sábado, 2 de junio de 2012

Murcia Madrid Madrid Murcia


100 kilómetros por la noche en moto en el mes de marzo son muchos. Hace frío. Madrid. Desde Murcia. Un congreso. Lo decidió sobre la marcha. Esperar hasta el domingo por la noche parecía una eternidad. 102 kilómetros. Una sorpresa. Él. Y un regalo en la maleta: una pulsera de Tous. No era su santo . Ni su cumpleaños. Una sorpresa. Le gustaría. 104 kilómetros. A pesar del mono estaba aterido. Una sorpresa. Dicho y hecho . La moto. Ante de las nueve iba a estar en Madrid. No podía esperar al lunes. Tenía que verla ya.

Paró a echar gasolina en La Roda. Estaba helado. Lloviznaba y la moto le había hecho un par de extraños. Miró la pantalla del móvil. No había ningún recado. 130 kilómetro. La espalda aterida por el frío. 140 kilómetros.

¿Y si llegaba a Madrid y ella no llevaba el móvil?. No había tenido la precaución de anotar la dirección del hotel. No tenía que pensar en las dudas. Sólo en verla. Una sorpresa. Juntos. Una cena y una noche románticas. Pero debía haberse traído la dirección del hotel. 160 kilómetros. Frío y lluvia. En Madrid según el móvil llovía torrencialmente  y la temperatura entorno a los seis grados. En Murcia, en la Plaza de las Flores, dieciocho . Sus amigos estarían picando algo antes del partido. 180 kilómetros.

Ella no le esperaba. Si llegaba a las ocho habría hecho planes. ¿Y si llegaba y los alteraba? Una sonrisa y un abrazo por compromiso. Le presentaría a sus compañeros y compañeras de trabajo. Alguno quizás lo miraría raro. O la miraría contrariada a ella. Y Ella que le invitaría a seguirles con desgana pero sin otro remedio 210 kilómetros. Pero ella le quiere. Se alegrará sin cortapisas. E intentaría cogerle la mano para pasear y ella continuamente zafándose. Uno de sus compañeros que intenta hacerse demasiado simpático con él. 240 kilómetros.

Reduce la velocidad. Con esta lluvia se está jugando la vida. Duda. Ella siempre ha dicho que detesta la soledad de noches de hotel. Pero ¿quien le asegura que estará sola?. Un rayo le recorre la espalda. 290 kilómetros. No va cómodo. El cuello rígido y la espalda le duele 380 kilómetros.

No es una buena idea. En el siguiente cambio de sentido da la vuelta. Tomará algo por el camino a la una estará en Murcia. No sabe qué ocurrirá en Madrid pero no quiere saberlo. Sabe que no es una buena idea. Nunca le dirá que ha estado a un paso de verla. Si se lo dice ella le dirá que por qué no se acercó. A la una estará en Murcia. La pulserá la guardará para un cumpleaños.

En La Roda compra una caja de miguelitos. Con sus amigos no tiene ninguna duda de que acertará. Ella ya volverá. Si quiere.

 



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