viernes, 28 de septiembre de 2012

CONJUNCIÓN PLANETARIA



Imposible que dos gravedades no converjan en un universo vacío. Venus y Júpiter. Sentada en el espigón desde el que se abre la playa de La Llana. Al fondo La Manga. A la derecha la tormenta que se ha reactivado en contacto con las aguas caldeadas del Mediterráneo. Los pescadores recogen las cañas cuando la intensidad del viento ha tirado algunas. “Señorita va a llover . Se va usted a calar” No responde. Intenta sonreír y agradece con un gesto de su mano que más parece una parálisis. Va a llover. El viento se ocupará de empaparla. Una sensación. Es mejor que no sentir nada. Un rayo. Un trueno. Se estremece. Siempre tuvo miedo. Pero ahora necesita ese espanto sobrenatural para asirse a la vida. Las olas rompen con más fuerza mientras esperan la lluvia. Un chasquido. Una manta de agua restalla como un látigo sobre las olas. Se acerca. El viento la sacude ahora con violencia. Su cuerpo oscila delante y detrás. Atrasa un paso para no dejarse llevar. Se alejan las luces rojas traseras del último vehículo. Un pescador que le ha hecho una oferta. Una puta. Una mujer sola. De pie abrazando su propio cuerpo y encarando el viento. Se van. Se acerca al lugar más oscuro, pero no debajo del espigón . Necesita sentir la humedad y el frío deslizarse. Necesita hablar en silencio, pedirle al viento que le devuelva los momentos que arrastró hacia el interior. Hubo un tiempo en que esos momentos le sobraban, tenía muchos, cada instante, cada segundo cada centésima de segundo. La gravedad, los planetas, Júpiter y Venus se encargaban de proveer las preces que ofrecer al viento. No quedó ninguno. El viento se los llevó. Era el mismo lugar donde la conjunción de Venus y Júpiter hicieron estallar el tiempo. La misma oscuridad y el mismo silencio, pero entre chiribitas de colores y caricias en el estómago. Stop. Tiene frío. La temperatura es agradable, pero el viento le roba el calor a su cuerpo como le robó los momentos. El viento le quitó todos los momentos, o ella se los dejó arrebatar sin oponer resistencia, sin embargo el calor no se lo quitará del todo. Le gustaría, ahora que comienza de nuevo a sentir. Tirita. No puede hilvanar dos ideas seguidas. No puede recordar. Tirita. Tirita. Los brazos se estremecen. Los dientes castañetean. A la luz de la última farola el suelo hierve con el chapoteo del agua. Intenta subir al espigón, pasear en alto por el borde, pero está cerrado. Una puerta de dos alas y un candado. Levanta el postigo que lo sujeta al suelo. Lo mueve con las manos. Es delgada, un poco más y podrá colarse. Con el esfuerzo está entrando en calor. Llueve menos, pero las gotas, más finas se le clavan en las mejillas.

“Oiga ¿Qué hace usted ahí? Está prohibido pasar. ¿Adónde va con este tiempo?” Le enfoca la cara con la linterna. Se oculta del foco con las manos. En el haz de luz ve arreciar de nuevo la lluvia. “Señora ¿Qué hace usted con esta noche?. Está temblando. Véngase conmigo que llueve a cántaros” No se decide. “O si quiere márchese, pero no le puedo permitir entrar salvo que sea mi invitada” Sigue a ese hombre desgarbado y mal afeitado. Él la espera con la puerta abierta. NO hay nadie más en la caseta con cristaleras con palillería a los cuatro puntos cardinales. Él la espera. Ella entra en silencio. Un relámpago, un trueno. El cielo se deshace y cae a plomo sobre las cristaleras. Le ofrece un café. No le gusta el café. Le da un sorbo. Le sabe amargo. “Está caliente, lleve cuidado. ¿Cómo se le ocurre salir en una noche así?” Sopla la taza. El hombre le ofrece un poco de leche directamente de un brik. Da un sorbo. Mejor ahora. “Si no quiere hablar no hable. YO estoy acostumbrado a estar solo, pero si me permite yo de vez en cuando le diré algo aunque no me conteste” Él tampoco sonríe. Mira al exterior. “Vine a ver la conjunción de Venus y Júpiter” “Ha elegido el día” Le echa un poco más de café. Da un bocado a un bocadillo envuelto en papel aluminio. Le ofrece después de morder, excusándose por no haberlo hecho antes. “He elegido el día. El viento podría devolverme lo que se llevó”

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