domingo, 3 de septiembre de 2017

EL COCHE

No me gusta conducir de noche. Hay quien prefiere la noche por la fluidez del tráfico.Yo no veo bien. Me aturde la oscuridad. La noche no es mi medio. Pero no tuve otro remedio. Trabajo hasta tarde. Reunión a primera hora de la mañana en Madrid. Aunque no me gusta, aguanto bien la conducción. El trayecto de Murcia a Madrid. En un solo trecho llego a la capital. De Murcia a Cieza las luces de los pueblos los polígonos y urbanizaciones te acompañan, pero pasado Hellín y hasta acercarse a Madrid la oscuridad es casi total. Busco en el dial de la radio algún programa con locución. NO me fío de la música. Acabo de salir de Hellín. El número de emisoras disminuye. Miro el retrovisor. En el centro del asiento trasero hay el brillo de unos ojos. Un sombrero de ala ancha. Un gabán. Sin embargo no reconozco rasgos. Paro de buscar el dial. Una emisora local. No presto mucha atención, porque el ocupante del asiento trasero la reclama. No he parado. He mirado el compartimento trasero antes de salir porque he dejado unos papeles. DEbe ser una sombra. Un juego de luces de una noche con luna llena. Un efecto óptico producido por el sueño. Quizás debería parar. Sí en la próxima área de servicio se detendrá. No en un lugar aislado donde el polizón, si es que realmente hay alguien no pueda atacarle, o no pueda atacarle sin ser visto. No se mueve. Sólo las alas de su gabán se agitan en los momentos de aceleración. Ni un murmullo ni el frémito de la respiración en un lugar oscuro y razonablemente silenciosos como es un coche.. Hablar ni se le ocurre. Si no hubiese nadie. Si fuese un espejismo por el cansancio hablarle sería ridículo,, pero en realidad no le habla simplemente por miedo. No se detendrá hasta el área de servicio. ¿Y si le amenaza y le ordena que siga? Ya verá. De momento no forjará nuevos planes.Improvisará si se da el caso. NO es lo mismo una navaja que una pistola. Busca en la oscuridad gestos y mensajes en la sombra. No encuentra niunguna respuesta. Hace memoria de cuando empezó a verlo. No lo recuerda. Pero sí sabe que cuando salió no estaba. La radio suena. Interrumpe la programación. LLama la atención de los conductores que circulan por la misma autovía que él lo hace. Un vehículo en sentido contrario dos kilómetros. Piensa que eso le faltaba, encontrarse con otro vehículo en sentido contrario. Tener que esquivar un coche cuando no sabe que hacer con el extraño ocupante. "¿Oiga? Está usted dormido. ¿Qué hace en mi coche?" No hay respuesta pero le parece que el ala del gorro se mueve hacia los ojos. De nuevo la radio. Un Toledo gris oscuro metalizado ha colisionado finalmente con otro vehículo, los dos conductores han fallecido en la colisión. La matrícula del vehículo causante. La matrícula del vehículo causante es la misma que la de su vehículo. Mientras que está alerta escuchando la radio a visto pasar por el rabillo del ojo las señales de prohibido el paso. Está entrando en la autovía donde ya se ha accidentado. En la autovía donde ya ha muerto. Pero entonces qué hace ahí. No tiene dolor. Está vivo. Mira detrás, la sombra ha desaparecido. Ve luces que se acercan desde el frente a toda velocidad. Pone las luces de avería y da marcha atrás por donde a accedido. Se aparta en el arcén y se detiene. Respira. Está vivo.

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