lunes, 1 de enero de 2018

ZONA AZUL

Desde primera hora imprimía el ritmo a su trabajo que le permitía aparcar. Si aparcaba comía. Si no no y seguía trabajando por la tarde. Para aparcar, en días laborables, la zona azul. A partir de las dos salían los trabajadores de despachos y oficinas. Era la hora. Comer o no comer. Si un accidente o una avería colapsaban la autovía estaba perdido, los lugares que dejaban los de la oficina los ocuparían los residentes o los clientes de los comercios del centro. Todo había ido bien hasta el momento, el trabajo resuelto, la salida del parking fluida, la autovía sin atascos, la hora perfecta. Giró a la derecha. Su aparcamiento favorito. En oblicuo. La hora del coche indicaba que faltaban diez minutos para las dos. Dos opciones, esperar sentado hasta que lleguen las dos y ahorrarse unos céntimos o sacar un tiquet. Se estaba meando y tenía unas monedas. Se acercó a la columna expendedora. Comprobó que sólo tenía una moneda de un euro. Iba a gastar un euro para seis o siete minutos pero no podía aguantar más. Introdujo la moneda pulsó el tiket. Miró la hora: las cinco de la tarde del dos de enero. A esa hora ya estaría una hora trabajando en otro lugar. Desde que cogió el tiquet el tiempo había refrescado mucho, se había nublado y entre las ráfagas se distinguían copos de aguanieve. Había mirado el móvil por la mañana y aseguraba que a mediodía en Murcia habría unos veinte grados. No había más de cinco. Se apresuró a su casa. Llamó al portero automático. Subió. Su madre le dejó la puerta entreabierta como siempre aunque le esperaba detrás, la besó. "Está cayendo agua nieve" "Ya lo dijeron hace una semana" "¿Cómo? Daban sol" "Uy qué va. Si están los tíos del tiempo locos con esta ola de frío que va a dejar nieve en la costa" "No sé mamá. Lo que tú digas" Pasó al salón silbando para llamar al gato. Un gato viejo enorme que casi no se movía "¿A quien llamas hijo?" "Al gato" "Pero hijo. Tú estás bien. El gato murió en marzo" "Pero mamá" "Hijo ¿estás bien?. Te veo muy delgado" "Las oposiciones mamá" "¿Las han convocado tan pronto?" "Mamá que me examino a finales de enero" "Hijo te examinaste ya en enero y cateaste el segundo examen" "Lo que tú digas mamá. Lo que tú digas. Pero ¿me vas a dar una cervecica con algo?" "Vente a la cocina y te la tomas conmigo mientras termino la comida" En el frigorífico había un almanaque. En el almanaque leyó enero y el año 2019. Nadie pone almanaques a un año vista. Nadie. Una broma bastante elaborada, pero su madre no sería capaz de guardar un secreto así y se reiría a carcajadas. Cogió el coche. Se incorporó a la avenida. Un municipal lo adelantó. Le dio el alto. REvisó la documentación y le multó por no tener la itv pasada.No se molestó en protestar. Llegó a su siguiente destino. Aparcó. Subió la rampa que por urgencias entraba a quirófano.  Doctor que hace usted hoy aquí" "Vengo a operar" "Es miercoles. Usted opera los martes" No discutió y se fue a la consulta donde los pacientes lo esperaban. TErminó la consulta. No podía olvida que el parquímetro se había comido un año de su vida. No tenía ni idea de como revertirlo. El siguiente día repitió todas las operaciones, pero cuando aparcó, introdujo la cantidad justa de la zona verde para toda la jornada. Llegó nublado y cuando dejó el tiquet en el coche el cielo se abrió, se quitó el jersey. Comprobó el móvil: 2018.

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