sábado, 28 de julio de 2012

EL JEFE ESTÁ MALITO (Western)


“Richard te he mandado llamar porque cada vez me pesan más estos viajes. Fuimos los primeros en guiar reses desde Nueva York a Arizona. Aquello fue un reto” “Lo recuerdo jefe. Yo era aprendiz” “Éramos unos locos. Nos miraban de lado. Aquel camino parecía un imposible, pero lo hicimos” “Tú maestro, tú lo hiciste posible” “Richard no sé cuántos de estos viajes podré hacer. Tengo los huesos molidos del caballo. Quizás ha llegado el momento del relevo” “¿Has pensado en mi?” “De momento sólo he pensado en el relevo” “Lo que tú decidas será lo correcto” “Sí. Ya no hay Apaches, lo Sioux están en las reservas” “Todo es más fácil ahora” “Siempre todo es más difícil. No hay indios pero hay ferrocarril, y con el ferrocarril llega la codicia, los tahúres, las furcias, los prestamistas y los matones. Todo es más difícil. El mundo ha cambiado y no sé si aguantaré más cambios. Los cambios me fatigan más que el viaje” “Me tienes para lo que quieras” “Sí. Eres un buen chico. Siempre lo has sido. Déjame sólo y dile a Francis que pase”

“Richard ¿qué te ha dicho el jefe?” “Francis el jefe piensa ya en su retirada. Le he encontrado cansado” “Y ¿te ha dicho algo de en quien piensa delegar?” “Todas las señas apuntan a Paul. Lo ha mencionado en varias ocasiones y le tiene en mucha estima desde que le sacó del incidente con los federales. Suerte”

“Francis eres un gran vaquero. Serio con tu semblante torcido , malencarado y seco, pero no hay quien te iguale en tu afán, en tu perseverancia y en tu constancia con el ganado. También hemos pasado buenos ratos juntos” “Sí nos hemos corrido un par de fiestas buenas” “Y trabajo. También trabajo. Una vez me salvaste la vida. No me olvido” “Perdóname, pero no recuerdo ese momento". "El segundo viaje caí enfermo en una ventisca mientras cruzábamos las Rocosas. Sin tu dirección el ganado se habría dispersado y yo no habría sobrevivido” “Era mi deber.” “Sí lo era” “Te puedo decir algo que me pesa” “Si te pesa tanto no lo digas” “Tengo que decirlo” “Hay cosas raras en la contabilidad de las dos últimas entregas” “ El responsable de la contabilidad es Paul” “No es mi intención señalar a nadie” “No te preocupes . Después de ti voy a hablar con él. Ya lo aclaramos” “Era mi deber” “Sí”

“Paul el jefe te espera” “¿Qué quiere?” “Está cansado. Pronto se va a retirar” “¿Te ha dejado a ti al mando?” “Creo que su candidato más firme es Richard” “No lo puedo creer. si cuando llegó ya estaba todo hecho. No. No puede ser él. El jefe me va a oír”

“Paul. Amigo. Abrázame. ¿Por qué estás tan serio?” “Jefe, Richard no tiene capacidad para quedarse al mando” “¿A qué viene eso?” “Richard tiene sus propios negocios . Vende las reses como canales. Está haciéndose de una fortuna muy considerable. Pregúntale al banquero” “Yo lo sé todo” “Mi decisión Paul no va a ser inmediata. La sucesión será progresiva. Iré formando a mi sucesor en los entresijos del negocio. Los peligros ya no son las armas y las bestias sino los préstamos y las deudas, los enemigos no son los indios sino los clientes y los proveedores, nuestra carrera no es sólo contra el invierno sino contra el ferrocarril. Vete y descansa. Gracias por haber venido”

“Hola Lolita adónde vas. No te conocía sin el traje de montar. Estás guapa” “El jefe me ha mandado llamar”

En la cantina los vaqueros Richard, Francis y Paul tomaron whisky a la salud del jefe. Cada uno convencido de ser el sucesor.

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