jueves, 11 de enero de 2018

EL VIEJO SOFA

Rojo. De piel. Cuarteado. Le faltaba algún botón que dejaba cojos los dibujos de rombos. En el salón. en el centro. Desafiando a televisores cada vez más magros. Un mueble viejo. El único que restaba de los muebles antiguos. Había desaprecido la anea de las sillas cuando llego el escai, Después desapareció el escai y con el las sillas. Pero el sofá siempre estaba en su lugar. A veces lo ponían más a la derecha para colocar una mesilla. O a la izquierda para dejar más paso. Quitaron el tapiz de una cacería a su espalda. y pusieron cuadros pequeños de un arte no figurativo.

"De este año no pasa. O lo tapizamos o lo tiramos. Desmerece la decoración de la casas. Una pata está coja. La piel está deconchada. Faltan dos botones y uno está colgando. Es una vergüenza que este trasto esté en mi casa" "Pues a ti te engendramos en el" "¿Qué dice papá?" "Yo nada. nada" "Ha dicho usted algo"  "Que si tiráis el sofá yo me voy con él" "Eso sí que lo he oído y no lo diga dos veces que le tomo la palabra"

Ella miró la pata izquierda. Sobre ella un trozo de piel deslustrada. Una niña de seis años. Un pincel y pintura. "Miras esa pata" "Sí" "recuerdas lo que le pasó" "Claro que lo recuerdo" "Eras traviesa. Ya le tenías inquina al sofá" "Je je. Fue divertido" "A tu madre no le gustó" "Me calentó bien" "Estuvo dos días para adecentarlo" "Pero la mancha nunca se quitó del todo" "No. A mi ha llegado a gustarme ese rojo desvahído , casi rosa" "No te burles" "No me burlo hija. Si quisiera burlarme. Te preguntaría por algoa lo que nunca encontré una explicación" "No sé a qué te refieres" "Cuando tenías diecisete años creo " "No sigas" "Sí que sigo. Tenías diecisiete. Eras muy bonita hija. Tu madre y yo salimos a pasear un domigo por la tarde  y cuando regresamos, ya casi a medianoche, después de tomar unas tapas me siento en mi sofá favorito y la pata que se vence. Miro y está quebrada" "Llegarías cansado y te dejaste caer. La pata no aguantó tu peso. Eres un hombre grande" "No me des la vuelta. Te he dicho que no chasqueó. En aquel momento me avergonzaba preguntar" "Preguntar ¿qué?" "Había restos pegajosos en el asiento" "Insinúas algo" "Y cuando saliste de...tu habitación, tan arregladita, tan modosita, cuando te diste la vuelta, llevabas la falda pillada en el el´stico de las bragas" "Papá" "Y los morros abdolutamente encarnados" "Papá" "Ahora me río, pero en aquel momento maldita la gracia que me hizo. Te habría dicho algo, pero no sabía qué decirte. DEspués aceptar que te habías dado un revolcón en mi casa tendría que haber tenido consecuencias que no me apetecían" "Yo no he admitido nada" "Pero lo que sí que me cabreó fue cuando una hora después de acostarnos escuché la puerta cerrarse y unos pasos rápidos huir escaleras abajo. Lo que habría dado por ver ese rostro. Avergonzarlo al menos o darle siquiera sea un capón. Lo lamenté. Me dirás al menos ¿quien era?" " No te daré ese gusto. Y hoy  mismo pienso tirar el sofá" "Qué desabrida eres" "No lo tires hoy. Dame una semana" "Está bien una semana"

"Ya sé quien fue el muchacho" "¿Qué ?" "Lo sé" "Tu  hija me enseñó a vender el sofá en walapop" "sí" "Aquel muchacho que ya es un hombre todavía recordaba el lugar de su primera vez y ha decidido comprarlo" "¿No se lo habrás vendido?" "En su casa está"

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