viernes, 1 de septiembre de 2017

TOALLA

"¿Donde están mis toallas?¿Qué ha hecho con todas mis toallas? Mis preciosas toallas blancas. Sabe que sólo me gustan las toallas blancas y me las cambia todas. Una marrón, otra negra, otras rojo oscuro y ni un bordado, ni una cenefa, ni un nudo. Cuando venga lo voy a arreglar. Me tiro una semana fuera y me encuentro esto"

Un ruido de llaves anuncia su llegada. "Cariño ¿Has vuelto?" "Sí he vuelto. ¿Esa barba y ese pelo?" "Estoy cambiando de aspecto, te fuiste y pensé que era una buena idea" "Pero vas muy desaliñado. Esta noche te arreglo el pelo" A mí me gusta así. Me encuentro tan cómodo" "¿Qué te ha pasado en la frente? Estás sangrando" "Habrá sido al afeitarme" "¿Desde cuando te afeitas la frente atontao, además llevas barba? Ven que te cure. Bien limpio. Agua oxigenada y ya está" "Dios te bendiga" "De mi no te cachondees que tú siempre has sido comunista" "Se puede cambiar" "Hablando de cambiar. ¿Dónde están mis preciosas toallas blancas?" "Las he quitado" "¡Sabes que sólo me gustan mis toallas blancas, si no son blancas son trapos. Me oyes. Blancas o trapos" "Que la paz del señor sea contigo" "Ya las he cambiado otra vez. Blancas. Míralas. Qué bonitas" "¿Y estás ya feliz?Loado sea el señor" "Como te meta una hostia te vas a dejar de tonterías" "Te perdono" "Quita. Estás sangrado otra vez. Pasa y lávate. Ahora te miro de nuevo"." ¿Donde has dejado mis toallas?" "Las he quitado. Las he tirado al contenedor, ese para cáritas" "Eran nuevas" " Y las mías. Usa esa" "La voy a estropear" "Se lava o se tira, pero blancas. Blancas. ¡Blancas!" "Hágase tu voluntad" Cierra la puerta con mucha suavidad. Escucha el agua fluir con cuidado, un chorro limitado. La puerta se vuelve a abrir "Te lo he dicho. Mujer de poca fe" Le extiende la toalla blanca, blanquísima, pero en su centro se distingue claramente aunque algo difuminado el rostro de él con su cabello, su barba, los puntos sangrantes de la frente "¡Pero qué has hecho con mi toalla! Tú me quieres matar" "Te lo he advertido. NO has tenido fe. Por eso retiré las otras. Hágase la voluntad del Señor" Le empuja a un lado y entra en el baño "Es una broma. Le has dado el cambiazo, porque tú eras un lerdo dibujando. O lo has pintado ahora. ¿Donde has dejado la pintura?" "Sólo he enjugado mi rostro. Dichosos los que creen sin ver" Lo cachea de arriba abajo, registra cada rincon del baño. No hay pinturas ni maquillaje. Corre. Abre el armario del baño y encuenta perfectamente plegadas todas sus toallas, en todas, en cada una con una pose, unas con cabello más largo y otras con cabello más corto, está el rostro de él. Siente miedo. Ha enloquecido. Siempre le encontró un ramalazo esquizoide, pero ahora ha brotado. "Cariño tranquilo. No te preocupes. Te vamos a curar. sientate en tu sillón del salón. Te traigo tu cervecita" "Ahora sólo bebo vino" "Luego te lo traigo" Lo deja sentado. Le pone la televisión, él zapea y acaba gesticulando mientras habla un telepredicador. Baja a la calle. Entra en la panadería. "Miguel ¿le has notado algo raro a mi marido?" "Tu marido es un cabrón. Me está jodiendo el negocio. Me compró un panecillo, lo metió en su morral y no sé como lo hizo le dió pan a medio barrio. A Juan el pescadero tambien lo tiene contento por lo mismo" "Y a mí. Mira como tengo que andar" "¿Me estás mirando?" "Ahora sí, como se enteren en la once me jode el negocio, porque ver está bien, pero a ver a mis años a qué me dedico. Le dije si quería la suerte para hoy, me pasó la mano por los ojos y a ver, ahora tengo que ir con las gafas y con cuidado de no equivocarme para que no me descubran" "Pero eso es milagroso. Es tan hermoso" "Milagroso. Hermosos. Cuida que no salga de casa que como siga jodiendo la marrana a ese ritmo lo van a calentar" "Voy a llamar al obispado. Oiga quiero hablar con el señor obispo"".."". Que está muy ocupado" ".."". Es que mi marido hace milagros" ".." "Sí . DAme un boli  por favor. www. milagros.net. De ahí el formulario 5G, vale y ya ustedes se ocupan. Ahora mismo lo relleno. Le tengo encerrado en casa.Calle Cielo 26, 2ª izq. Se lo envío. Esto es muy grande"
Escribió el mensaje.  Diez minutos después llegó al barrio una furgoneta negra. De ella bajaron cuatro hombres corpulentos con gafas negras y pinganillos. Subieron . Bajaron con él en volandas. Se aferró a un poste que se desprendió ,pero siguió con él al hombro. Subieron una cuesta con algunos olivos al lado. Ella preguntó andonde se lo llevan. Un gallo cantó. Le conoce de algo le preguntaron y el gallo volvió a cantar. Seguro que no le conoce y el gallo cantó una tercera vez antes que desapareciera por la puerta corredera de la furgoneta. Acababa de cumplir treinta y tres años

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