salir de esta. Seguro”

“Buenas noches Alejandro García” “¿Qué ha hecho mi hija?” “Le llamo de urgencias. Ha intentado suicidarse pero pensamos que ya está fuera de peligro”

Conducir en una noche lluviosa. Reflejos de las luces en la carretera. El cristal se empaña o se empañan tus ojos con las lágrimas. Con el aire acondicionado no se limpia: son tus ojos. Un pañuelo te ayuda. No te miras con tu  mujer ya ni las miradas os dan consuelo.

Un tubo sale de su nariz con un material negro. Está pálida y con la mirada perdida de  loca o de muñeca. “Ha tomado dos gramos de coca y un tubo de barbitúricos además de los cortes” Lleva cortes en los brazos en las muñecas, en el costado y un pinchazo en el abdomen. “Ha estado a punto” Piensas y te arrepientes que habría descansado ella y habrías descansado tú.”Se va a quedar ingresada”. Cuando le den el alta buscarás una nueva clínica sin más esperanza que mantenerla viva.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Exceptuando casos psicoticos, los hijos son el reflejo de la educacion q han visto y recibido en casa. No suele pillar de susto,,,