viernes, 22 de junio de 2012

El secreto

“No sabía eso de ti papá” “Un hombre debe saber guardar secretos incluso con los suyos” “Pero¿ por qué me lo dices ahora?” “Porque estabas equivocado” “No lo creo. Leer los pensamientos de la gente en su mirada es algo grandioso” “No lo es” “Yo quisiera leer en los ojos de María si aun siente algo por mí” “De algún modo eso se puede hacer” “Se puede imaginar, o elucubrar, pero tan matizado por el propio deseo que puede ser simplemente una obsesión. Tu don es distinto. Lees su mente en sus ojos como quien lee un libro. Sin lugar para la duda, ni para la angustia” “Sin lugar para la duda sí, pero la angustia se puede incrementar” “Imposible si no hay duda no hay angustia” “La certeza crea más angustia” “Imposible” “Tu madre y yo nos separamos” “¿Y eso qué tiene que ver?” “Dices que la falta de duda no genera angustia y yo defiendo lo contrario. Es sólo un ejemplo” “Pero mamá y tú no os queríais” “Nos quisimos. Mucho tiempo. Después todo se apagó.” “¿Por culpa de tu don?” “No sólo por eso pero influyó” “Mamá te fue infiel” “Y yo a ella” “Pero ella no pudo ocultártelo. Ya entiendo” “No me lo podía ocultar. Quizás aunque no hubiese podido leer su mente no lo habría podido ocultar. Fue una convivencia larga. Es difícil sorprender. Es casi imposible mentir” “Y qué hiciste cuando viste que te era infiel” “Es duro ver lo que no quieres, con detalles, hasta el último de los gestos y las caricias, y más duro disimular después porque es imposible saber tanto sin haber espiado. Y si tu madre se hubiera sabido espiada se habría ido” “Al final se fue” “Pero yo intentaba evitarlo. Estabas tú” “No me culpes” “No te culpo sólo se atrasó lo inevitable. Lo siento” “Pasado. Eres un cabronazo. Reconoces que fuiste infiel” “Sí lo fui” “Te aprovechaste de tus habilidades para ligar” “No te puedo negar que saber exactamente qué hay detrás de una mirada, de un gesto, qué deseos, que desprecio, qué mentiras o incluso amor , fue algo que aproveché. Al principio decir o hacer lo que a cada una le gustaba que hiciera o dijera fue sublime. Nadie se explicaba cómo de repente me había convertido en irresistible” “¿Te envidiarína tus amigos?” “Mucho y alguno se vengó” “¿sí?” “O lo intentó, pero le salió el tiro al revés. No se puede engañar a un hombre que te lee los pensamientos” “¿Se chivó?” “Lo intentó, pero tenía demasiadas cosas que ocultar y se lo hice saber” “Se sorprendería” “ Si pero tenía  mucho que callar” “Eso es lo más grande. ¡Y dices que sólo al principio!” “Me ratifico” “No te entiendo” “ La vida sin misterio es aburrida. Una conquista de ese modo es como interpretar un guión. ¿Has visto una película de Bill Murray que se llama Atrapado en el Tiempo?” “De un meteorólogo que queda atrapado en el día de la marmota y está condenado a repetirlo una y otra vez” “Sí esa. La información de privilegio de la mente de tu interlocutor le quita la chispa a todo. Te sientes un mentiroso. Para vivir una normalidad que ya no existe debes fingir que no ves lo que ves, que sabes lo que sabes. Es una condena. Amaneces deseando que alguien descubra una especie de papel albal que te aisle, que deje tu cerebro en silencio, en reposo absoluto” “ Eso sí lo comprendo. ¿Has visto qué pivón papá?” “Hijo. No seas marrano. Soy tu padre y te leo el pensamiento”

No hay comentarios: